México D.F. Lunes 22 de marzo de 2004
Aunque sea por una noche, pudieron caminar con
tranquilidad por calles del primer cuadro
Con el inicio de la primavera, los chilangos
recuperan su ciudad
En por lo menos 10 foros se presentaron diversas actividades
inscritas en Equinoccio de primavera
El festival, contribución a la vocación
cultural que caracteriza a los capitalinos, destaca Semo
ARTURO JIMENEZ
Recuperar
la ciudad, reapropiarse de ella, caminar por sus calles, plazas y parques
en la noche y hasta el amanecer, pasadas las 6 de la mañana, viendo
cómo la oscuridad y las luces mercuriales son sustituidas por la
luminosidad del día, y viendo cómo unos ciudadanos adquieren
seguridad con la simple presencia de otros ciudadanos.
Pero además, como en muchas grandes urbes del mundo:
ver, oír, bailar, cantar, aplaudir, divertirse y gozar tranquilos,
relajados, sin esa ya insoportable angustia que ha perseguido a los capitalinos
de unos años a la fecha.
Eso y más sucedió en al menos diez sedes,
durante las primeras horas del domingo, cuando miles de incontables habitantes
de esta urbe se volcaron sobre el Centro Histórico para avalar con
su presencia un deseo colectivo: vivir con libertad a una de las ciudades
más grandes del mundo.
Una presencia masiva que, paradójicamente, ayer
no tuvo el rostro borroso de toda masa y más bien parecía
un conglomerado ciudadano enorme y plural (de clase media para abajo),
era la respuesta a la fiesta Equinoccio de primavera, también
llamada Noche de primavera.
Un festejo con el cual se recibió y celebró
la llegada de la estación del año más esperada por
todos mediante músicas diversas, bailes y teatro, además
de zanqueros, tragafuegos, malabaristas y espectadores dispuestos que itineraron
como buenos noctámbulos.
Un fenómeno que provee
Pasan
ya de las 6 de la mañana.
El Zócalo casi se ha desocupado de los últimos
asistentes a un concierto de Juan Gabriel que llenó la plaza, invadió
el arroyo que la circunda y acomodó a cientos de espectadores en
las dos aceras con portales.
Como siempre, Juanga cantó, bromeó,
bailó e improvisó ante un público, su público,
que le festejaba todo. Ciudadanos de menos recursos económicos,
aunque por ahí andaban dos que tres tribus coyoacanenses y condeseras,
fue además un público comportado, ordenado, atento a ese
fenómeno comercial-social-cultural que es el cantante y autor de
Querida.
Es una figura cuyas letras en realidad identifican y proveen
a sus seguidores, cuya mayoría se mantuvo firme durante las casi
cinco horas de concierto. Como se observó de nuevo, emociones, razones
y cosmovisiones de ese público encontraron eco profundo en la propuesta
de su cantante, apoyado, también de nuevo, por su superproducción
de coros, orquesta, mariachi, sonido, luces, megapantallas...
También a esa hora, en el otro extremo de la geografía
de la fiesta primaveral, en el Centro Cultural José Martí,
hace tres horas concluyó una noche bohemia en la que Teté
Cuevas fue el plato más fuerte.
Pero a unos metros, en el quiosco de la Alameda Central,
técnicos y músicos recogen todavía el equipo de lo
que fue un maratón de nueve horas de danzón, son y salsa
veracruzanas, con grandes como Los Pregoneros del Recuerdo y la Danzonera
La Playa.
Del otro lado, en la Plaza Juárez, donde antes
de las 9 de la noche el jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel
López Obrador, había encabezado el arranque del festival,
acababan de cerrar las rejas de lo que será un amplio conjunto arquitectónico.
Allí fue la sede del jazz, con solistas y grupos
mexicanos y extranjeros, como Dixieland Jazz Band, Nueva Orleáns,
Carlos Tercero, Iradia Noriega y Yequina Pavón. En esa plaza se
inauguró Rituales del equinoccio, exposición de obra
de más de 20 fotógrafos y artistas visuales curada por el
pintor Antonio Ortiz, Gritón.
De Chaplin al punchis
A
un costado de la Iglesia de San Francisco, exactamente a espaldas de la
Torre Latinoamericana, el maratón de cinecortos, en el que Chaplin
fue una de las figuras principales, ya había terminado.
