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México D.F. Miércoles 24 de marzo de 2004
Es un fenómeno que por desgracia crecerá: investigador
Cada día ingresan al país entre 25 y 30 integrantes de Mara Salvatrucha
JOSE GALAN
La presencia cada vez mayor de la banda conocida como Mara Salvatrucha en países de Centroamérica y México es parte de una red criminal global, y cada día ingresan a territorio mexicano entre 25 y 30 miembros de esa organización delictiva, los que en su mayoría pasan hacia Estados Unidos. Actualmente se calcula que cinco mil miembros de esa banda, dividida en dos ramas, operan en ocho estados del país.
Según integrantes de la pandilla Barrio 18 -una de las dos ramas-, cerca de mil 600 hombres y mujeres de entre nueve y 18 años se han integrado en Tapachula a esa organización. Los más veteranos provienen de Estados Unidos -Los Angeles-, El Salvador, Nicaragua y Honduras, y alimentan un fenómeno que, según investigadores académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Colegio de la Frontera Sur, crea un clima de violencia que ninguna autoridad ha podido combatir hasta el momento.
Las entidades donde se registra actividad de miembros de esta banda son Chiapas, estado de México, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, San Luis Potosí, Tamaulipas y Baja California; es decir, desde la frontera con Centroamérica, por las rutas de acceso de los migrantes a Estados Unidos, que es la misma que el flujo de dinero, sostiene Hubert Carton, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. "Es un fenómeno que, por desgracia, se incrementará. Los asaltos a migrantes crecerán, no serán actos exclusivos de los jóvenes centroamericanos", dijo.
En la región del Soconusco, frontera con Guatemala y paso obligado de los migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos, se asientan dos fracciones de esta agrupación, que han comenzado a reclutar y adiestrar a adolescentes mexicanos. Se trata de la Mara Salvatrucha o MS-13 -violenta y sanguinaria-, y la Barrio 18, también conocida como Panoyos, con presencia en casi 300 colonias de Tapachula, Chiapas, dedicada principalmente al robo de casa-habitación, comercios, asalto a transeúntes y a la prostitución. Ambas cuentan con estructura y archivo de sus integrantes, y parte del botín es depositado en cuentas bancarias para sostener la organización.
El Colegio de la Frontera Sur no descarta la posibilidad de que, en el corto plazo, haya un ingreso masivo de integrantes centroamericanos de estas bandas a territorio mexicano debido a las fuertes medidas de seguridad que países centroamericanos han implantado en sus territorios, entre ellos El Salvador, con su plan llamado Mano dura, cuyo objetivo es acabar con estas bandas dentro de sus fronteras.
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