México D.F. Sábado 27 de marzo de 2004
Indígenas de Ecuador versus Texaco:
batalla por 6 mil mdd
La petrolera afirma que dejó limpias las zonas
amazónicas en que trabajaba
AFP
Coca, Ecuador, 26 de marzo. En un aeropuerto en
pleno corazón de la Amazonia ecuatoriana, los reclamos de los indígenas
son tan fuertes que incluso opacan el ruido de un avión: "¡Texaco
debe pagar la contaminación de nuestras tierras!". "¡No vamos
a desembolsar seis mil millones de dólares!", responde un directivo
de la petrolera estadunidense.
Esta confrontación, pacífica y a distancia,
se realiza en la pequeña terminal aérea de Coca, 200 kilómetros
al este de Quito, en la zona petrolera de Ecuador, país que produce
418 mil barriles de crudo por día, pero que no es miembro de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo.
"Quinientas
mil hectáreas de territorios sagrados indígenas han sido
contaminadas por la explotación petrolera de Texaco y exigimos que
la firma las limpie en su totalidad", afirma el portavoz de unos 50 manifestantes,
Luis Yanza, quien calcula el monto de esa operación en "seis mil
millones de dólares".
Los cuatro pueblos indígenas de la región
(Siona, Huaorani, Cofan, Shuar), 30 mil nativos en total, demandaron en
julio de 2003 a Texaco ante los tribunales ecuatorianos y exigieron una
reparación. El proceso sigue abierto.
Filial de Chevron Texaco en Ecuador, Texaco Petroleum
Company (Texpet) envió un equipo de expertos a visitar el terreno
junto con un grupo de periodistas, y sus conclusiones apuntan a ser concluyentes.
"Texpet actuó conforme a las leyes y realizó
un minucioso programa de limpieza en los sitios que le conciernen", explica
Rodrigo Pérez, representante legal de la sociedad en Quito.
También cita los informes favorables de la compañía
estadunidense United Research Services (URS), con sede en Wayne, Nueva
Jersey, y especializada en estudios ambientales, tras una inspección
de los terrenos.
El funcionario de Texpet insiste en que "no es Texaco,
sino Petroecuador, la empresa nacional, la que debería estar en
el banquillo de los acusados".
Historia de 38 años
Desde 1992, fecha de la expiración de su contrato,
Texpet detuvo sus explotaciones petroleras en Ecuador -que comenzó
en 1964- tras haber bombeado un total de mil 700 millones de barriles en
esta región de la Amazonia, donde el consorcio detentaba 37.5 por
ciento del control frente a 62.5 de Petroecuador, que sí continuó
explotando el crudo.
"Entre 1995 y 1998, todos nuestros 161 ex sitios fueron
limpiados", insiste Jaime Varela-Walker, director de Chevron Texaco en
México.
En los cinco ex pozos visitados, los depósitos
de residuos petroleros han sido vaciados y recubiertos de tierra. "Miren
cómo creció la hierba", señala Jorge Bueno Galdo,
experto de URS, en el sitio Shushufindi-29.
El depósito vecino ha sido remplazado por una zona
de palmeras. Frente a un viejo reservorio, muestra un árbol repleto
de limas.
El presupuesto previsto por Texaco para la limpieza, 13
millones de dólares, fue superado, explican. "Gastamos 40 millones
de dólares", dice Rodrigo Pérez. "No vamos a gastar otros
seis mil millones", agrega, antes de mostrar "uno de los 400 depósitos
no cerrados por Petroecuador".
La sociedad nacional encamina su producción mediante
el oleoducto Transecuatoriano, de 503 kilómetros de largo, entre
Lago Agrio, al norte de Coca, y el puerto de Balao, en la costa pacífica
ecuatoriana.
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