México D.F. Lunes 29 de marzo de 2004
La presión demográfica y el cambio
climático acelerarían el deterioro, indica
Advierte el PNUMA sobre el grave daño de ecosistemas
costeros en AL
El
aumento del daño ecológico en ecosistemas y especies de las
áreas costeras y marinas de América Latina y el Caribe, producto
de la sobrexplotación de los recursos, la conversión de hábitats
en beneficio de actividades agrícolas o turísticas y la contaminación
generada por los asentamiento humanos, el transporte marino y la extracción
de recursos energéticos, podría generar "un agravamiento
significativo de la degradación de estas áreas como consecuencia
del cambio climático", revela un análisis sobre las perspectivas
del medio ambiente en la región elaborado por el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
A pesar de que las áreas costeras y marinas de
América Latina y el Caribe se encuentran entre las más productivas
del mundo, debido a la compleja interacción de sus ecosistemas y
su enorme biodiversidad, el análisis indica que la creciente presión
demográfica sobre las costas, donde se asientan 60 de las 77 ciudades
más importantes de la región, ha contribuido a una expansión
en el cambio de uso de las tierras costeras para destinarlas a agricultura,
actividades turísticas o de infraestructura portuaria, provocando
un uso intensivo de los recursos "sin un manejo adecuado, con poca o ninguna
regulación ni esfuerzos importantes de conservación y educación".
En el informe GEO América Latina y el Caribe.
Perspectiva del Medio Ambiente 2003, el PNUMA indica que al menos 29
por ciento de los litorales de México y Centroamérica se
encuentran bajo una amenaza de mediana a alta, mientras 50 por ciento de
los ecosistemas costeros sudamericanos se encuentran amenazados debido
a la densidad de la población, la infraestructura vial desarrollada
y la existencia de gasoductos u oleoductos.
A la densidad demográfica que se registra en las
costas se suman los efectos nocivos de la industria turística, la
cual aumentó sus ingresos económicos en la última
década de 14 mil a 45 mil millones de dólares anuales.
Sin embargo, sostiene el estudio, su actividad "origina
procesos de erosión y transformación de hábitats,
interrumpiendo procesos ecológicos básicos". Además
los desechos líquidos, basura y restos peligrosos lanzados en alta
mar desde los cruceros "también contaminan los ecosistemas marinos
y costeros y afectan tanto a la flora como a la fauna".
Otro factor que ha acelerado el proceso de degradación
ambiental de estas zonas son los efectos producidos por la descarga de
aguas residuales sin tratamiento alguno, ya que sólo 13.7 por ciento
de las aguas contaminadas provenientes del alcantarillado público
de los países de América Latina tienen tratamiento, lo que
significa que una cantidad importante de las aguas residuales no tratadas
se descarga en el mar.
Este tipo de contaminación, agrega el informe,
pone en peligro la cantidad y calidad de los alimentos marinos debido a
que "los insecticidas, herbicidas, fungicidas y otros químicos que
llegan en las aguas residuales en cantidad significativa afectan a especies
que no eran su objetivo, lo que representa un grave riesgo para la salud
pública por su alta toxicidad y su tendencia a acumularse en los
organismos marinos y costeros".
LAURA POY SOLANO
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