México D.F. Martes 30 de marzo de 2004
Sigue latente el peligro de una escisión, advierte Rodríguez Araujo
En juego, el futuro de la izquierda, dicen analistas
Octavio Rodríguez Araujo, profesor emérito de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM (FCPS), consideró que el PRD corre el riesgo de "escindirse", porque en lugar de que esta crisis le sirva para refundarse parece que ocurre lo contrario. En contraste, la ex consejera electoral Jacqueline Peschard opinó que el proyecto perredista "es algo que no tan fácilmente van a tirarlo a la basura" los militantes.
Entrevistados por separado en el marco del coloquio Los partidos políticos en México, evolución y perspectivas, realizado en la FCPS, Rodríguez Araujo manifestó que existe el riesgo de que los integrantes del PRD comiencen a salir de ese partido para formar otro, lo cual sería un "retroceso, porque se estaría desaprovechando el capital político que acumuló el perredismo durante años". Lo más grave sería que se escindiera, "porque entonces le dejaría el camino abierto al PRI, al PAN y a alguno de los partiditos relativamente nuevos o pequeños".
Peschard destacó que lo que está en juego es una opción de izquierda, de tal forma que "no es muy fácil que la gente que ha estado involucrada y comprometida con ese proyecto lo abandone simplemente por divisiones y enfrentamientos", y apuntó que "no sería tan pesimista" en su visión sobre el sol azteca.
En tanto, el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, consideró que la renuncia de su padre al Consejo Nacional del PRD fue congruente con la posición que ha mantenido a lo largo de su carrera política. Explicó que Cuauhtémoc Cárdenas no cuestiona el liderazgo perredista ni la aceptación o el rechazo de su propuesta, sino la respuesta poco seria a su planteamiento.
Admitió que los escándalos del sol azteca y la renuncia cimbraron las estructuras del partido. "Sería triste que un partido con la historia del nuestro, con lo que le ha aportado al país, no tuviera capacidad de cimbrarse; hablaría de insensibilidad, de un partido prácticamente muerto", dijo.
Por su parte, el presidente del Senado, el priísta Enrique Jackson Ramírez, declaró en Hermosillo, Sonora, que no podía festejar que en los partidos "se tengan ese tipo de desencuentros y diferencias tan brutales, y menos en el PRD, una fuerza política que tiene una presencia importante en el Congreso de la Unión".
Resaltó que espera que los perredistas se pongan de acuerdo y restablezcan su propia organización. Esto, advirtió, "tiene mucho que ver con la buena marcha de la vida democrática del país".
En la Cámara de Diputados, mientras tanto, el nuevo episodio de disputas en el PRD generó opiniones diversas respecto del riesgo que implicaría el debilitamiento del sol azteca. No obstante, la crisis interna fue minimizada por el coordinador perredista en San Lázaro, Pablo Gómez, quien inclusive afirmó que en el partido no hay división, nadie renunció a su militancia y ello "es un buen síntoma de la situación".
En sentido inverso, diputados del PT expresaron su preocupación porque la izquierda mexicana se ha desgastado. "El avance de la derecha no ha sido sano, no ha traído beneficios y ante ello requerimos que expresiones de la izquierda sean estables y equilibren la política del país", expresó el legislador petista Oscar González Yáñez.
Para el coordinador del PAN, Francisco Barrio Terrazas, la confrontación entre dirigentes en el PRD "refleja una situación compleja" en ese partido, en el que algunos temas "los han confrontado".
Consultado sobre el desenlace del congreso perredista, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Diego Valadés, señaló que el deterioro de los partidos en su vida interna y la desconfianza que han suscitado entre la ciudadanía constituyen signos preocupantes en el sistema político nacional.
KARINA AVILES, VICTOR BALLINAS, ENRIQUE MENDEZ, REPORTEROS, Y ERNESTO MARTINEZ ELORRIAGA Y ANDRES T. MORALES, CORRESPONSALES
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