México D.F. Jueves 25 de marzo de 2004
Críticas al mandatario por incapacidad
para movilizar la economía con más rapidez
Enfrenta Lula su peor momento por ola de huelgas y
un caso de corrupción
Llaman a protestas porque el presidente aún no
crea los 10 millones de empleos prometidos
AFP Y REUTERS
Sao Paulo, 24 de marzo. El gobierno del presidente
brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, a 15 meses de su asunción
e inmerso en una política de ajuste de gastos, enfrenta su peor
momento con el incremento de las huelgas en el sector público y
una oleada de reclamos de los trabajadores.
Este
miércoles se cumplieron 15 días de una huelga de la Policía
Federal, en reclamo de aumentos de 85 por ciento de los salarios, que entre
otros problemas provoca gigantescas colas en los aeropuertos.
A la par, Fuerza Sindical, la segunda central obrera del
país, llamó a jornadas de protesta, en demanda de que el
gobierno genere los 10 millones de empleos prometidos en su campaña
electoral por Lula,
Los funcionarios del Seguro Social concluyeron hoy un
paro de 48 horas y el viernes hubo otra huelga de fiscales de agricultura,
que impidió la exportación de productos por 575 millones
de dólares.
Además, Lula se halla debilitado por un escándalo
político que tuvo como eje a su mano derecha, José Dirceu,
jefe de gabinete, debido a que el ex asesor de éste, Waldomiro Diniz,
se vio implicado en un caso de corrupción.
En medio de esa situación, el mandatario brasileño
es atacado cada vez más por su incapacidad para movilizar la economía
con mayor rapidez.
Sus ministros incluso han hablado sobre sus frustraciones,
lo que rara vez sucede. Además, miembros del Partido de los Trabajadores,
que fundó el ahora presidente, han retomado el llamado a un cambio
radical de dirección con miras a las elecciones municipales de octubre.
En ese contexto, Lula reprendió a Dirceu por haber
criticado a figuras de la oposición socialdemócrata, con
quienes el mandatario mantiene un diálogo político.
Dirceu ha rechazado los gestos conciliadores de algunos
líderes del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, del
ex presidente Fernando Henrique Cardoso, quien hoy se reunió con
dirigentes políticos opositores para coordinar acciones ante el
desgaste sufrido por el gobierno tras el escándalo de corrupción.
Aunque Cardoso se abstuvo de hacer críticas directas
al mandatario, advirtió que la oposición debe ejercerse sin
perder de vista "la gobernabilidad".
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