México D.F. Martes 6 de abril de 2004
En el segundo día de actividades también actuaron Mono Blanco y Patita de Perro
Lila Downs estremeció con su interpretación de Paloma negra en el Festival de Zacatecas
ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO
Zacatecas, Zac., 5 de abril. La música del México profundo, de raíz, en la voz de la cantante oaxaqueña Lila Downs, cerró el segundo día del 18 Festival Cultural Zacatecas 2004, en la Plaza de Armas, llena hasta el tope, sobre todo por los oriundos de esta ciudad rodeada de cerros y cubierta por un cielo azul. Fue sorprendente la interpretación de Paloma negra, que hiciera famosa Lola Beltrán; Lila hizo estremecer, temblar el alma, sentir escalofrío.
"šYa agarraste por tu cuenta las parrandas...!", fue coreado por miles de personas que tienen las canciones de Downs muy bien aprendidas, a pesar de que no se le escucha en radio. Alegró con una cumbia que intercaló fragmentos de El sirenito, de Rigo Tovar, y La iguana, "una canción reptileana"; hizo llorar con La Llorona, en su versión de cante hondo.
Orgullosa de su origen, subió al escenario con sus largas trenzas, su huipil y una falda tehuana. En sus lóbulos, grandes aros dorados; sus cejas, pobladas, oscuras. Cuando cantó su rap de La cucaracha -en cuya letra hace crítica al gobierno corrupto- cosechó admiración de quienes no la habían oído y que descubrieron que no todo está en el dial de la radio comercial.
Interpretó algunas piezas que estarán contenidas en su nuevo disco, Una sangre, que saldrá el 15 de junio próximo. Algunas parejas bailaron los chuntatas modernizados por Paul Cohen, compañero de Lila. Resaltaron el tañer de Celso Duarte en el arpa y el bajo de Aarón Cruz.
Acabado su concierto, dijo que había sido su primera presentación en Zacatecas, lugar que le emociona por la gran cantidad de personas que van a trabajar a Estados Unidos. "Muchos medios de comunicación están atentos a las expresiones culturales del México profundo. Hay un público maravilloso para ese tipo de manifestaciones.
"Soy una hormiga más que va aportando con su trabajo. Estar en un lugar abierto, como fue en esta ocasión, es importante porque se comparte la música. Me gustaría hacer esto siempre. Aquí hizo frío, pero cantar para públicos que no me conocen es un reto."
Tema de músicos y artistas plásticos
El fenómeno migratorio es importante en el discurso personal y artístico de Lila: "Esa problemática la están recuperando no sólo algunos músicos, sino los artistas visuales, plásticos, perfomanceros. La música popular expresa ese deseo tan necesario para todos nosotros. Incluso los narcocorridos son documentos de esa cultura. Sí ha habido abuso. Hay algunas cosas increíbles".
Su nuevo disco, informó, estará dedicado a las mujeres, "como Digna Ochoa; hay una canción en la lengua triqui. Lo de las asesinadas en Ciudad Juárez es dolor y vergüenza".
Para ella, la distinción entre lo popular y lo culto remite a una postura de "puristas de la música mexicana que no desean hacer mezclas, pero parece que cada vez hay más fusiones. He trabajado mucho con jazzistas, a quienes les es difícil reconocer la música popular. La percepción va cambiando y el gusto es más amplio".
Antes que Lila estuvo en la Plaza de Armas el grupo de música jarocha Mono Blanco, que divirtió con sus comentarios chuscos, como el nuevo verbo envidear, referente a la moda de sacar video a toda acción chueca.
Cantó su ya tradicional son El mundo se va a acabar. Al tocar La morena aludió a que el son es música para cantar poesía. "Cada copla es un mundo aparte y cada coplero canta a su modo, sin incitar al alcoholismo."
En otro punto de la ciudad, el grupo de rock para niños Los Patita de Perro llenaba la Plaza 450. Ante unas 600 personas, Nacho, Charlie y Pancho interpretaron 12 temas, e intercalaron motivaciones diversas, como risas y bromas. Comentaron que, en general, los niños son muy parecidos, pero los de las grandes urbes son menos participativos y muy críticos, mientras los de provincia se entregan con mayor inocencia.
Se fueron a pata cantando Pompín, Las tortillas, Motoperros, Vamos a brincar, Los derechos de los niños y Chin chin.
Para los organizadores, "esto apenas se va calentando".
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