México D.F. Jueves 25 de marzo de 2004
Participarán soldados mexicanos y dos
buzos de GB
Se intentará hoy rescatar a los militares británicos
Rechaza la embajada versiones sobre búsqueda
de uranio
MARTIN HERNANDEZ, LA JORNADA DE ORIENTE
Cuetzalan, Puebla, 24 de marzo. Elementos del Ejército
Mexicano y un par de buzos británicos intentarán este jueves
rescatar a los seis espeleólogos militares británicos atrapados
desde hace una semana en una caverna inundada del sistema Alpazat, cercano
a Cuetzalan, Puebla.
Vijay Rangarajan, consejero de la legación del
Reino Unido, arribó hoy por la noche a Cuetzalan y dijo que está
dispuesto a dar las explicaciones necesarias al gobierno federal sobre
las actividades de los espeleólogos. Rechazó los rumores
de que los expedicionarios descubrieron uranio: ''Esas versiones de que
vinieron a buscar un elemento para armas nucleares es una mentira'', aseveró.
Reiteró
que el cometido único del grupo inglés es hacer un mapeo
de esta zona de la Sierra Norte de Puebla, donde se encuentra la más
importante red de cavernas de Latinoamérica, y dijo que ésta
es la tercera visita que realizan en 20 años.
El diplomático inglés informó que
este jueves dos buzos de la Asociación de Espeleología de
Servicios Combinados, que forman parte del mismo equipo de la expedición
Cuetzalan Tiger, se sumergirán en las aguas de Alpazat para
evaluar la situación. Con ello, abundó, se decidirá
en los próximos días si se efectúa un rescate o se
opta por esperar a que el nivel de la inundación descienda, para
que los espeleólogos atrapados puedan salir, pues tienen provisiones
y equipo suficiente para sobrevivir hasta dos semanas.
Cuando se le preguntó por qué los militares
británicos no aceptan la ayuda de los cuerpos de socorro y el Ejército
Mexicanos, Rangarajan respondió que el grupo de la Asociación
de Espeleología tiene su propio plan y conoce las cavernas, aunque
agradeció el ofrecimiento de ayuda de las autoridades mexicanas.
En Puebla, el gobernador Melquiades Morales informó
que se comunicó con el secretario de Gobernación, Santiago
Creel, para pedir la deportación de los espeleólogos ingleses
y que el gobierno mexicano pida una explicación a su similar del
Reino Unido. Añadió que solicitó que la Secretaría
de Energía envíe investigadores a Cuetzalan para que determinen
si hay uranio en la región.
Por la mañana, los exploradores extranjeros que
ya lograron salir de la caverna sostuvieron que su actividad en este municipio
obedece únicamente a ejercicios de espeleología, pero recalcaron
que no proporcionarían más información hasta que hicieran
contacto directo con sus representantes diplomáticos.
Uno de los líderes de la expedición, el
mayor del ejército inglés Steve Whitlock, ofreció
una conferencia de prensa junto con funcionarios del gobierno estatal y
del Instituto Nacional de Migración, confirmando que 9 de los 12
excursionistas son integrantes de las fuerzas armadas británicas,
pero rechazó que estuvieran realizando entrenamiento bélico
o recogiendo muestras de elementos para la fabricación de armas.
Sin embargo, el militar inglés se negó a precisar su calidad
migratoria; el coordinador de Protección Civil del gobierno estatal,
Joe Hernández Corona, tampoco quiso declarar al respecto.
El funcionario señaló que lo importante
por el momento es salvar a los espeleólogos, garantizando su integridad
física, y luego emprender las investigaciones para determinar si
su actividad en territorio nacional está o no autorizada.
Felipe de Jesús Arciniaga, enviado de la delegación
en Puebla del INM, se limitó a decir que los británicos entraron
al país como turistas y que ''se harán las investigaciones
correspondientes''.
