México D.F. Miércoles 14 de abril de 2004
Hay cinco personas desaparecidas, informó
el Fray Bartolomé de las Casas
Admite el edil de Zinacantán que envió
patrullas para bloquear a los zapatistas
El PRD realizó un plebiscito para designar candidato
a la alcaldía a un vecino de Pasté
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Zinacantan,
Chis. 13 de abril. La trama zinacanteca es, como sus famosos bordados
morados y malva, más complicada de lo que parece a primera vista.
Los mismos grupos, hoy perredistas, que se han adueñado del poder
político local, fueron los responsables del ataque armado contra
la marcha de bases de apoyo del EZLN en Jech'vó este sábado.
Su actitud y mensaje son claros: pretenden impedir la existencia de zapatistas
en resistencia y no aceptan su autonomía. Sin embargo, por lo menos
13 comunidades de Zinacantán poseen un número significativo,
y en ocasiones mayoritario, de bases de apoyo del EZLN.
Mientras el edil Martín Sánchez Hernández
daba esta tarde una notable conferencia de prensa en el ayuntamiento, el
Partido de la Revolución Democrática realizaba un plebiscito
en la plaza de Zinacantán para elegir a Antonio Jiménez como
candidato a próximo presidente municipal en las elecciones estatales
que se realizarán este año. Su designación, como quiera,
ya estaba decidida, y él vendría siendo (de ganar los comicios,
claro) el sucesor directo de Sánchez Hernández.
La conferencia de hoy fue notable, pues en ella el presidente
municipal reconoció haber enviado "dos comisiones" (o sea patrullas)
a Pasté la tarde del 10 de abril para bloquear el paso de los zapatistas.
No obstante, trató de culpar a los zapatistas de destruir las patrullas
como causa (y no efecto) de la agresión que sufrieron. Insistió
en que las camionetas policiales presentaban orificios de bala, pues los
zapatistas habrían disparado contra ellas, cosa que todos los testigos
presenciales sabemos que no ocurrió nunca. Los balazos en las unidades
provienen de las armas de los perredistas de Pasté, quienes primeramente
aprovecharon las pick up municipales para bloquear el paso a los
miles de zapatistas reunidos en Jech'vó.
En este municipio tzotzil pasan muchas cosas. Los nuevos
caciques de Nachig, Pasté y Navenchauc, apoyados en el crecimiento
demográfico de sus pueblos, han rebasado la tradicional estructura
de poder que se concentraba en esta cabecera municipal. Muchos de ellos
expulsados del PRI, hoy se identifican como vanguardia y fuerza del PRD.
"Si no veníamos a la votación, nos iban
a cobrar 100 pesos de multa", dice un indígena que participa en
el plebiscito perredista. El peculiar proceso "electoral" de hoy fue realizado
por el partido del sol azteca "para que todos vean que aquí estamos
bien fuertes. Este municipio no lo vamos a perder".
Un dato curioso: mientras la administración perredista
"castiga" a los zapatistas privándolos de agua por, presuntamente,
negarse a cooperar con los cargos comunitarios, se sabe que Martín
Sánchez Hernández nunca aceptó cargos, pues sus negocios
eran más importantes. Sólo cambió de parecer cuando
lo designaron síndico y después presidente municipal.
Y por no dejar, ¿sabe el lector de dónde
procede el flamante candidato Antonio Jiménez? De Pasté,
la comunidad que orquestó la emboscada a la marcha zapatista el
sábado. Así, mientras los representantes del PRD nacional
Gerardo Fernández Noroña y Martha Sánchez acompañaban
al alcalde en su conferencia y ensalzaban las tradiciones democráticas
de su partido en Zinacantán, el cacicazgo de Nachig se prolongaba
inexorablemente. De Nachig procede Martín Sánchez, próspero
comerciante que, a la sazón síndico, hace un año llegó
al puesto actual como suplente de Domingo de la Cruz (también de
Nachig). Este, siendo electo primer alcalde perredista de Zinacantán,
hubo de renunciar al cargo luego de la ejecución de dos priístas
en esta cabecera municipal el 4 de marzo de 2003, en un violentísimo
enfrentamiento con perredistas.
Todavía hoy se pueden ver los destrozos en las
oficinas del PRI, separadas por una calle de la plaza y el ayuntamiento.
