México D.F. Lunes 22 de marzo de 2004
Mi naturaleza es ser libre y sentirme así
me hace feliz, expresa el compositor
Impregnada de nostalgia, la noche en que Elefante despidió
a Reyli Barba en el Salón 21
ARTURO CRUZ BARCENAS
La estampida del grupo de pop-rock Elefante llegó
y llenó el Salón 21, el pasado viernes, en una noche de nostalgia
adelantada, pues fue una de las últimas presentaciones de Reyli
Barba, vocalista y compositor, con sus amigos Ahis, Iguana, Rafa y Gordito,
quienes seguirán el proyecto iniciado hace 11 años.
Reyli decidió seguir su camino por la estrecha
vereda solitaria. Se va, dijo el llamado Monstruo en entrevista,
antes de su actuación, porque "el corazón me está
gritando que me vaya".
No
se siente una hoja suelta, en sentido negativo: "Ser ahora una hoja suelta
es parte de la vida. He sido hoja suelta en muchas ocasiones; lo fui cuando
me fui de Chiapas -su estado natal-; cuando me divorcié. Lo soy
ahora que me separo de la banda. Me gusta porque así me meto en
otras libretas y que me lean de otra manera".
Una de las piezas más famosas de Elefante es El
abandonao. Aclaró que él no está abandonando a
sus compañeros. "El hecho de querer hacer otras cosas no te tiene
que obligar a estar amarrado a algo o a alguien. Sería muy penoso
que los seres humanos tuviéramos que estar pegados por negocio,
por miedo, por el qué dirán."
Compone a diario. Muchos cantantes le piden temas. "Estaba
haciendo tantas cosas por mi lado que era muy difícil atender a
Elefante. Somos artistas y preferí ser claro con mis amigos. No
hay que mentir, además de que ellos no tienen que pagar por lo mío."
Se dijo feliz de ser libre. "Mi naturaleza es así
y siempre me tengo que ir. Así nací, ni modo. Escribo diario.
Antes de desayunar tengo que tirar la primera frase del día para
ver cómo amanecí. Gracias a Dios la inspiración está
cada vez mejor."
-¿No te estás saturando?
-No, porque no recurro a fórmulas.
-Tu canción Desde que llegaste, de la banda
sonora de Ladies night, se dice que se parece a algo de Luis Eduardo
Aute...
-¡Qué bonito que me digan que hay paralelismos!
Mis influencias son él, Joaquín Sabina; ahora Juan Luis Guerra,
a quien amo; Silvio Rodríguez, Gerardo Peña, Chema Frías,
Ornelas.
A su lado, sus cuatro compañeros decían
lo suyo. Se les dijo que algunos elefantes no tienen memoria. "¡No,
qué pasó!", exclamaron. Tampoco le están entrando
a la onda menuda, de hacer una gira de despedida. "Cada quien está
haciendo sus cosas. Cumplimos compromisos con Reyli, pero en abril será
la separación."
En el escenario le daba duro a su pop ligero el grupo
de españoles radicado en México La 5ª Estación.
Le echaron ganas, pero a la cuarta ya se escuchaban gritos de "¡Elefante,
Elefante!"
Una gritería rompió el espacio y de las
bocinas salieron onomatopeyas de animales salvajes, changuitos, aves y
los trompudos parientes de Dumbo. No había sillas y cientos estaban
parados. Sólo así cupieron.
Las cervezas ya habían hecho mella en el cerebro
de varios muchachos que bailaban desinhibidamente, en grupo. Parejas aprovechaban
las letras de Reyli y Rafa para darse sus apretujones, sin remilgos. Otros
se sentaban donde podían, cansados, después de más
de tres horas de estar parados.
La rola Aguacero regó sentimiento. Trata
de un amor que ya no lo rescata nada ni nadie. "Quiero naufragar lejos
de ti." La condena puso a bailar a miles: "No sé donde estás,
pero sigues aquí". El abandonao provocó un gran tíbiri
y la sabrosona Sabor a chocolate hizo imaginar los encantos de una
dama, que en la letra son metáfora frutal.
Reyli regresó para cantar Desde que llegaste
con su guitarra, su éxito radial, que marca su camino en solitario.
Se irá a darse una vuelta por España en fecha próxima.
Elefante, sin Reyli, seguirá su estampida.
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