Ganan docentes hasta 30% menos que en zonas urbanas

Preocupante situación de la enseñanza rural en América Latina, dice ONG

La educación rural en América Latina podría "entrar en un espiral descendente", debido a la aplicación de una política que no incentiva el trabajo de los docentes en regiones marginadas y que "castiga" sus ingresos, limita su acceso a la capacitación y a la posibilidad de un ascenso en la carrera magisterial, afirma un análisis del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe (Preal), organismo internacional no gubernamental.

En el estudio Remuneración de los docentes en 12 países latinoamericanos, se indica que en ninguno de los países analizados se compensa el sueldo mensual por trabajar en áreas "difíciles", mientras que en la mitad de éstos, la percepción económica de los maestros rurales tiene una desventaja que va de 10 a 30 por ciento en comparación con los docentes que laboran en escuelas urbanas.

"Este padrón contrasta marcadamente con el de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en los cuales se asignan ajustes de sueldo o gratificaciones por el desempeño, la ubicación de las escuelas y las funciones docentes o administrativas adicionales, lo que genera gratificaciones que varían de entre 15 y 20 por ciento de los sueldos"

Luego de un análisis de las variables que inciden en la remuneración económica de profesores en América Latina, como experiencia, grado de estudios y años de educación, se concluye que la situación de los maestros en zonas rurales "no es tan buena como la de sus colegas en zonas metropolitanas", lo que agrava las carencias que existen en la enseñanza y la falta de infraestructura para la educación básica.

Agrega que debido a una "estructura de incentivos adversa", los maestros rurales pueden estar "significativamente rezagados" de los profesores asignados a zonas urbanas, además de que se tiene indicios, asegura, de que una menor remuneración "atrae a personal menos calificado".

Esta situación impacta en la experiencia y años de escolaridad de quienes deciden iniciar su labor como maestros en zonas rurales y marginadas, pues en la mayoría de los casos tienden a exhibir menos años de estudio y experiencia, lo que podría generar que la educación rural "entre en un espiral descendente si no se toman medidas para atraer y retener a los buenos maestros".