Cuando se le preguntó la razón de la reticencia
de los ingleses a ser auxiliados por cuerpos de socorro mexicanos, Whitlock
respondió que los espeleólogos tienen suficiente experiencia
y preparación para enfrentar una emergencia como la que padecen,
pues han incursionado en cavernas que nunca antes habían sido exploradas.
Meses antes de la excursión -abundó- diseñaron un
plan de contingencia y en congruencia con éste aguardaban la llegada
de dos buzos que conocen bien la zona y pueden rescatar a sus compañeros
sin poner en riesgo su vida.
Hernández Corona refutó que las autoridades
mexicanas estén supeditadas o hayan sido desplazadas de las labores
de rescate; arguyó que si el Ejército Mexicano y las corporaciones
de auxilio no han procedido a sacar a los británicos de la cueva,
pese a que arribaron a Cuetzalan desde el lunes pasado, eso se debe a que
respetan la voluntad de los extranjeros.
Sin embargo dijo que esperarán la llegada de los
buzos para iniciar mañana acciones conjuntas de rescate -conforme
al plan inglés- que serán dirigidas por el comandante de
la 25 Zona Militar, general Manuel García.
El coordinador de Protección Civil pidió
a los reporteros ''no hacer especulaciones'' sobre las actividades de los
exploradores en Cuetzalan, pero las reservas de éstos y su desconfianza
ante la ayuda de las autoridades y corporaciones mexicanas contribuyeron
a alentar las presunciones entre pobladores del municipio y enviados de
los medios de comunicación.
Hubo de todo: desde el rumor de que los espeleólogos
encontraron minas de uranio en las cavernas, hasta que uno de los expedicionarios
había muerto y que las autoridades ocultaban que un mexicano que
les servía de guía también estaba atrapado.
La primera confusión se generó a partir
de la información que el propio Joe Hernández Corona difundió
la noche del martes, pues aseguró que eran sólo cinco los
espeleólogos en problemas: Jonathan Sims, Charles Milton, Simon
Corneill, Chris Mitcheill y Toby Hamnett. Anunció que a las 10 de
la mañana de este miércoles ofrecería una conferencia
de prensa para detallar la situación.
En las primeras horas de este miércoles un contingente
oficial -al que se integró Hernández Corona- acudió
a Alpazat, ubicada a unos ocho kilómetros de la cabecera municipal
de Cuetzalan. En la entrada de la caverna el líder de los expedicionarios
que están en la superficie, John Taylor -quien tiene 31 años
y es ingeniero en calidad- y el teniente coronel del Ejército Mexicano
Alejandro Perea analizaron el mapa de los espeleólogos, quienes
les dieron a conocer su plan de rescate.
Mientras eso sucedía, Steve Whitlock llegó
a la presidencia municipal de Cuetzalan, donde ya lo esperaban enviados
de los medios de comunicación nacionales e internacionales. El mayor
inglés precisó que no eran cinco sino seis los expedicionarios
atrapados, pero se negó a dar sus nombres. Más tarde se supo
que el sexto es un espeleólogo llamado John Roe.
Desde las inmediaciones de la cueva de Alpazat, Hernández
Corona dio órdenes por radio de que la conferencia de prensa no
se iniciara hasta que él arribara a Cuetzalan. La demora fue de
cuatro horas, tiempo en el que se rumoró que John Roe había
muerto y que las autoridades trataban de esconder el fallecimiento.
Los reporteros que acudieron a la zona desmintieron la
especie sobre el deceso e incluso dijeron que por la mañana, en
la comunicación que los atrapados tuvieron con sus compañeros
en la superficie, expresaron que más que asustados estaban aburridos
y mataban el tiempo jugando una partida de cartas.
Antes de la conferencia de prensa, Whitlock volvió
a contradecir a las autoridades mexicanas al asegurar que de los británicos
atrapados sólo dos son integrantes del ejército inglés:
el soldado Jonathan Sims y el técnico en submarinos Charles Milton.
|