Cazals: infamante tesis del suicidio de Digna

Presenta el cineasta el documental sobre la abogada en la muestra de Guadalajara

ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA

Guadalajara, Jal., 21 de marzo. Lo que menos hace un defensor de los derechos humanos es atentar contra su vida, subraya el cineasta mexicano Felipe Cazals, director del documental Digna... hasta el último aliento, que tuvo su estreno nacional este sábado en la Muestra de Cine Mexicano e Iberoamericano de Guadalajara, donde en una ceremonia realizada en el teatro Degollado el realizador recibió la estatuilla Mayahuel de Plata.

En la cinta Cazals reúne los testimonios de familiares, compañeros de trabajo, defensores y activistas de derechos humanos, periodistas, funcionarios de todos los niveles y militares para contar la vida de Digna Ochoa y Plácido y cuestionar la versión oficial que afirma que su muerte, el 19 de octubre de 2001, "fue un suicidio simulado", para lo cual se presentó un perfil sicológico de la abogada.

En Digna... "yo no descarto la tesis del suicidio, pero me parece que es infamante, porque sostenerla con base en un perfil sicológico construido después de la defunción del personaje me parece un poco gratuito. ƑQué personaje no es controvertido, qué ser humano no es producto de opuestos?", cuestiona en entrevista con La Jornada.

"Si vamos a hablar de una luchadora social, de una defensora de los derechos humanos -que es alguien que se rifa la madre todos los días-, cómo no va a ser compleja y contradictoria su personalidad. Lo que sí puedo asegurar, y se ve en la película, es que lo último que hace un defensor de los derechos humanos es atentar contra su vida. Es una negación misma", agrega el cinerrealizador.

Resalta la soledad

El documental combina los testimonios de las personas que de una u otra forma estuvieron en la vida de Ochoa y Plácido con la recreación de las últimas horas de la abogada -interpretada por Vanessa Bauche-, que resalta la soledad en la que se encontraba.

Soledad, dice, "producto del abandono creado por su grupo de apoyo, y traducido en las palabras de los integrantes de ese grupo, es que ella era evidentemente un foco de atención que los molestaba, no en el sentido de protagonismo, sino de la verticalidad de la abogada; su procedimiento empañaba las negociaciones a las que ellos estaban acostumbrados".

En México y en el continente, el destino de los luchadores sociales es la soledad "porque qué presupone la actitud del defensor de los derechos humanos: una secrecía de las circunstancias de su defendido y un absoluto convencimiento de que la causa es legítima y para eso hay que meterse en unas honduras, que se dice fácil.

"Es ahí donde está el problema de toda la película, porque los demás defensores de los derechos humanos sí saben que el mensaje llegó a su destino y que, por lo tanto, la tesis del suicidio es insostenible, porque si fuera sostenible ellos no tendrían temor ninguno y ahora hay muchísimo temor."

La investigación y el documental, presentado en febrero pasado en el Festival de Berlín, se realizaron juntos, "no hay un trabajo previo y por lo mismo me perdí en muchas pistas durante muchos meses, porque mi equipo de contenido estaba convencido de que había que seguir una línea, la cual me llevaba por lugares muy interesantes, por entrevistas muy interesantes, pero que no iban al objetivo.

"Las entrevistas se establecen no en forma robada, sino en el espacio del entrevistado y después de que aceptó el cuestionario, porque de no hacerlo partimos de un equívoco, no sale del anonimato. Todos ellos son de alguna manera personajes satelitales."

En este trabajo fílmico lo que más le sorprendió fue una de las características "de la abogada que me impide creer, aunque advierto que soy un cineasta, no un dictaminador, y es que su agenda está llena de trabajo y en ella su método es de un rigor que la hace ser muy intransigente. Era una mujer mexicana, chaparrita, no precisamente guapa, que tenía un destino manifiesto y no era precisamente el de ser una abogada de derechos humanos que atraviesa puertas y ventanas".

Narrador de realidades

Con Digna... hasta el último aliento el director continúa su trabajo de narrar la realidad del país. "No he podido nunca distanciarme en mi trabajo del tiempo y del lugar en el que vivo, no me lo puedo explicar de otra manera. Tengo que hablar de lo que me rodea, de lo que veo.

"Trabajo muy abiertamente, no saco de contexto nunca una respuesta, no engaño a quien entrevisto, todo el mundo sabe cuál es mi línea de trabajo, de qué lado estoy en este juego de pelota", añade, aunque reconoce que "algunas veces puede haber circunstancias un poco ríspidas."

Respecto del resurgimiento del documental, Felipe Cazals señala que tiene ventajas para un cineasta, como lo económico y su filmación en nuevos formatos, aunque advierte que "hay que tener mucho cuidado porque se convierte en cabezas parlantes, y eso al espectador lo cansa"; además, hay que luchar contra la creencia de que los documentales son sólo didácticos.