Los asesinatos permanecen impunes. Si bien se ha hecho creer que fueron
producto de un confuso incidente "intercomunitario" por el control de la
presidencia municipal, es aquí vox populi que para realizarlos
fueron contratados cuatro pistoleros de los suburbios sancristobalenses,
quienes habrían aprovechado el enfrentamiento para ejecutar su "trabajito".
Cinco desplazados siguen desaparecidos
De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé
de las Casas (CDHFBC), hasta hoy seguían desaparecidas cinco personas,
bases de apoyo del EZLN, a raíz de los acontecimientos en Jech'vó
(paraje que ha crecido estos años hasta convertirse en toda una
comunidad, si bien formalmente aún forma parte de la comunidad de
Pasté).
En un amplio documento, el CDHFBC afirma que el conflicto
"por agua" no fue resuelto por ineficacia gubernamental. "Diversos funcionarios
estatales y municipales han sido responsables de violaciones de derechos
humanos por acción u omisión. Este centro ha documentado
y monitoreado estos actos, y ha podido ubicar violaciones del derecho al
agua, a la integridad y seguridad de las personas, al libre tránsito,
a la propiedad, a la protección, conservación y acceso de
lugares sagrados, como son los pozos de agua en la cultura y cosmovisión
indígena."
De igual manera, el CDHFBC documenta las diversas acciones
que las familias afectadas por el corte de agua y sus autoridades autónomas
"han realizado para evitar una confrontación mayor, como las reuniones
con autoridades municipales y estatales, representantes del PRD, militantes
perredistas; comunicaciones de la junta de buen gobierno al ayuntamiento
de Zinacantán, así como la búsqueda de abastecimiento
del líquido por sus propios recursos o con el apoyo de organizaciones
sociales, y gestiones administrativas para permitir el paso de pipas de
agua".
El centro solicitó por escrito a la Secretaría
de Pueblos Indios (SEPI), a petición de las familias afectadas,
su intervención para garantizar el acceso de las pipas. Como respuesta
obtuvo el compromiso verbal de las autoridades municipales y de la SEPI
de respetar el libre tránsito. "Sin embargo, pese a que la información
sobre los diferentes sucesos, agresiones y violaciones a derechos humanos
fueron del conocimientos de diversas instancias del gobierno (ayuntamiento
de Zinancantán, SEPI, oficina del comisionado para la reconciliación
de comunidades en conflicto y la propia Secretaría de Gobierno),
la respuesta fue sumamente limitada e ineficaz por su parcialidad, convirtiéndose
en un factor determinante para que acontecieran los lamentables hechos
del 10 de abril".
Durante la madrugada del domingo 11 de abril, el CDHFBC
mantuvo comunicación telefónica con habitantes de Jech'vó,
"quienes reportaron daños a viviendas, a un tanque de agua y a una
tienda, así como amenazas a la integridad y seguridad de las bases
zapatistas, por parte de militantes perredistas; también nos informaron
que por los altavoces las autoridades de Jech'vó avisaron a los
agresores que se retiraran a sus casas y escondieran todo. Perdimos la
comunicación con ellos alrededor de la una de la mañana".
En el transcurso de esa noche se solicitaron medidas cautelares a la Secretaría
de Gobierno, la cual envío efectivos de seguridad pública
y evitó una posible matanza.
"Preocupa que pese a la reiterada garantía de funcionarios
de gobierno de libre tránsito, vehículos de la policía
municipal obstruyeron el camino para impedir que la caravana zapatista
saliera de la comunidad de Pasté, como consta en videos y fotografías
del día de los hechos", agrega el centro.
"Tenemos reportes de por lo menos cinco personas desaparecidas,
las cuales estamos tratando de localizar entre las familias desplazadas".
El CDHFBC considera que "mientras los diferentes niveles de gobierno sigan
tratando estos sucesos como hechos aislados, aduciendo causas de tipo religioso
o intercomunitarias, desvirtuando identidades y acciones de los sujetos
sociales, dando propuesta sólo de contención o administración
de conflictos, favorecen el fortalecimiento de cacicazgos locales y regionales,
violaciones a los derechos humanos y persistencia de la impunidad, así
como la no generación de condiciones de paz".
