México D.F. Martes 6 de abril de 2004
Afloran en la sesión los casos conocidos
que enfrentan panistas y perredistas
Debaten partidos en la ALDF cuál es más
corrupto; llamado a la civilidad
Los diputados aún no han sido capaces de integrar
la agenda legislativa del actual periodo
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Durante
casi dos horas, diputados de PRD y PAN se enfrentaron desde la tribuna
de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), pero no para definir
la aún inexistente agenda legislativa o para establecer esquemas
que beneficien a los habitantes de la ciudad, sino para ver qué
partido era más corrupto que el otro o, como dijera ante el pleno
el perredista Rafael Hernández Raigosa, "quién tiene la cola
más larga".
Los diputados del sol azteca sacaron a colación
los casos Amigos de Fox, Marta Sahagún y la Fundación Vamos
México, el rebase de los topes de campaña de Fernando Aboitiz
y la Cuenta Pública de 2002; a su vez, los panistas empezaron con
los videos de René Bejarano, los delegados Carlos Imaz y Octavio
Flores Millán, Rosario Robles, y terminaron cuestionando la actuación
del procurador de Justicia, Bernardo Bátiz, y el caso Nico.
Sin embargo, priístas y pevemistas, espectadores
de la confrontación, también salieron raspados en
la discusión.
Al final, cuando habían sacado todos los trapitos
al sol, los coordinadores hicieron un llamado urgente a firmar un acuerdo
de civilidad que permita elevar el nivel del debate parlamentario, superar
la etapa de los escándalos políticos y las recriminaciones,
y trabajar en favor de los habitantes del Distrito Federal.
El detonador de la acalorada sesión fue la intervención
en tribuna del coordinador electo del PRD, Carlos Reyes Gámiz, quien
hizo un análisis crítico de la situación actual de
su partido y la necesidad de restaurar su autoridad moral, además
de la convocatoria a todas las fracciones para modificar el marco legal
vigente y combatir con mayor eficacia la corrupción.
La panista Gabriela Cuevas criticó la "honestidad
valiente" del jefe de Gobierno y, según ella, el estado de ingobernabilidad
en que sumió a la ciudad y sus habitantes por el actuar de Gustavo
Ponce, René Bejarano, Ramón Sosamontes, Rosario Robles y
demás, contra quienes pidió aplicar todo el peso de la ley.
Julio Escamilla y Rafael Hernández, del PRD, argumentaron
la actuación "pronta y contundente" del gobierno de la ciudad en
los casos recientes de corrupción, y echaron en cara a los panistas
la actuación de su partido y de la administración federal
en los casos Vamos México, Amigos de Fox, Fobaproa y Fernando Aboitiz,
e incluso los retaron a que firmaran un punto de acuerdo institucional
para pedir que se aclaren esos hechos.
Jorge Lara, del blanquiazul, les increpó
que en un "arranque de cinismo" trataran de "aventar lodo a los demás",
y los exhortó a ser "serios y responsables".
En respuesta, Víctor Varela, del sol azteca, les
dijo: "ustedes tienen dos delincuentes gobernando: Vicente Fox y Fernando
Aboitiz. Uno recibió dinero del extranjero y el otro rebasó
los topes de campaña".
Y en la búsqueda de amainar los ánimos desbordados,
Reyes Gámiz pidió no desgastarse en "debates estériles".
La secretaria de la Comisión de Gobierno, Lorena Villacencio, pidió
a su vez no convertir a la ALDF en arena de confrontación permanente
y convocó a la oposición a llegar a un acuerdo de civilidad,
lo cual tuvo eco en los coordinadores del PAN, José Espina, y del
PRI, Manuel Jiménez Guzmán.
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