México D.F. Viernes 2 de abril de 2004
Afirman que este grupo social no está
en crisis; debe combatirse la violencia interna
Las familias actuales sólo reflejan la pluralidad
de la sociedad: ONG católica
Retrógradas, las conclusiones de un congreso
reciente sobre el tema, asegura activista
ANGELES CRUZ Y CAROLINA GOMEZ MENA
Todas las formas de familia son respetables, tienen derecho
a existir, a ser diferentes, y han cambiado pero no están en crisis,
como sí ocurre con el concepto de familia autoritaria, la que tiene
como sirvientas a las mujeres de la casa, así como la violenta,
que afecta la autoestima y la seguridad de sus miembros, afirmó
la organización feminista Católicas por el Derecho a Decidir.
Guadalupe
Cruz Cárdenas, integrante de la agrupación, reiteró
que no existe una forma única de familia, sino múltiples
maneras de relaciones sociales, por lo que el Congreso Mundial de Familias,
organizado por grupos conservadores, únicamente pretende ocultar
la incapacidad del Estado para garantizar una vida digna a los hogares
mexicanos.
Retomó los resultados de la encuesta realizada
en 2003 por Católicas por el Derecho a Decidir y Population Council,
según la cual la mayoría de las personas está de acuerdo
con el divorcio y el derecho de lesbianas y homosexuales a expresar su
orientación sexual. Además, 97 por ciento de los entrevistados
opinó que la violencia doméstica es un delito y debe denunciarse.
Ante la pluralidad, dijo, en el país se requieren
políticas públicas laicas e incluyentes. Al Estado no le
corresponde definir cuál es una "buena" forma de ser familia, sino
promover el respeto a la diversidad, erradicar la discriminación
y garantizar la igualdad de oportunidades. Refrendó el derecho de
las personas a cobrar una pensión por viudez, a heredar a sus parejas,
a disfrutar de beneficios sociales y fiscales, a garantizar sus bienes
en caso de separación y a la adopción, incluso para los solteros,
gays o lesbianas.
En ese mismo sentido, debe preservarse el derecho de una
madre soltera a obtener un crédito del Infonavit, así como
garantizar el derecho a la educación al hijo de padres con VIH/sida,
señaló la activista.
Durante una conferencia de prensa en la que fijó
la postura de Católicas por el Derecho a Decidir frente al congreso
que tuvo lugar esta semana en la ciudad de México, y en el cual
los grupos conservadores arremetieron contra las familias diferentes, homosexuales
y lesbianas, Cruz Cárdenas afirmó que para los católicos
las familias son muy importantes por "el flujo permanente de afectos, ayudas,
cuidados y redes de solidaridad económica que redundan en bienestar
individual y colectivo".
Sin embargo, esas estructuras han cambiado y, de hecho,
expresan la pluralidad de las sociedades modernas. Varios factores han
incidido en este nuevo panorama, entre ellos el cambio experimentado por
la mujer dentro de la sociedad, las nuevas formas de convivencia impulsadas
por los derechos humanos y las nuevas formas de ejercer la autoridad, afirmó
la activista.
Todavía con dificultades, expuso, se reconoce la
autonomía y la diferencia de cada miembro del núcleo familiar,
pero ya se empieza a dar lugar a las nuevas formas de convivencia, como
las constituidas por personas del mismo sexo. En el otro extremo, señaló
Cruz Cárdenas, las sociedades se enfrentan a viejos y nuevos problemas
como la violencia contra las mujeres, que hoy es más visible porque
se denuncia, y el desempleo, que es causa de una crisis de identidad masculina
por el cuestionamiento de su autoridad basada en el papel de principal
proveedor.
Activistas condenan el congreso de familias
Los contenidos y acuerdos tomados durante el tercer Congreso
Mundial de Familias son "retrógrados" consideró José
Aguilar Gil, presidente de la organización civil Democracia y Sexualidad
(Demysex), quien consideró que lo expuesto durante este encuentro
no sólo "cayó en lo moralista y fundamentalista, sino que
también mostró una visión simplista de la realidad
de las familias nacionales".
Jesús Hernández, presidente del capítulo
mexicano del Congreso Mundial de Familias, sostuvo que se "malinterpretó
el objetivo del congreso", y afirmó que éste fue "positivo
y propositivo", que la intención es "mejorar a la familia" y que
nunca se planteó como un encuentro que condenara a un determinado
sector.
En entrevista, Aguilar Gil detalló que los contenidos
presentados "tuvieron muy poco rigor científico, y las propuestas,
casi nula objetividad", y agregó que es prácticamente "incomprensible"
que en los albores del siglo XXI se "intente imponer un solo tipo de familia",
cuando la realidad apunta a que son diversas sus formas.
Para Aguilar, aunque no sería democrático
prohibir que se realicen este tipo de reuniones que se "contraponen a ciertas
políticas de Estado, tales como la de planificación familiar",
sí se debe evitar que el gobierno las "avale" con la presencia de
sus funcionarios.
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