México D.F. Viernes 16 de abril de 2004
Rehúsa el Presidente entrar a "juegos
políticos" y le sugiere presentar una denuncia
Conspiraron SHCP y PGR, acusa López Obrador;
Fox le niega cita
El Tesoro de EU, involucrado en caso Ponce
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
El
jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés Manuel López
Obrador, involucró a la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público y a la Procuraduría General de la República
(PGR) en la conspiración federal en su contra, al revelar que ambas
dependencias investigaban desde antes del videoescándalo a Gustavo
Ponce Meléndez, ex secretario de Finanzas capitalino; exhibió
documentos para demostrar el apoyo de una agencia del Departamento del
Tesoro estadunidense en la pesquisa, y especuló que la vida de su
ex colaborador corre peligro.
El gobernante capitalino solicitó audiencia al
presidente Vicente Fox para entregarle las pruebas, pero el jefe del Ejecutivo
desechó la petición, consideró "infundadas y graves"
las acusaciones y le sugirió presentar la denuncia correspondiente.
López Obrador aseguró que la grabación
del ex funcionario "no tenía realmente el propósito de combatir
un presunto acto de corrupción, sino el de afectar políticamente
al GDF y, en particular, al jefe de Gobierno".
Entre los documentos figura un reporte de la Red de Combate
de Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos
(Fincen), que confirma la hipótesis de que el gobierno federal contó
con el apoyo de una agencia de aquel país.
Al leer un mensaje de nueve puntos en su conferencia de
prensa, que ayer se aplazó para después de la reunión
del gabinete de Gobierno, Seguridad Pública y Procuración
de Justicia, López Obrador adelantó que solicitaría
una audiencia con el presidente Vicente Fox, "porque probablemente no haya
sido informado" y, al mismo tiempo, le pediría su intervención
"en este delicado asunto".
La información se desprende de resultados de la
pesquisa de Hacienda contra Ponce y su esposa, Esperanza González,
que forma parte de la denuncia que la dependencia presentó ante
la PGR el pasado 4 de marzo.
El jefe del GDF advirtió que las autoridades federales
violaron el convenio de cooperación mediante el cual se solicitó
información al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, al difundir
el pasado primero de marzo las videocintas de Ponce junto con un informe
sobre sus visitas y gastos en el hotel Bellagio.
Los documentos, explicó el gobernante, fueron proporcionados
por la PGR a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal
(PGJDF) y el titular de ésta, Bernardo Bátiz Vázquez,
se los entregó. López Obrador decidió darlos a conocer
porque como titular del Ejecutivo local tiene la obligación de mantener
informados a los habitantes de la ciudad, pero, sobre todo, por temor sobre
la seguridad de Ponce Meléndez.
"Como el fondo de este asunto fue dañar políticamente
al jefe de Gobierno, y no estoy exagerando, son capaces de cometer cualquier
estupidez; si estoy dando a conocer esto es porque independientemente del
escándalo, aquí lo que está de por medio es el riesgo
de la vida de una persona y eso me obliga a dar a conocer estos hechos",
señaló. El gobernante especuló desde anteayer que
Ponce está ubicado por "los espías del Centro de Investigación
y Seguridad Nacional".
Ayer, de manera inusitada, López Obrador se fue
directamente a su oficina al llegar al edificio de Gobierno en el Antiguo
Palacio del Ayuntamiento y se encerró con el procurador Bátiz.
A las 6:40, el director de Comunicación Social, César Yáñez,
informó que el mandatario capitalino daría su conferencia
de prensa a las 8 de la mañana, después de la reunión
de gabinete, y que daría información muy importante.
A la hora prevista, López Obrador se trasladó
a la sala de prensa Francisco Zarco donde enseguida dio inicio a la lectura
de su mensaje, dirigido a los habitantes del Distrito Federal y a la opinión
pública: "En el caso de Gustavo Ponce hubo cooperación entre
los gobiernos de Estados Unidos y México, en el marco del Acuerdo
de Cooperación Mutua para el Intercambio de Información Respecto
de Transacciones Financieras para Combatir Actividades Ilícitas".
En el segundo punto reveló que el 18 de febrero,
un día antes del último viaje de Ponce a Las Vegas -los videos
se realizaron los días 20, 21 y 22-, la Dirección General
Adjunta de Investigación de Operaciones de Hacienda solicitó
al Fincen información financiera respecto a Gustavo Ponce y su esposa,
Esperanza González.
"El día 25 de febrero de 2004 se recibió
respuesta de la Fincen del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, de
la que se desprenden los hechos que se dieron a conocer en México
por la televisión, el día primero de marzo", explicó
en otro punto. El mismo 18 de febrero, siguió López Obrador,
Hacienda solicitó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
información financiera de ambos sospechosos (incluye al empresario
Carlos Ahumada), que la dependencia envió los días 23, 25
y 27 de febrero.
