México D.F. Viernes 26 de marzo de 2004
Afirman que están en riesgo de desaparecer ocho etnias; realizan plantón
Representantes indígenas denuncian indiferencia del gobierno de BC
Reclaman el establecimiento de una mesa de diálogo con el gobernador Eugenio Elorduy
JORGE ALBERTO CORNEJO CORRESPONSAL
Tijuana, BC, 25 de marzo. Representantes de cinco etnias nativas y tres migrantes radicadas en Baja California mantienen un plantón frente a las oficinas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas del estado, ubicadas en el municipio de Ensenada, en demanda de la destitución de la titular del organismo, María Elena Rodarte García.
De acuerdo con los indígenas asentados en el sur de Ensenada, las etnias se extinguen ante la indiferencia de las autoridades de los tres niveles de gobierno, ya que la miseria es la constante en sus comunidades. Por ello exigen el establecimiento de una mesa de diálogo encabezada por el gobernador, Eugenio Elorduy Whalter.
Los manifestantes acusan a la funcionaria de tenerlos en el abandono, pese a que las comunidades nativas del estado y sus lenguas, todas de origen yumana, están en riesgo de desaparecer.
Entre los manifestantes se encuentran migrantes zapotecos, mixtecos y triquis, del estado de Oaxaca, que laboran en los campos agrícolas del valle de San Quintín, al sur de Ensenada.
Según los manifestantes, en el estado sobreviven alrededor de mil 500 indígenas nativos descendientes de las tribus kiliwas, pai pai, cucapás, cochimíes y kumiai.
Además, las etnias se encuentran divididas por conflictos de tierras y amenazadas por el poderío del narcotráfico, según sus propias denuncias.
Cada vez son menos los representantes autóctonos y en muchos casos han perdido sus tradiciones; sólo 10 por ciento de los habitantes de sus comunidades hablan y comprenden su lengua tradicional. Para ellos, aprender español se ha convertido en herramienta de subsistencia.
Cuatro de las cinco lenguas de las comunidades indígenas de la península de Baja California están en peligro de desaparecer y la otra sufre un proceso de castellanización que eventualmente también podría terminar con ella.
Inclusive las lenguas de los cucapá, kiliwua, pai pai y kumiai forman parte de las nueve que están en riesgo de desaparecer en el país por desuso, además del cochimí -todas ellas de filiación lingüística yumana-, las cuales comienzan a diluirse con el castellano.
En el caso de los indígenas cucapás, asentados en la comunidad El Mayor, en el valle de Mexicali, menos de 50 integrantes de los 400 pobladores hablan su lengua, afirmó recientemente su líder, Onésimo González.
La influencia de visitantes -en su mayoría turistas estadunidenses- sobre sus pobladores, así como las precarias condiciones en las que viven, han contribuido a modificar sus costumbres y hábitos alimenticios, lo que ha influido en el surgimiento de enfermedades como la diabetes mellitus, que en algunas comunidades afecta hasta 50 por ciento de la población.
Por ello demandan la atención del gobierno estatal y federal, y exigen la destitución de Rodarte García y el establecimiento de una mesa de diálogo encabezada por el gobernador del estado.
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