México D.F. Miércoles 31 de marzo de 2004
La investigación de la Contraloría
del GDF sobre el Grupo Quart inició desde 2001
En enero pasado, Ahumada supo que autoridades capitalinas
iban tras él
A principios de 2004 se giraron órdenes de aprehensión
contra tres de sus empleados
La investigación de la Contraloría del Gobierno
del Distrito Federal (GDF) sobre las obras adjudicadas al Grupo Quart inició
desde el año 2001. Asignación de contratos multianuales en
paquete, en el mismo día y sin competencia en los procesos de licitación;
incumplimiento de las bases de los concursos, y millonarios pagos por adelantado,
fueron algunas de las irregularidades que se encontraron. Y ante el cúmulo
de evidencias empezaron a cancelarse contratos al consorcio. El más
importante: el que se le había asignado para la construcción
del distribuidor vial de San Antonio.
Pero
no fue sino hasta enero de este año cuando se tuvieron elementos
para actuar penalmente contra el grupo constructor del empresario Carlos
Ahumada Kurtz, al descubrirse un fraude por 31 millones de pesos en la
delegación Gustavo A. Madero. Salió a relucir entonces la
red de complicidades que el empresario tejió con algunos funcionarios
capitalinos.
En ese mismo mes, todavía como un próspero
empresario, Ahumada Kurtz organizó un partido de futbol al que invitó
a jugar al procurador general, Rafael Macedo de la Concha. En la cancha
de su periódico se enfrentaron los equipos de la Procuraduría
General de la República (PGR) y de El Independiente. También
en ese mes, en los últimos días, empezaron las reuniones
del empresario con el senador panista Diego Fernández de Cevallos.
Ahumada Kurtz ya sabía que las autoridades capitalinas iban en su
contra. Y empezaba a preparar su defensa.
Todo porque en el fraude que se perpetró contra
las finanzas delegacionales, y en el que presuntamente estuvo implicado
el ex secretario de Finanzas del Distrito Federal Gustavo Ponce, Ahumada
Kurtz se valió de seis empresas fantasma, por medio de las
cuales hacía transferencias a las cuentas de otras compañías
de su grupo.
Y porque ya sabía que el 28 de enero se habían
girado las órdenes de aprehensión en contra de sus empleados
José Elías Rodríguez Razo, Luis Rey Angeles y Carlos
Herrera Chavira, así como de Blanca Estela Hernández Puga
y Carlos Alvarez Cardozo, funcionarios de la Secretaría de Finanzas.
La historia empezó a descubrirse el lunes primero
de marzo, cuando en televisión abierta se difundió un video
en el que Ponce Meléndez aparecía jugando en el casino del
hotel Bellagio, de Las Vegas.
Al día siguiente, cuando el jefe de Gobierno del
Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, apenas explicaba
que la investigación para descubrir a los funcionarios corruptos
de su gobierno ya estaba en curso y que si no la había dado a conocer
era para no entorpecer la indagatoria, se difundió una nueva grabación
que involucró al que fue su secretario particular, René Bejarano
Martínez, en la red de complicidades tejidas por Ahumada Kurtz.
El
gobernante dijo que la investigación continuaría y que se
castigaría a los responsables del quebranto en las finanzas capitalinas,
pero concentró su defensa señalando que paralelamente a los
videos, se había preparado un plan para atacarlo políticamente.
En el complot, según dijo López Obrador, estaban "la derecha
y el innombrable", como identifica al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
En el PRD empezaron a surgir las voces que señalaban
a su ex dirigente nacional Rosario Robles Berlanga, como la responsable
de haber permitido que Ahumada Kurtz coptara no sólo a funcionarios
del Gobierno de la ciudad, sino también a cuadros partidistas. La
investigación de la Contraloría, en tanto, dejaba claro que
el Grupo Quart había consolidado su presencia en la capital del
país, precisamente a partir de que en 1999 Robles Berlanga asumió
la jefatura del Gobierno del Distrito Federal, en relevo de Cuauhtémoc
Cárdenas Solórzano.
Fue el delegado en Tlalpan, Carlos Imaz -ahora con licencia-,
quien descubrió a Robles como la verdadera "gestora" de Ahumada,
tanto en el PRD como en el Gobierno capitalino. Adelantándose al
video que ya sabía que existía de él recibiendo dinero
de manos del empresario, habló de la relación de éste
con la ex dirigente: "Ahumada ya traía boleto para reventar al PRD(...)
Yo le dije a Rosario que la prepotencia hace la estupidez y ella estaba
en la prepotencia".
En medio de la crisis perredista y la insistencia en el
complot por parte de López Obrador, en círculos políticos
empezó a mencionarse el nombre del senador Fernández de Cevallos
en el plan para difundir los videos de la corrupción en el PRD,
lo que confirmaría el propio litigante en los días que siguieron
al escándalo.
Así fue: Fernández de Cevallos se reunió
varias veces con Ahumada Kurtz y conoció primero que nadie el contenido
de las grabaciones. El jefe Diego aceptó que fueron "cuatro,
cinco o siete" encuentros con el empresario. El último, el 20 de
febrero en el hotel Presidente Intercontinental. En ese lugar, el dueño
del Grupo Quart presentó y ratificó una denuncia por "extorsión"
en contra de funcionarios capitalinos que no precisó; testigos de
ello fueron el delegado en el Distrito Federal del Centro de Investigación
y Seguridad Nacional (Cisen), José Luis Valles, y el agente del
Ministerio Público Federal, José Carlos Villarreal, por órdenes
del delegado de la PGR, Rolando López Villaseñor.
La
procuraduría informó que la diligencia ministerial se realizó
fuera de sus instalaciones, debido a resultaban inseguras para Ahumada
Kurtz, quien esa misma tarde voló a la ciudad de Las Vegas para
alcanzar a Ponce Meléndez y compartir juntos su afición por
el juego en el casino del hotel Bellagio. Se dice que también para
coordinar la grabación del video que el primero de marzo se transmitiría.
Lo que siguió fueron las renuncias de Robles Berlanga
y Ramón Sosamontes a su militancia en el PRD; las licencias de René
Bejarano a su cargo de diputado local y de Imaz a la jefatura delegacional
en Tlalpan; el inicio de otras dos averiguaciones previas en la PGR, una
por delitos electorales contra perredistas y otra por lavado de
dinero contra Ahumada Kurtz y, con ello, las comparecencias del secretario
de Seguridad Pública capitalina, Marcelo Ebrard; del subdirector
de Gobierno, Martí Batres, así como de Robles, Fernández
de Cevallos, y Bejarano ante el Ministerio Público Federal.
A este escenario se agregaron las órdenes de aprehensión
en contra de Ponce Meléndez y Ahumada Kurtz -por los delitos de
fraude contra el Gobierno del Distrito Federal-, y la petición de
desafuero del diputado Bejarano...
Así, esta historia que empezó cuando la
Contraloría descubrió la red de complicidades de Ahumada
Kurtz y que se hizo pública con el primer video -el de Ponce-, no
termina de cerrarse. La detención del empresario, ayer en Cuba,
abrirá nuevos frentes.
JUAN MANUEL VENEGAS Y GUSTAVO CASTILLO
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