México D.F. Viernes 16 de abril de 2004
El canciller Rafael Bielsa impone al escritor
y cronista la Orden de Mayo
Monsiváis recibe galardón argentino
GEORGINA SALDIERNA ENVIADA
Buenos Aires, 15 de abril. El gobierno de Argentina
otorgó al escritor Carlos Monsiváis la Orden de Mayo en grado
de Comendador por sus aportes a la cultura, durante una ceremonia que reunió
a políticos e intelectuales de México y Argentina.
La
condecoración fue entregada al también periodista por el
ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Rafael
Biela, mientras el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, otorgó
a su vez la Orden del Aguila Azteca al empresario Paolo Rocca por su labor
en favor de la cooperación económica entre ambas naciones.
La ceremonia se realizó en el Palacio San Martín,
en el contexto del Foro Argentina-México, ''Visión y Perspectivas'',
que organizaron las cancillerías de ambos países y en el
que además estuvieron presentes el perredista Cuauhtémoc
Cárdenas, el pintor José Luis Cuevas, la ex diputada priísta
Beatriz Paredes, la embajadora de México en esta nación Rosario
Green, así como analistas económicos y del ámbito
internacional, como Rafael Fernández de Castro.
En su discurso, el cronista lamentó que los tiempos
actuales no favorezcan el optimismo y que se viva en condiciones de sobrevivencia.
Ante ese panorama, la novedad, refirió, es la emergencia
de la indignación moral y sus movilizaciones, ''decisión
civil que se nutre del conocimiento de primera mano de la injusticia social''.
Citó hechos oprobiosos ante los cuales se ha manifestado
la indignación ética y moral: la invasión a Irak,
los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York y del 11
de marzo en Madrid, el terrorismo de Estado, el terrorismo a secas, y el
racismo en Europa, entre otros.
Manifestó que nadie logra vislumbrar el destino
de los movimientos sociales y su capacidad de convertirse en instituciones
libres sin que se burocraticen; ''lo que me consta es que la insistencia
en lo justo y lo digno es el gran respiradero actual''.
Cuando la movilidad social se paraliza y se clausura en
casi todas partes, y la exclusión es el infierno a la medida de
la sociedad, en América Latina una sustitución posible de
la movilidad social ha sido y es cada vez más la movilidad cultural,
indicó.
''Estoy al tanto de que eso no resuelve el desempleo ni
evita la violencia urbana ni detiene la tendencia que le confía
las obras libres al analfabetismo funcional; no obra milagros, pero vivifica
el presente en los jóvenes y enriquece la vida espiritual de las
sociedades.''
Si esa movilidad cultural no es al mismo tiempo un fin
declarado y una recuperación de la capacidad de goce, nada lo es,
concluyó.
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