México D.F. Lunes 22 de marzo de 2004
La actual estabilidad permite disponer de tasas
de interés bajas y fijas, afirma Banorte
En 8 años la banca dará créditos
como antes de la crisis de 1995
Los bancos ya no tienen pretexto; deben cumplir con
su función, pues existe un marco jurídico adecuado y tasas
bajas; una economía sin crédito tiene limitado su desarrollo,
afirman consultores
ISRAEL RODRIGUEZ Y ANTONIO CASTELLANOS
En siete u ocho años la banca en México
logrará alcanzar los niveles de derrama crediticia que tenía
antes de la crisis de 1995, consideró el Grupo Financiero Banorte,
al precisar que los márgenes de intermediación descenderán
más cuando el riesgo país se reduzca.
Manuel Fernando Sescosse Varela, director general de Banca
de Banorte, el único de los grandes bancos aún mexicano,
reconoció en entrevista con este diario que el reclamo nacional
de que los bancos cumplan con su función de intermediarios para
apoyar al desarrollo del país es muy natural.
Por
su parte, Consultores Internacionales (CI) destacó que el financiamiento
en México ha estado limitado en los últimos años y
no impulsa el desarrollo. Así lo demuestran las cifras del Banco
de México (BdeM), las cuales detallan que en 1994 el sector privado
se financiaba en 65 por ciento mediante la banca comercial, contra sólo
37 por ciento en 2003.
Sescosse Varela, a su vez, reconoció que después
de la crisis de 1995 y 1996 la banca registró los límites
de crédito más bajos en México, porque además
de poca demanda había un riesgo muy alto. Sin embargo, estimó
que con la estabilidad económica alcanzada hasta ahora se pueden
tener tasas de interés bajas, fijas y a plazos más largos,
con lo cual se da certidumbre a los proyectos.
''Para volver a construir la cartera de negocios del país,
lo que hicimos fue bajarla a cero, y con el Fobaproa entramos a una época
de crisis; la reconstrucción de la cartera será poco a poco.
Volver a reconstruir la cartera de crédito se tomará entre
siete u ocho años''.
Los expertos de CI señalaron que lo anterior muestra
el serio retroceso en esta materia, y con esta evolución el crédito
no bancario y el endeudamiento externo han ganado terreno. Ningún
país con éxito, crecimiento y desarrollo ha prescindido de
un sistema financiero sólido, con buenos niveles de profundidad
y con un fluido sistema para conceder créditos.
Destacaron que en este contexto las decisiones para otorgar
crédito dependen más de intereses globales que de las necesidades
del país, sobre todo si se considera que las pequeñas y medianas
empresas, que son las generadoras de fuentes de empleo y de actividad económica,
están marginadas de estas políticas globalizadas.
El director general de Banca de Banorte señaló
que ahora que las leyes cambiaron y existe una Ley de Garantías,
se ha incentivado a que todos los bancos empiecen a competir para otorgar
crédito empresarial y de consumo de manera muy abierta, lo que ha
propiciado que mejoren las condiciones de las tasas.
Sobre los elevados márgenes de intermediación
que prevalecen en la banca en México, el ejecutivo bancario admitió
que aunque han bajado, ''no son los óptimos''. Pero en perspectiva,
en sólo dos años las tasas se han reducido alrededor de 30
por ciento.
Explicó que el margen de intermediación
en los créditos hipotecarios es de seis puntos; dos del riesgo país,
más dos que se lleva cualquier crédito, llegan a cuatro,
y dos de margen de utilidad. ''Pero si baja a futuro el riesgo país,
entonces el margen será sólo de cuatro puntos, lo que nos
llevará a promedios internacionales'', aseguró Sescosse Varela.
El crédito más caro, con la mayor expansión
De acuerdo con el reporte de CI, en los últimos
años el financiamiento que más ha crecido es el crédito
al consumo, es decir, para automóviles, tiendas departamentales,
muebles y otros productos, a un ritmo promedio de 32 por ciento cada año.
Obviamente, agregan, esto ha sido posible por la rentabilidad
que este segmento representa para la banca, sobre todo cuando se trata
de intereses que oscilan entre 35 y 40 por ciento en términos anuales
para tarjetas de crédito.
El crédito a la vivienda ha tenido un ligero repunte
y las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (Sofoles hipotecarias)
han motivado mayor competencia, lo cual se ha respaldado en las tasas de
interés, que se encuentran entre 14 y 18 por ciento anual.
Sin embargo, agregan, el crédito a las empresas
dista de ser promotor de negocios. En este segmento las micro y pequeñas
empresas han sido las más afectadas, pues ahora se financian con
sus propios flujos de efectivo, con sus proveedores y, en el menor de los
casos, con préstamos del extranjero o de participar en operaciones
de la Bolsa Mexicana de Valores.
Plantearon que a corto plazo el sistema financiero mexicano
enfrenta el reto de reducir el enorme diferencial entre las tasas activas
y pasivas, dar mayor certeza jurídica a las instituciones bancarias,
y devolver a la banca de desarrollo su papel promotor estratégico.
Los analistas de CI concluyen: ''En un ambiente de tasas
de interés bajas (Estados Unidos uno por ciento y México
entre 5 y 7 por ciento) y con un marco jurídico más adecuado,
la banca comercial no tiene pretexto. Debe cumplir con la función
para la que fue creada: el otorgamiento de crédito, y debe hacerlo
con responsabilidad y la consideración social del país en
el que se desenvuelve, porque una economía sin crédito tiene
limitado su desarrollo''.
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