México D.F. Miércoles 14 de abril de 2004
En Ottawa dicen que hay motivos válidos;
"la población de mamíferos está en auge"
Apoyan autoridades y prensa canadienses la mayor matanza
de focas en 50 años
REUTERS
Montreal, 13 de abril. La mayor caza de focas en
50 años en Canadá comenzó en medio de protestas de
activistas por los derechos de los animales, pero alentada por mercados
internacionales interesados en el cuero y por editoriales de periódicos
nacionales.
"Es la mayor caza de la historia", señaló
Rebecca Aldworth, quien encabeza la campaña contra la caza de focas
que realiza el Fondo Internacional por el Bienestar Animal.
"Cuando uno ve esta caza por sí mismo, hay pocas
posibilidades de que al marcharse siga apoyándola", afirmó.
El
Departamento de Pesca y Océanos autorizó un incremento en
la cuota de caza de focas del Atlántico noroccidental, y funcionarios
esperan que esta temporada, que comenzó oficialmente el pasado lunes,
llegue a 350 mil animales. La caza del año pasado fue de más
de 300 mil.
Ottawa considera que hay motivos válidos para permitir
que continúe esa actividad. "Nuestra posición está
basada en la ciencia. Ahora mismo la población de focas de Canadá
está en auge, con 5.2 millones, frente a menos de un tercio de eso
en los años setenta", dijo el portavoz del Departamento de Pesca
y Océanos, Steve Duthouse.
"La mayoría de los canadienses no tienen problema
con la caza en principio, mientras se haga de forma sustentable y tan humana
como sea posible."
La primera etapa de la temporada de caza de este año
tuvo lugar la última semana de marzo, en témpanos de hielo
en el golfo de St. Lawrence, cerca de las islas Magdalena de Quebec. Los
cazadores en el área mataron aproximadamente a 90 mil animales.
Se espera que la caza en Newfoundland, en la costa nororiental
de la provincia, dure sólo dos días, y que cada día
sean sacrificados 140 mil mamíferos marinos.
Se prevé que participen 350 embarcaciones pequeñas,
de acuerdo con el Sindicato de Trabajadores Aliados del Pescado y los Alimentos,
que representa a cientos de personas en la industria de la pesca de Newfoundland.
Para muchos, que pescan también bacalao o cangrejo,
la caza de focas es el primer ingreso temporal que recibirán este
año, indicó Earl McCurdy, líder del citado sindicato.
"Es una actividad económica significativa. La ganancia
de los años recientes ha estado en la escala de 15 millones de dólares
canadienses (11 millones de dólares estadunidenses)", dijo.
El creciente rechazo internacional a esa caza en las décadas
de los setenta y ochenta provocó el colapso de los mercados europeos
de cuero de foca. Canadá aprobó en 1987 una legislación
que restringió los métodos usados para matar a los mamíferos.
Ottawa prohibió matar a las crías de focas
de menos de 12 días de nacidas -que tienen la piel blanca- y limitó
a los cazadores a usar embarcaciones pequeñas en vez de grandes
barcos comerciales.
En la medida en que los mercados de cuero de foca y otros
productos revivieron en Europa oriental y Asia, los beneficios económicos
de la caza fueron percibidos como una importante forma de remplazar los
ingresos perdidos con el colapso, a inicios de los noventa, de la pesca
de bacalao.
Sin embargo, activistas en defensa de los animales dicen
que la matanza de crías indefensas de foca, de entre dos semanas
y tres meses de nacidas, equivale a un sacrificio de inocentes.
Los animales son muertos a palos o mediante disparos en
los témpanos de hielo donde dan a luz y se preparan para aparearse
antes de dirigirse al Artico.
"Es la masacre de uno de los más grandes espectáculos
de la fauna", aseguró Aldworth, del Fondo Internacional por el Bienestar
Animal.
"El grupo de crías es absolutamente hermoso y perfecto
días antes de que lleguen los cazadores. (...) Y esa paz en el hielo
es destrozada por cazadores que golpean y disparan a todo lo que está
a la vista", añadió.
Pese a críticas de grupos de defensa de animales
y de la prensa internacional, la caza de focas todavía tiene un
amplio respaldo en la prensa canadiense.
El sábado la Gazette de Montreal señaló,
en tono burlón, que "liberales de limosina desde Manhattan hasta
Knightsbridge (en Gran Bretaña) están frenéticos y
firmando peticiones sobre el destino de las lindas crías de focas
en la costa oriental de Canadá".
El periódico ofreció también una
receta de pastel de foca, un plato tradicional de Newfoundland.
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