Juan Pablo II supo desde mayo de 1993 el inminente estallamiento social en la zona

La paz en Chiapas, producto de un juego de fuerzas contradictorias: Samuel Ruiz

Presentó en San Cristóbal de las Casas el video Zapatistas. Crónica de una rebelión

JAVIER MOLINA ESPECIAL PARA LA JORNADA

San Cristobal de las Casas, Chis. 24 de marzo. De pie, ante los numerosos asistentes reunidos en el centro de convenciones Casa Mazariegos de esta ciudad, en la presentación del video Zapatistas. Crónica de una rebelión, el obispo emérito Samuel Ruiz García reflexionó sobre su experiencia como mediador entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno federal. Rememoró la noche del último día de 1993, cuando recibió la llamada de una persona que le dijo un tanto alarmada: "mi hijo acaba de regresar de una fiesta y vio a un grupo de personas armadas en la orilla de la ciudad, y me quedé preocupado, no sé si usted sepa alguna cosa".

El obispo contestó que no sabía nada. "Le dije: tú sabes que nosotros los mexicanos solemos celebrar el año nuevo con un disparo al aire por cada mes".

-Ah, bueno -dijo.

Al rato volvió a llamar: "no, fíjese que no se trata de eso: sucede que son personas que traen armas nada comunes, no traen meras pistolas y además creo que vienen enmascarados". Evidentemente que esto para mí fue el detonante de aquello que estábamos sospechando -platicó Samuel Ruiz-, "porque lo mirábamos, no estábamos ciegos, y en los años que estuvimos acá mirábamos la presencia de movimientos. No era evidentemente la presencia de los zapatistas la primera guerrilla en Chiapas. En el tiempo en que estuve yo y antes de que saliera a la luz pública el EZLN hubo no menos de dos o tres movimientos guerrilleros que fueron controlados, algunos de una manera pintoresca que no voy a tratar de describir, pero sí decir que la selva es el lugar natural donde emergen estas situaciones concretas".

El religioso se refirió a varios indicios acerca de la existencia de este movimiento. "Nadie tenía que pedirnos permiso a nosotros, pero sí mirábamos nubarrones en el horizonte. De manera que en mayo de 1993, en una carta pastoral que entregamos en Yucatán al papa Juan Pablo II, hicimos un resumen del trabajo de la diócesis en relación con los movimientos indígenas, y mostramos nuestra preocupación porque veíamos indicios de que estaba a punto de suceder algo que no podía tener control, cuando mirábamos por una parte la emergencia de organizaciones campesinas e indígenas con demandas justas y por otra la represión brutal con que eran tratadas, lejos de ser atendidas sus justas demandas. Cuando vimos que a mayor represión no seguía el miedo y la inhibición, sino mayor presencia, dijimos: estamos en el límite de que suceda algo".

Quien fuera integrante de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) consideró que en este momento la situación, "a diferencia de lo que podría esperarse, ha estado en una relativa tranquilidad. No se ha vuelto al estrépito de las armas, y eso tiene relación con un juego de fuerzas contradictorias que hace un equilibrio a escala nacional: esta paz relativa es resultado del conjunto de todas las actividades, de cada uno de los movimientos. Las presiones nacional e internacional tuvieron respuesta inmediata del EZLN para tapar la boca de las armas".

En la reunión celebrada el pasado sábado también se refirió al esfuerzo que se realizó para llegar a un diálogo. Mencionó por ejemplo las dificultades que existieron en El Salvador y en Guatemala para llegar a los diálogos de paz, mientras que aquí llegaron a los 11 días de estallado el conflicto. "La primera parte es la que tiene para mí un mayor grato recuerdo -dijo-, había la buena voluntad del representante del presidente, Manuel Camacho Solís, y de los zapatistas.

"No podemos decir que la Conai no tuvo algún éxito -manifestó al final de su discurso-, como fue desarrollar, con mecanismos de consulta entre las partes, las normas para que se pudiera llevar a cabo el diálogo, gracias al cual se pudo llegar al establecimiento de varias mesas que se iban a llevar a cabo."