México D.F. Martes 30 de marzo de 2004
Anuncia que en abril reanudará la toma
de haciendas en todo el país
El Movimiento de los Sin Tierra pone fin a tregua con
el presidente brasileño
La popularidad del mandatario cae de 39.6% a 34.6%,
según una encuesta
DPA Y REUTERS
Rio
de Janeiro, 29 de marzo. El Movimiento de los Sin Tierra (MST) puso
fin a una tregua no declarada con el gobierno del presidente Luiz Inacio
Lula da Silva, cuya popularidad continúa a la baja, al reanudar
la toma de haciendas en todo el país, acciones que se intensificarán
en abril, advirtió hoy el vocero de esa organización, Joao
Pedro Stédile.
En las movilizaciones campesinas, que comenzaron el 23
de marzo con la toma de una finca al sur del estado de Río
de Janeiro, han participado unas 13 mil 500 personas, según el líder
del MST en el estado de Pernambuco, Jaime Amorim.
En el estado de Alagoas, agricultores cerraron una carretera
para exigir la destitución del director del Instituto Nacional de
Colonización y Reforma Agraria, Rolf Hackbart.
Las movilizaciones buscan demostrarle al gobierno su insatisfacción
por la lentitud con la que Lula pone en marcha la reforma agraria y están
enmarcadas en la conmemoración del octavo aniversario de la "matanza
de El Dorado de Carajás", perpetrada por la policía militarizada
el 17 de abril de 1996, que dejó un saldo de 19 víctimas.
La Unión Democrática Ruralista, organización
que representa los intereses de los terratenientes, advirtió que
demandará a los dirigentes campesinos "por incitar a una avalancha
de delitos en todo el país". El líder terrateniente Luiz
Antonio Nabhan Garcia aseguró que "el MST estimula la violencia
y por ello deberá responder a un proceso por delito contra la seguridad
nacional".
En tanto, una encuesta divulgada este lunes reveló
que la popularidad del presidente Lula descendió de 39.6 por ciento
en febrero a 34.6 por ciento en marzo.
El sondeo, realizado por el Instituto Sensus, indica que
44.7 por ciento de los consultados consideró en marzo "regular"
la gestión del mandatario, mientras que en febrero sólo 40.6
por ciento lo hizo. En ese mismo lapso, la opinión negativa del
gobernante pasó de 15.1 por ciento a 19.4 por ciento este mes.
Lula, al reunirse con sus ex compañeros metalúrgicos,
negó que exista una crisis política en su gobierno, y aseguró
que "tengo la Constitución, no los poderes de Dios, para hacer los
milagros que esperan que yo haga", en referencia a las crecientes presiones
sobre su gestión.
El mandatario brasileño advirtió que la
economía del país es muy vulnerable, pero advirtió
que no hará "una locura" que ahonde la crisis económica.
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