México D.F. Jueves 25 de marzo de 2004
Ya había sido liberado por agente del MP; ahora procede su detención, dice Bátiz
Murió el niño que fue atropellado por conductor ebrio
SUSANA GONZALEZ G.
Eduardo no sobrevivió a las lesiones que sufrió hace una semana al ser atropellado por Ignacio Sosa Rivero, quien perdió el control de su automóvil Honda Civic en la curva del kilómetro 22.5 de la carretera federal México-Cuernavaca, en San Andrés Totoltepec, Tlalpan.
El menor Gutiérrez Rivas, de apenas siete años de edad, falleció ayer a las 5:45 de la madrugada en el Hospital Infantil Legaria, donde en los días previos se le declaró muerte cerebral, le fue amputada la pierna derecha, le extirparon el bazo y tenía ambos brazos fracturados.
Tras enterarse del deceso de Eduardo, el procurador capitalino, Bernardo Bátiz, dijo que "lo que procede ahora es la detención de este señor (Sosa Rivero). Su situación jurídica cambia, ya se pudo acreditar que efectivamente estaba en estado de ebriedad, a pesar de lo que había dicho el médico legista". Además anunció que también serán sancionados el médico legista, el oficial secretario y el agente del Ministerio Público de la agencia 23 que permitieron la libertad bajo fianza del responsable del accidente.
Para aprehender a Sosa Rivero el expediente fue consignado por el Ministerio Público ante los jueces penales a fin de obtener la orden respectiva, pero según Bátiz, el conductor ya estaba siendo vigilado desde días antes para evitar que huyera y no había salido del domicilio donde fue ubicado.
En cuanto al personal de la agencia 23, el procurador explicó que además de las sanciones administrativas que correrán a cargo de la Visitaduría General de la procuraduría capitalina, se iniciará una averiguación previa contra los funcionarios mencionados, para saber si incurrieron en algún delito al determinar dejar en libertad a Sosa Rivero tras cobrarle una multa de 57 mil pesos para los gastos médicos y la reparación del daño de la víctima.
El médico legista, que depende de la Secretaría de Salud, "hizo constar algo incorrecto en su informe", pues aunque dijo que el conductor sólo presentaba aliento alcohólico, aseguró que "estaba en situación normal y tenía todos sus reflejos y reacciones, y eso no es cierto, porque lo vio mucha gente, la Policía Federal Preventiva, testigos, y luego con los estudios que se hicieron de química forense, se acredita plenamente que sí estaba en estado de ebriedad", explicó Bátiz.
En cuanto al oficial secretario, mencionó que fue el responsable de la diligencia, pero no llamó oportunamente a los peritos cuando "él, pero también su jefe, el agente del Ministerio Público que debió de haber estado al tanto, tuvieron que haber cuidado que las cosas se hicieran correctamente".
El procurador advirtió que las sanciones contra los tres servidores públicos servirán como "un escarmiento" para el resto de los empleados ministeriales, a fin de que no incurran en errores similares.
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