.. |
México D.F. Viernes 26 de marzo de 2004
Luis Javier Garrido
La urdimbre
El grave deterioro de la vida pública de México no puede ocultar el hecho de que hay un pueblo cada vez más dispuesto a defender sus derechos y los de la nación y que sigue resistiendo a las políticas oficiales.
1. El pueblo mexicano se encuentra en estos tres últimos años del sexenio foxista (2004-2006) enfrentado a una disyuntiva ante el desastre que vive el país: a) confiar en las vías institucionales, que en estricto apego al derecho no podrían tener más salida que destituir a Vicente Fox del cargo que ocupa, lo que es poco probable ante la incapacidad de "la clase política" para entender el momento que se vive, o b) confiar en la movilización popular, que supone resistir por todos los medios las políticas antinacionales e ilegales del foxismo, a las que la "clase política" sólo ha podido oponerse de manera parcial pues, dígase lo que se diga, el gobierno actual, a pesar de su descrédito, sigue entregando de manera silenciosa los recursos estratégicos del país al extranjero y cancelando los derechos fundamentales de los mexicanos.
2. La paradoja del momento actual es que un gobierno incompetente y sin sustento social pueda seguir su labor depredadora y que no exista una fuerza política y social capaz de impedírselo, y eso plantea varias interrogantes, la primera de ellas sobre la naturaleza del régimen foxista.
3. El hecho de que por la vía institucional no exista una fuerza capaz de frenar una serie de acciones y omisiones del gobierno que violentan el orden constitucional tiene una explicación. Los organismos financieros internacionales han ido definiendo en estas tres décadas de dominación neoliberal a régimenes nacionales que se autodenominan "democráticos", pero cuyos gobiernos no tienen ya atribuciones en materia financiera y de programación y ni siquiera control sobre sus propios recursos estratégicos, y en los que, por añadidura, las principales fuerzas políticas están completamente subordinadas a los designios de Washington y no pueden constituir alternativa alguna, y ése está empezando a ser el caso de México.
4. El diagnóstico que se puede hacer sobre lo que le espera a México de continuar el foxismo en el poder no puede ser más preocupante. Los escándalos de Fox sobre las concesiones que está haciendo en materia de soberanía y de seguridad de la nación rebasan todo lo que se pudo señalar a los régimenes priístas. Luego del entreguismo en materia energética el asunto en apariencia menor de la presencia de un destacamento de militares británicos en las cavernas de Cuetzalan, de la sierra de Puebla, muestra la complicidad y la falta de dignidad del gobierno foxista. Ante el señalamiento de la cancillería británica de que el gobierno mexicano conocía la naturaleza de la expedición (23 de marzo), lejos de ordenar la detención de los militares extranjeros para interrogarlos y protestar con toda energía ante Londres, el gobierno foxista envió una nota vergonzosa en la que ni siquiera exige explicaciones, sino que de manera abyecta pide información (25 de marzo).
5. El "dejar hacer y dejar pasar" del neoliberalismo supone la irresponsabilidad de los gobiernos, pero esto termina por revertírseles. Las declaraciones hechas por Luis H. Alvarez (comisionado para la paz en Chiapas) ante legisladores y miembros de la Cocopa afirmando que Fox no podrá resolver el conflicto en los casi tres años que le quedan y de que no está de acuerdo con suscribir un acuerdo de paz con el EZLN (25 de marzo), son de extrema gravedad, pues muestran no sólo a un gobernante que no hizo el menor esfuerzo por enfrentar un problema que durante su campaña ofreció resolver en 15 minutos, sino la indolencia del gobierno foxista ante los problemas del país y su desacatamiento a la ley de 1996, que lo obliga a buscar esa paz. Y algo más: que hay un titular del Ejecutivo que, decepcionado de sí mismo, ya abdicó de sus responsabilidades constitucionales y legales, y cree que su función es dejar al país a merced de los intereses de las trasnacionales y no preocuparse más que de su propia sucesión para seguir controlando el poder.
6. La pretensión de Fox de legitimarse a través de la retórica democrática no sorprende ya, por grotesca que resulte, como el caso del camino "de la democracia" que inauguró en Los Pinos (22 de marzo) en el que se atrevió a colocar los bustos del panista Carlos Castillo Peraza, quien fue, junto con Diego, uno de los artífices de la política de concertacesiones del PAN durante el salinismo, y a Luis Donaldo Colosio, ex jefe de un partido de Estado, que no por haber sido asesinado en un operativo urdido según todos los indicios por Salinas y Córdoba Montoya se torna en un demócrata.
7. El gobierno foxista no parece darse cuenta, sin embargo, de que se halla en una pendiente de descrédito de la que no podrá salir. La carencia de autoridad moral de Fox para ejercer el cargo quedó de nuevo evidenciada ayer ante la información hecha pública de que el aventurero argentino Carlos Ahumada, a quien los panistas señalan por haber hecho aportaciones ilegales a las campañas del PRD, financió también de manera ilegal la campaña de Fox en 2000, y esto ya no sorprende pues todo mundo sabe que Fox llegó de manera ilegal a la Presidencia y al respecto se conocen cosas peores. La pregunta que se hacían los vespertinos ayer de si tendrá Diego el video de Fox recibiendo los dineros de Ahumada resulta en este irrelevante escenario.
8. Lo que es un hecho es que la principal preocupación de quien pretende estar gobernando a México es 2006. Los últimos hechos conocidos confirman la vinculación de Ahumada con la pareja Fox-Sahagún, explican la amistad de éste con el hijo de Marta y con el procurador Rafael Macedo de la Concha, el antiguo policía de la DFS, su compañero de cascaritas, señalado de estarlo protegiendo, y el financiamiento también a campañas de panistas en el Distrito Federal y en Guanajuato. Y, sobre todo, confirman lo que ya se sabía: que el operativo de Estado para desprestigiar al jefe de Gobierno del Distrito Federal no solamente fue urdido por la pareja Carlos Salinas-Diego Fernández de Cevallos, sobre lo que ya hay muchos elementos de prueba, sino que el mismo ha tenido el pleno apoyo de Bucareli, de la PGR y, sobre todo, de Los Pinos.
9. El triste espectáculo que da Fox de un individuo abucheado durante su gira por Centroamérica, que es desmentido en público por su esposa, criticado por el principal empresario del país y denostado por el pueblo, no puede ocultar, empero, el hecho de que sus políticas antinacionales se siguen imponiendo.
10. Y que, en el llamado "nuevo régimen", el pueblo no parece tener más alternativa que la resistencia.
|