México D.F. Martes 6 de abril de 2004
Las pasadas nueve noches, base aérea
de EU ha sido blanco de fuego de morteros
Invasores sitian Fallujah y con tanques y helicópteros
atacan otras dos ciudades
Mueren 40 iraquíes y 8 estadunidenses en batalla;
al estilo israelí, tropas de ocupación levantan muros y realizan
incursiones aéreas Reviven orden de captura contra el clérigo
Sadr
ROBERT FISK THE INDEPENDENT
Bagdad, 5 de abril. No conformes con rodear la
mayor ciudad sunita al oeste de Bagdad con tanques, transportes blindados
de tropas y pesadas ametralladoras, las fuerzas estadunidenses utilizaron
helicópteros Apache para atacar este lunes el populoso suburbio
musulmán chiíta de Shoula, enviaron docenas de sus pesados
tanques de batalla a las chozas de Ciudad Sadr y luego desenterraron una
orden de aprehensión contra el clérigo chiíta Moqtada
Sadr, quien de seguro deseaba con fervor que los estadunidenses hicieran
precisamente eso.
En el curso de la noche, las batallas a tiros en Ciudad
Sadr habían costado la vida a 40 iraquíes y por lo menos
ocho estadunidenses, pero este lunes en las calles inundadas de aguas negras
se repartían cartas supuestamente escritas por pobladores de la
ciudad sunita de Fallujah, a la que se acaba de poner un cerco de mil 200
marines.
"Los
apoyamos, hermanos nuestros, en su lucha", decían las cartas. Si
son auténticas, debe bastar con ellas para que el procónsul
Paul Bremer se pregunte si logrará arrancar a Washington de Irak.
Los británicos necesitaron tres años para ganarse la enemistad
tanto de sunitas como de chiítas en 1920. Los estadunidenses lo
están logrando en menos de un año.
La anarquía ha sido una constante de nuestra ocupación
desde los primeros días, cuando dejamos que los saqueadores e incendiarios
destruyeran la infraestuctura y la historia de Irak. Pero ahora la ilegalidad
se vuelve contra nosotros. Nos estamos hundiendo en ella, junto con un
pueblo con el cual no tenemos en común ni el idioma ni la religión
ni la cultura.
Oficialmente, Bremer y su presidente se yerguen para advertir
que no "tolerarán" la violencia ni a quienes se oponen a la democracia,
pero los funcionarios de la ocupación -en anticipación a
una insurrección mucho más violenta- analizan en privado
las implicaciones de la ley marcial. Y si bien tanto Bremer como Bush insisten
en público en que la "entrega" formal de la "soberanía" iraquí
todavía se llevará a cabo el 30 de junio, expertos en derecho
que asesoran al "consejo gobernante" escogido por Washington han estado
considerando también un aplazamiento de varios meses. Muchos iraquíes
se preguntan ahora si los estadunidenses desean un desastre en Irak.
De seguro que no, pero la violencia de este día
contó su historia de torpes operaciones militares y provocaciones
políticas, que sin duda traerán mayor apoyo al antipático
y fanfarrán clérigo chiíta, a quien Bremer quiere
ahora encarcelar bajo el supuesto cargo de planear el bárbaro asesinato
de un clérigo chiíta pro occidental, Abdul-Majed el-Khoi.
Este lunes, Sadr estaba rodeado de sus milicianos en una mezquita de Kufa,
donde con regularidad lanza sus denuncias contra la ocupación.
Dan Senor, vocero de la potencia ocupante, no quiere decir
a nadie cuál es la evidencia que se tiene contra Sadr, aunque supuestamente
debe haberla, puesto que un juez iraquí emitió una orden
de captura hace unos meses que tampoco se da a conocer.
La respuesta militar a las atrocidades cometidas la semana
pasada contra cuatro mercenarios estadunidenses en Fallujah ha consistido
en rodear la ciudad entera y anunciar el cierre de la carretera internacional
que une a Bagdad con Ammán y Damasco, con lo cual se suspende prácticamente
todo intercambio económico de Irak con sus dos vecinos del oeste.
Nadie sabe qué provecho habrá en esto para
el "nuevo" Irak. Se han colocado enormes murallas de concreto sobre la
carretera y con vehículos militares se ahuyenta a los civiles que
intentan rodearlas. Al parecer se planea ahora una prolongada serie de
allanamientos de casas, al estilo israelí, en Fallujah, para buscar
a los hombres armados que fueron los primeros en atacar a los cuatro estadunidenses,
cuyos cadáveres fueron después desnudados, mutilados y colgados.
Los ataques con helicóptero en Shoula -por estremecedora
coincidencia, el mismo suburbio en el cual un avión estadunidense
masacró a civiles durante la invasión del año pasado-
parecían la copia al carbón de cualquier incursión
aérea israelí en Cisjordania y Gaza. De hecho, los iraquíes
están bien conscientes de que los militares de Estados Unidos solicitaron
y obtuvieron del gobierno de Sharon las llamadas "reglas de compromiso".
Las pérdidas de los estadunidenses en las 24 horas pasadas -por
lo menos 12 muertos y muchos soldados heridos- no se acercan a las de los
iraquíes, pero es probable que sus enemigos pronto los rebasen en
número. Los combatientes de Estados Unidos en Ciudad Sadr calculan
que pelean contra 500 de los hombres de uniforme negro del ejército
del Mahdi, quien sirve a Sadr. Aun así, el uso de helicópteros
Apache en un distrito de alta densidad de población para
cazar pistoleros plantea nuevas preguntas sobre las reglas por las que
supuestamente se guían los soldados de la ocupación.
A los británicos les fue mucho menos peor en Basora,
donde evitaron la violencia con milicianos que se habían apoderado
del ayuntamiento, y no hirieron a nadie en un breve tiroteo. En Najaf,
una vez más los soldados españoles se trenzaron en una balacera
con milicianos. La triste verdad, sin embargo, es que las potencias ocupantes
encaran ahora una insurrección de fuerza variable en todas las ciudades
importantes del país.
Sin embargo, aún se niegan a enfrentar esa verdad.
En las nueve noches pasadas, por ejemplo, la gran base aérea estadunidense
cercana al aeropuerto de Bagdad y la zona que rodea a las terminales ha
sido blanco de fuego de morteros. Las potencias ocupantes han mantenido
en secreto este hecho. "Las cosas están mal y se pondrán
peor", dijo hoy un oficial de las fuerzas especiales, cerca del aeropuerto.
"Pero nadie se lo va a decir, sea porque no lo sabe o porque no quiere
que usted lo sepa."
En cuanto a Sadr, sin duda tratará de rodearse
de escuadrones de pistoleros y seguidores, con la esperanza de que los
estadunidenses no se atrevan a abrirse paso a sangre y fuego hacia él.
O se irá a la clandestinidad y se convertirá en otro "enemigo
de la democracia" al cual convertir en bestia en la retórica de
campaña de las elecciones estadunidenses. O, lo que sería
quizá mucho más grave, su captura puede desencadenar mucho
mayor violencia de sus partidarios. Y todo empezó, recordémoslo,
porque Bremer decidió proscribir un semanario barato, con circulación
de 10 mil ejemplares, porque según él "incitaba a la violencia"
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya
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