México D.F. Jueves 25 de marzo de 2004
Rodríguez Zapatero reitera a Powell y
Blair que retirará a los soldados españoles de Irak
Reclamos a Aznar durante los funerales de Estado a
las víctimas del 11 de marzo
Prisión incondicional a 2 marroquíes sospechosos
de participar en los atentados en Madrid
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 24 de marzo. El futuro presidente del gobierno
español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero,
insistió en que retirará a los soldados españoles
de Irak si la Organización de Naciones Unidas (ONU) no se hace cargo
de la transición en el ocupado país, durante un encuentro
con el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, y con el secretario
de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, quienes asistieron a los funerales
de Estado de las víctimas de los atentados del 11 de marzo, en la
catedral de La Almudena.
Precisamente,
la madre de un joven de 20 años que perdió la vida en los
atentados de los trenes, Pilar Paz Manjón, expresó su indignación
por la presencia de Blair y de Powell en los funerales.
Momentos antes de que comenzara la ceremonia, la mujer
expresó a la cadena de radio Ser que para ella iba a ser muy difícil
asistir a los funerales, "porque voy a tener que vérmelas con esa
gente que a la larga decidió por mí, contra mí y contra
mi hijo", en relación a la guerra contra Irak.
Las exequias oficiales, organizadas por el saliente presidente
de gobierno José María Aznar y presididas por los reyes de
España, Juan Carlos y Sofía, tuvieron momentos de tensión
cuando familiares de los afectados rompieron el silencio en la catedral
madrileña para espetar: "Señor Aznar, le hago responsable
de la muerte de mi hijo".
Otra de las madres de las víctimas de los atentados
del 11 de marzo en Madrid, que provocaron la muerte de 190 personas y heridas
a más de mil 400, manifestó su malestar de que "Aznar estuviera
ahí, pues es a él a quien le debemos estos muertos".
La presencia de numerosos representantes internacionales
y de prácticamente todos los líderes políticos españoles
obligó a las fuerzas y cuerpos de seguridad a activar un dispositivo
sin precedente en esta capital. A la ceremonia asistieron 15 jefes de Estado
o de gobierno, entre ellos los presidentes de Francia, Jacques Chirac;
de Italia, Carlo Azeglio Ciampi; de Portugal, Jorge Sampaio; el primer
ministro de Polonia, Leszek Miller; el canciller federal alemán,
Gerhard Schroeder, y el príncipe de Marruecos, Noulay Rachid.
Tras la ceremonia, los reyes de España, acompañados
de sus hijos, rompieron el protocolo y se acercaron a los familiares de
las víctimas para compartir su dolor y les dieron el pésame.
El cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María
Rouco Varela, que concelebró la misa junto con unos 30 obispos,
pidió a los afectados por las explosiones que se alejen "de toda
forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia para responder
de forma pacífica y democrática a toda forma de violencia
ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor".
El homenaje oficial no estuvo, sin embargo, exento de
polémicas, ya que el gobierno de Aznar y la jerarquía católica
decidieron relegar a los líderes religiosos de otras confesiones
espirituales, a pesar de que muchas de las víctimas no eran católicos.
Rodríguez Zapatero, en tanto, vivió hoy
la jornada política más intensa en materia de relaciones
exteriores desde que el 14 de marzo ganó los comicios generales,
al sostener reuniones con Chirac, Schroeder, Leszek Miller y Powell, para
analizar la situación en Irak y Medio Oriente, y las consecuencias
que tendría la promesa de retirar las fuerzas españolas de
la región si antes del 30 de junio no hay un mandato de la ONU.
Powell expresó a Rodríguez Zapatero la voluntad
de su gobierno de negociar con el Consejo de Seguridad de la ONU una nueva
resolución sobre Irak que evite la retirada de los españoles,
pero el futuro presidente de gobierno reiteró su compromiso realizado
con anterioridad a los atentados sobre la salida de los soldados.
En respuesta, Powell le pidió "un diálogo
inmediato y urgente" con el ministro de Asuntos Exteriores del nuevo gobierno,
cargo para el cual se perfila Miguel Angel Moratinos, con la finalidad
de buscar fórmulas respecto del refuerzo del papel de la ONU en
Irak.
Rodríguez Zapatero reiteró su postura a
Blair, quien le pidió que "reconsiderara" su decisión de
retirar las tropas, pero el mensaje del presidente electo fue claro. "Si
no cambian los parámetros actuales de la presencia en Irak, los
soldados volverán el 30 de junio", afirmó Morantinos.
Mientras tanto, el juez Juan del Olmo decretó hoy
prisión incondicional para los marroquíes Rafa Zuher y Naima
Ilad, dos de los cuatro sospechosos detenidos el fin de semana en Madrid
por su supuesta relación con los atentados.
Los arrestados negaron haber participado en los atentados
y condenaron el terrorismo islámico con el que también negaron
tener lazos. Está previsto que los otros dos, Faisal Alluch y Jalid
Ulad Ackha, comparezcan ante el juez, el viernes.
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