Seguridad fronteriza, irregular y deficiente: CCAAN

Falta de información limita control de residuos peligrosos

ANGELICA ENCISO L.

La falta de información en los pasos transfronterizos de residuos peligrosos entre México, Estados Unidos y Canadá es el principal problema para aplicar la legislación en este rubro, señala la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCAAN).

En el informe preliminar del trabajo El cruce de la frontera, oportunidades para mejorar el rastreo de embarques transfronterizos de residuos peligrosos en América del Norte, que está sujeto a comentarios ciudadanos, se destaca que cada año importadores y exportadores embarcan cientos de miles de toneladas de residuos peligrosos entre los países miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Indica que de acuerdo con los resultados de los talleres que se han realizado, los participantes -organizaciones no gubernamentales, académicos y representantes industriales- coincidieron en que la seguridad fronteriza es irregular y potencialmente deficiente.

El texto indica que los inspectores de aduanas de cada país sólo revisan un reducido porcentaje de los embarques de residuos peligrosos. En Canadá, por ejemplo, se han encontrado cargamentos sin los trámites correspondientes en las inspecciones fronterizas.

Además, agrega, en ninguno de los países firmantes del TLCAN existe un sistema integrado que comparta electrónicamente datos para ubicar la documentación adecuada sobre residuos peligrosos que se exige a cada cargamento. "Los inspectores aduanales carecen de medios automáticos para identificar la documentación adecuada sobre residuos peligrosos que se exige a cada embarque", advierte.

Puntualiza que las dependencias ambientales y de aduanas utilizan sistemas de clasificación diferentes para rastrear los embarques de residuos peligrosos, lo cual dificulta a las instancias de gobierno la congruencia en los informes sobre cantidades y tipos de sustancias que atraviesan sus fronteras.

Las prácticas actuales de intercambio de datos entre los gobiernos limitan la capacidad de cualquier dependencia gubernamental para rastrear los residuos peligrosos desde el lugar de generación hasta su destino final.

Los tres países requieren manifiestos de carga para los movimientos de estos residuos sólo dentro de sus fronteras y únicamente Canadá tiene un sistema que enlaza la información de los manifiestos con las notificaciones sobre importaciones y exportaciones.