Con esto, concluyó el jefe de Gobierno, se prueba
que Hacienda y PGR "sabían de las actividades presuntamente ilícitas
de Gustavo Ponce desde antes de la difusión del video y no actuaron,
lo dejaron escapar o lo tienen en su poder, y en cambio actuaron de acuerdo
con una motivación política de carácter faccioso",
violando además el citado acuerdo de cooperación entre México
y Estados Unidos al difundir públicamente información que
las autoridades mexicanas obtuvieron vía dicho convenio binacional.
"Se reafirma -apuntó en el séptimo punto
de su mensaje- lo que dijimos desde el principio del escándalo:
la información y la videograbación de Ponce en Las Vegas
no tenía realmente el propósito de combatir un presunto acto
de corrupción, sino el de afectar políticamente al gobierno
de la ciudad y, en particular, al jefe del GDF."
Insistió en que la denuncia que presentó
Hacienda el 4 de marzo contra Ponce y Ahumada fue un parapeto "para tratar
de justificar la utilización del Estado en una acción a todas
luces facciosa", y finalmente anunció que pediría audiencia
con el Presidente, que más tarde le fue negada.
"Infundadas", las imputaciones: el Ejecutivo
CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA
Irapuato, Gto., 15 de abril. En respuesta a la
petición del jefe del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés
Manuel López Obrador, de que se le otorgue una audiencia con el
presidente Vicente Fox, el jefe del Ejecutivo lo convocó a que presente
su denuncia ante la Procuraduría General de la República
(PGR) y advirtió que no se va a prestar a "juegos políticos
o a evasión de responsabilidades".
De esta manera, el Presidente rechazó la entrevista
y señaló que las acusaciones de López Obrador son
"graves, serias e infundadas", en referencia a que hubo un complot, una
vez que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
solicitó datos sobre el ex secretario de Finanzas capitalino Gustavo
Ponce, en el contexto de un convenio de colaboración con el gobierno
de Estados Unidos, antes de que se desatara el videoescándalo.
Al inicio de la ceremonia de entrega de títulos
de propiedad a 90 mil campesinos de esta entidad, Fox pidió a los
asistentes que antes le permitieran referirse a dos temas "importantes"
del día: el voto de México contra Cuba y la conferencia de
prensa del jefe de Gobierno capitalino.
El jefe del Ejecutivo expuso que su respuesta a las autoridades
capitalinas es "clara": que presenten su denuncia ante la PGR y que la
sustenten si es que tienen evidencias.
A esa hora, el jefe de Gobierno ya había sido informado
de la decisión. Poco antes de las 11 de la mañana, López
Obrador se comunicó con el secretario particular del Presidente,
Alfonso Durazo, para pedir una audiencia con el titular del Ejecutivo federal,
pero el funcionario le sugirió interponer una demanda.
En un comunicado que Durazo leyó en la residencia
oficial de Los Pinos y que luego fue distribuido a los medios de comunicación
que cubrieron la gira, se señala que en la conversación,
el vocero presidencial dijo que el titular del Ejecutivo no tiene facultades
para recibir elementos de prueba sobre algún supuesto acto ilícito.
Las declaraciones del jefe del GDF a las ocho de la mañana
modificaron los planes de la gira por la tierra del Presidente. Poco después
de las 11 horas, en el Campo Marte, personal de Comunicación Social
dio a conocer extraoficialmente el contenido de la conversación
telefónica con López Obrador; advirtió a los reporteros
que Fox sólo se referiría al tema de Cuba y que Hacienda
y la PGR se encargarían de aclarar lo relativo al Distrito Federal.
Pero al mediodía, cuando los helicópteros
aterrizaron en esta ciudad, se modificó la postura inicial. Mientras
Fox recorría una exposición sobre la situación del
campo mexicano, había un ir y venir de colaboradores que hacían
consultas con él y con su esposa, Marta Sahagún.
A las 12:30 horas, cuando se puso en marcha la Jornada
Nacional por la Seguridad Jurídica en la Tenencia de la Tierra,
se comenzó a difundir el comunicado de Durazo, que señaló
la conveniencia de presentar la denuncia tanto por el carácter "exclusivamente
jurídico" del asunto y porque la información dada a conocer
en los medios debe ser objeto de querella.
Según Durazo, Fox tampoco tiene facultades para
intervenir en un asunto que debe ser atendido y resuelto por las autoridades
de procuración y de impartición de justicia.
Argumentó que la Constitución establece
que es competencia de la PGR la investigación y persecución
de cualquier conducta ilícita violatoria de tratados o de leyes
federales, y que tal atribución la ejerce el Ministerio Público
de "manera autónoma, sin recomendaciones o injerencia de ningún
motivo".
Luego de las intervenciones del secretario de Reforma
Agraria, Florencio Salazar; del campesino Rafael Miranda y del gobernador
de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, Fox se dirigió a los campesinos
para anunciar su negativa a entrevistarse con López Obrador.
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