Se contradicen autoridades de Chiapas en torno
a la situación que priva en la zona
El edil de Zinacantán responsabiliza a los zapatistas
del enfrentamiento
Envía CEN perredista comisión para conocer
el problema y, si hay acciones ilegales, frenarlas
ANGELES MARISCAL Y ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSALES
El alcalde de Zinacantán, Martín Sánchez
Hernández, afirmó que fueron los zapatistas quienes provocaron
el enfrentamiento con los militantes perredistas el pasado sábado
en la comunidad de Pasté.
Al
mismo tiempo, enviados del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido
de la Revolución Democrática (PRD) al municipio dijeron que
"plantear que (el de Zinacantán) es un problema entre perredistas
y zapatistas es inexacto", y añadieron que si de parte de las autoridades
municipales "hay acciones ilegales o malas intenciones en este caso, se
tomarán medidas para frenarlas, además de que se impondrán
sanciones".
Aseguraron que el gobierno de Chiapas "tiene una responsabilidad
grande de resolver el conflicto, que excede a los gobiernos municipales,
además el PRD debe encontrar una manera de discutir con el gobierno
estatal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)
cómo tener una solución a este tipo de problemas".
Mientras, en Tuxtla Gutiérrez, entre contradicciones
de secretarios del gobierno estatal encargados de resolver el conflicto
de Zinacantán, la coordinación de Comunicación Social
del estado de Chiapas informó que las familias que salieron de sus
comunidades ante el temor de ser agredidas iniciaron el retorno a sus hogares.
De forma casi paralela, los secretarios de Seguridad Pública
y de Gobierno, Horacio Schroeder Bejarano y Rubén Velázquez,
respectivamente, continuaron asegurando que la situación en dicho
municipio era de "tranquilidad" y negaban inclusive la existencia de desplazados.
Las autoridades reconocen que a raíz de los hechos
del pasado sábado, "93 familias, que se dicen simpatizantes del
EZLN, de las comunidades Elambó Alto, Elambó Bajo, Jech'vó
y Yalentay se autodesplazaron por miedo a lo que pudiera pasar".
Señala que para el lunes, 20 familias de la comunidad
Yalentay fueron las primeras en retornar a sus casas. Añade que
"por el momento existe seguridad en la zona".
En entrevistas por separado, pocas horas antes de que
se diera conocer el referido comunicado, el secretario de Seguridad Pública
sostuvo que si bien en el lugar hay medio millar de policías que
fungen como garantes de la seguridad en la zona, "en Chiapas se respira
paz y tranquilidad".
En este mismo sentido, el secretario de Gobierno negó
que hubiera desplazados a raíz de los hechos del sábado,
e incluso manifestó: "en todo caso se trata de autodesplazados".
Por la tarde, el alcalde perredista convocó a una
conferencia de prensa en la
cabecera de Zinacantán -donde simultáneamente
miles de perredistas participaban en un plebiscito para elegir por usos
y costumbres a su candidato a la alcaldía, que será Antonio
de la Cruz Méndez, de Pasté- para dar a conocer su versión
de los hechos sangrientos del sábado pasado en los cuales más
de 30 indígenas, la mayoría bases de apoyo del EZLN, resultaron
heridos de bala.
El presidente municipal dijo que el problema empezó
en Pasté cuando los indígenas zapatistas regresaban de la
comunidad de Jech'vó de entregar agua a sus compañeros, quienes
carecen del líquido desde finales de diciembre pasado, cuando los
perredistas les suspendieron el servicio, con el argumento de que no aceptan
cargos comunitarios ni cooperan para la realización de obras de
beneficio colectivo.
Explicó que él se enteró de la caravana
zapatista hasta ese mismo sábado,
cuando se encontraba en la comunidad de Nachig, cercana
a Pasté, en una reunión que con motivo de la Semana Santa
se realiza cada año por esos días. Manifestó que al
enterarse el problema en Pasté envió "tres comisiones para
que calmaran" a los perredistas, pero "no las dejaron pasar".
Al preguntársele si el CEN sancionará a
las autoridades perredistas de este municipio indígena, respondió:
"si hay acciones ilegales o malas intenciones se tendrán que tomar
medidas para que paren y haya sanciones".
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