Pero este lugar, en el que se ubica una cafetería-pastelería
que esa noche tuvo fila para ingresar, fue además una muestra de
los relativamente pocos negocios que abrieron, pero que cataron una amplia
cantidad de clientes.
También a la misma hora, es decir, pasadas las
6 de la mañana, en la calle de Gante casi esquina con Madero, el
foro para el tango, el bolero y los tríos, y grupos como Los Panchos,
Los Tres Ases y Tango Sur, todavía no había cerrado, aunque
otro espacio ubicado más atrás, al cruzar 16 de Septiembre
y dedicado al mariachi, ya hasta habían recogido el templete.
En la Plaza Manuel Tolsá, El Caballito, intervenido
por alumnos de La Esmeralda hace unos días, seguía cubierto
con una enorme gasa blanca. Unas horas antes la música andina había
tenido lugar, pero al amanecer los diyéis y su tecno punchis
todavía tenían a sus seguidores bailando y a otros, ya rendidos,
acostados bajo el manto de la estatua ecuestre de Carlos IV.
Una sede que comenzaba a languidecer alrededor de las
5 de la mañana fue el Centro Cultural de España, atrás
de la Catedral Metropolitana, donde se refugiaron los ciudadanos muy chavos
y
cuya música de diyéis estuvo aderezada de bebidas
de todo tipo y, sobre todo, chocolate y churros. Ahí también
tuvieron un foro los cuentacuentos.
En tanto, en el Teatro de la Ciudad, a partir de la una
y media de la madrugada, se había presentado Filtro de amor,
vida y obra de Agustín Lara, con Sylvia Pasquel, Roberto D'Amico
y Doris.
Cultura vs corrupción
Todo había comenzado unos minutos antes de las
9 de la noche, en la Plaza Juárez, cuando López Obrador dijo:
"Recibimos el inicio de la primavera en el Centro Histórico,
que es objeto de importantes obras de renovación física,
artística y humana. Durante los últimos tres años
hemos dado pasos importantes para que el corazón de nuestra ciudad
recupere su grandeza y vuelva a ser el lugar donde los ciudadanos de la
metrópoli habitan, se rencuentran con su pasado y discuten su futuro.
''El Centro Histórico es el corazón no sólo
de la ciudad, sino del país. El Zócalo es la plaza principal
de México, la sede de las actividades políticas, artísticas,
religiosas, culturales. Por eso tenemos que rehabilitar el Centro Histórico
y por eso surgió esta idea de recibir a la primavera en las calles
y plazas con actividades artísticas y culturales.
''Deseo
a todos una feliz convivencia y una noche inolvidable en compañía
de sus seres queridos y de sus amigos. La noche es suya, es nuestra, es
de todos. A disfrutar". Fue el banderazo para lo que vendría después.
Tras ese arranque y ante cualquier suspicacia política,
el secretario de Cultura del gobierno capitalino, Enrique Semo, aclaró
que el festival Equinoccio de primavera se prepara desde hace cinco
meses y que no tiene ninguna relación con los últimos acontecimientos
en la ciudad.
''La sed de cultura de la población de la ciudad
es infinita -dijo Semo-. Uno puede llevar la cosa más sofisticada
al barrio más pobre y hay público, gente interesada. Y esta
noche se va probar, en el festival no hay un solo género que se
quede afuera, y hay público para todo.
"Tenemos una ciudad con una gran vocación cultural;
siempre ha sido centro cultural, desde la época prehispánica.
Y eso destaca en una población con una escolaridad promedio relativamente
baja.
''Esa vocación cultural distingue a nuestra ciudad
de muchas otras en el mundo. Y nuestro gobierno ha reaccionado a eso haciendo
muchos tipos de cultura y este festival es solamente una de ellas.''
Semo compartió el planteamiento de que la cultura
y el arte promueven valores totalmente opuestos a la corrupción,
la delincuencia, la violencia y la inseguridad.
''La conciencia ciudadana, la democracia, el sentido de
dignidad que la cultura impregna en la gente, es el mejor antídoto
a la corrupción. Las medidas institucionales no bastan, se necesita
un estado de ánimo. Y este festival es parte de ese estado de ánimo.
El historiador reflexionó: ''La corrupción
es una larga herencia del Estado patrimonial y la lucha contra ella va
a tomar muchos años, a todos los niveles y de muchas formas diferentes,
y tiene que ceder. Creo que este gobierno libra su lucha, pero no siempre
se triunfa''.
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