México D.F. Martes 30 de marzo de 2004
Unos 227 millones de personas se ubicaron en
2003 por abajo de la línea de pobreza
América Latina, con el mayor nivel de inequidad
del mundo, afirma Cepal
El desempleo afectó a 10.7% de la población
regional y en algunos países llegó a 15%
AGENCIAS
Lima, 29 de marzo. La pobreza y la indigencia crecieron
en 2003 en América Latina y el Caribe, donde 44 por ciento de la
población, o sea, 227 millones de personas, vive por debajo de la
línea de pobreza (con menos de dos dólares diarios), y 20
por ciento en la pobreza extrema (con menos de un dólar diario),
advirtió José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
A su vez, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), Enrique Iglesias, dijo que el desempleo promedio en América
Latina alcanzó su peor nivel histórico al cifrarse en 10.7
por ciento durante 2003, en un mercado afectado por la volatilidad macroeconómica
de la región, y que en varios países se situó en 15
por ciento.
En
otro aspecto, durante la misma asamblea el secretario de Hacienda, Francisco
Gil Díaz, destacó que los préstamos que otorga el
BID ''están muy por debajo de su capacidad'' e insistió en
que se necesitan más recursos financieros para consolidar la recuperación
económica'' en la región. Sugirió entonces que para
hacer efectivo este respaldo, el banco se proponga ''incorporar instrumentos
financieros más flexibles y abundantes''.
Sobre el desempleo, funcionarios del BID agregaron que
en Argentina 81 por ciento de los desempleados que consigue colocación
ocupan puestos que no les dan seguridad social. En México la cifra
es de 62 por ciento.
El desempleo abierto en la región alcanza casi
11 por ciento, y Latinoamérica sigue teniendo además el ''mayor
nivel de inequidad del mundo'', ya que en varios de sus países el
10 por ciento de los más ricos recibe un ingreso medio 20 veces
superior al que percibe el 40 por ciento más pobre, indicó
Machinea en la sesión inaugural de la asamblea anual del BID.
''Nuestras economías -reconoció- no han
tenido un desempeño satisfactorio y, ciertamente, la persistencia
del elevado desempleo es una de las causas principales de descontento con
las reformas económicas. ''Esta situación muestra la seria
dificultad de los países de la región para alcanzar los objetivos
comunes de desarrollo establecidos en la Declaración del Milenio''
acordada en Monterrey, en 2001, dijo el jefe de la Cepal y ex ministro
de Economía argentino.
''De no lograrse mejoras en la distribución del
ingreso para que la pobreza extrema pueda ser reducida a la mitad en 2015
respecto a niveles de 1990, se requiere una tasa de crecimiento promedio
en los próximos 12 años de 3.7 por ciento'', afirmó.
''La meta más ambiciosa de reducir a la mitad la
pobreza requiere una tasa de crecimiento de 4.8 por ciento por año'',
pero en los últimos 12 años el crecimiento anual promedio
ha sido sólo de 2.6 por ciento.
Machinea destacó asimismo que la región
posee una ''amplia cobertura en educación primaria'', que abarca
en promedio a 90 por ciento de la población que la requiere, y afirmó
que ''sería deseable que países de ingresos medios se planteen
una meta más ambiciosa: universalización de la educación
secundaria''.
También recordó que la pobreza tradicionalmente
afecta más a las mujeres, pero precisó que ''todos los indicadores
señalan que las mujeres están alcanzando mayores niveles
de capacitación que los hombres, lo que puede cambiar uno de los
elementos que caracterizó la inequidad del género en la región
durante décadas''.
Durante la sesión inaugural de la 45 asamblea de
gobernadores del BID, Iglesias advirtió que uno de los desafíos
es reincorporar a la economía formal a los trabajadores desplazados
hacia la informalidad por las leyes del mercado.
La paradoja es que la propia dinámica de un mercado
en crisis es la que provoca estas situaciones de desempleo y crecimiento
de la informalidad.
''Si bien por lo común la legislación laboral
busca proteger a los trabajadores de la inseguridad causada por los vaivenes
económicos, la misma tiene en general el efecto perverso de desalentar
el empleo permanente en la economía formal'', advirtió Iglesias.
''Debemos eliminar esos desincentivos y crear mecanismos
de información y capacitación que estimulen la flexibilidad
en los mercados de trabajo'', señaló ante 5 mil personas,
entre ministros de Economía y jefes de bancos centrales de 26 países
de la región y funcionarios de 18 países industrializados
extrarregionales.
En un documento sobre los mercados laborales, el BID apuntó
que el desempleo aumentó considerablemente y es mayor entre las
trabajadoras jóvenes y medianamente calificadas de las ciudades.
Alertó sobre la poca cobertura de la seguridad
social, calificando de ''rareza'' la existencia del seguro social en América
Latina, ''lo que convierte al desempleo en un lujo que pocos se pueden
dar''.
Menos de la mitad de los trabajadores cuenta con indemnizaciones
por despidos, y los desempleados disponen de pocos recursos o servicios
que los ayuden en la búsqueda de empleo, advirtió.
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