México D.F. Lunes 22 de marzo de 2004
Se trata de una antología con obras sencillas y recomendaciones para montarlas
Niños a escena introduce a los menores en el teatro
CARLOS PAUL
Niños a escena es una antología que pone a disposición de pequeños, padres de familia o maestros una serie de obras, cuyo contenido literario sencillo y escenografías accesibles ''permiten convencerse de lo fácil que es hacer teatro con menores", ya sea en la escuela, la casa, el parque o la calle.
La importancia del volumen radica en que no es un teatro de actores adultos para niños, sino para que éstos jueguen, actúen, hagan teatro, ''aportándoles así múltiples beneficios de orden sicológico, moral y educativo'', comentó la dramaturga y maestra Teresa Valenzuela, compiladora.
La idea es introducir a los pequeños en el conocimiento de ese arte y sus formas de realizarlo, pues ''el teatro a los niños les resulta muy cercano. Sus juegos son muy teatrales. Creen en lo que hacen, mueven sus muñecos o juguetes, o se transforman en ellos con total desinhibición y entrega. No les da vergüenza desdoblarse y convertirse en otro, ni volver rápidamente a su identidad y realidad propia. Hacer teatro es una extensión de su juego natural''.
Las obras se seleccionaron -explicó Valenzuela- ''pensando en los niños que no pueden aprenderse textos extensos y complicados; por ello las historias son sencillas, pero divertidas y con contenido".
Así, se encuentran Sucedido de ranas y sapos, de Emilio Carballido, ''modelo de obra para teatro escolar, pues a partir de ella se pueden crear otras semejantes cambiando los personajes.
''Es una fábula en la que los protagonistas se plantean el dilema entre desaparecer a causa de la contaminación ambiental o convertirse en hombres para sobrevivir.''
En Trilorias, de Norma Román Calvo, "se goza de la habilidad y el gusto que tienen los pequeños por jugar con su voz y diversos sonidos".
La boda de la ratita, de Mireya Cueto, habla sobre los seres de la naturaleza considerados los más fuertes. El Sol, la nube y el viento son algunos de los personajes que al final se dan cuenta de que un ratoncito es el más fuerte.
Los chascos de un enamorado es una obra inspirada en la Comedia dell'Arte, de autor anónimo, que fue publicada en la colección Galería del teatro infantil por la editorial de Antonio Vanegas Arroyo, editor de José Guadalupe Posada.
De esa misma colección se rescató también la jocosa obra Los muertos antes de muertos, de Constancio S. Suárez.
Para cerrar la antología está Los soplidos del diablillo o borregitos a Belén, escrita por Valenzuela.
Los niños, en este volumen, podrán advertir que para montar una obra no se necesita más que un texto literario, imaginación, un espacio disponible (un patio, un cuarto, una calle), tijeras, papel, cartón, y quizá algunos "tiliches y trebejos".
Cada una de las piezas compiladas, ilustradas por Dalia Alvarado, está acompañada de instrucciones breves, pero detalladas, de cómo los chicos pueden montar su espectáculo en casa o la escuela.
Editado por Alas y Raíces, programa de la Dirección de Desarrollo Cultural Infantil del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el volumen será comentado hoy (lunes 22) a las 19 horas por Sonia Salum, Maribel Carrasco y Socorro Merlín, en el Centro Cultural Helénico (Revolución 1500, San Angel).
|