ASTILLERO

Julio Hernández López

Dos sucesiones: Oaxaca y el PRI nacional

Atentado o autoatentado, ésa es la clave
Ahumada, Nextel

LOS DOS TABLEROS importantes del futuro político de José Murat son el de la sucesión estatal, donde pretende impedir a cualquier costo que su archirrival Diódoro Carrasco le gane la partida por conducto de Gabino Cué, y el de la sucesión en el PRI nacional, en caso de que Roberto Madrazo sea candidato presidencial y por escalafón Elba Esther Gordillo asuma la dirección tricolor, en cuyo caso el todavía hoy gobernador oaxaqueño buscaría ser electo secretario general para convertirse en molestísima cuña para la cacique magisterial.

EN EL ESCENARIO local, Murat no ha dudado en enderezar las primeras dudas sobre la autoría de los hechos violentos del pasado viernes a "los caciques que pretenden volver al poder", en clara alusión a la corriente de Diódoro Carrasco, que ha logrado una coalición de partidos para enfrentar al muratismo. El mismo día del atentado o autoatentado, fuerzas policiacas locales revisaron, con claro sentido acusatorio, la casa del coordinador de campaña de Gabino Cué, pues suponían que en ese domicilio podría haber armas utilizadas en el cerro del Fortín o que allí podrían haberse refugiado algunos de los presuntos francotiradores. La tensión de las riendas políticas no se manifiesta sólo en el entorno de los adversarios, sino también en el plano que debería considerarse interno o propio: Murat apoya tozudamente a Ulises Ruiz, quien fue presidente estatal del PRI durante largos años y ha prestado valiosísimos servicios electorales a su otro jefe político, Roberto Madrazo Pintado, así como al propio gobernador oaxaqueño actual. Pero, a semejanza de lo que ha pasado en Tabasco, donde Manuel Andrade ha librado incompletas batallas contra Madrazo, que fue su creador político y mantiene pretensiones de maximato, en Oaxaca también la figura de Ulises Ruiz busca espacios propios, lo que choca con el estilo absorbente e implacable de Murat.

EN EL PLANO nacional, Murat sostiene una cerrada alianza con Madrazo que podría llevarlo a ser el candidato para impedir que Elba Esther Gordillo se apropie del PRI nacional en caso de que Madrazo fuese candidato a Los Pinos. No debe descartarse, sin embargo, el hecho de que el propio oaxaqueño alberga su personal expectativa de ser el candidato en mención. Ya antes había anunciado, durante un viaje a España, que recorrería universidades mexicanas para explorar sus posibilidades hacia 2006, y en el entorno del ataque armado del pasado jueves algunos personajes cercanos a él, suelen hablar sin salirse del libreto grupal, que advirtieron que se atentaba contra su jefe porque era visto como posible aspirante presidencial.

TALES CAMPOS DE batalla tienen sus resultados, sin embargo, sujetos a lo que ocurra en el escabroso asunto del atentado o autoatentado que sucedió el pasado jueves en la capital oaxaqueña. A pesar de la vehemencia del gobernador en defender su versión de los hechos, y del grave reclamo que hace a quienes dudan de ella, pues a su entender parecería que desearían haberlo visto muerto para confirmar que el atentado había sido en serio, lo cierto es que gana presencia la duda respecto a hechos muy concretos de ese día, y que la aparente contundencia de los primeros reportes (de los que este tecleador se permitió de inmediato concederse la tentación de descreer) ha ido cediendo a una sana y necesaria actitud de reserva en espera de mejores y más claros resultados.

A LA POSIBILIDAD de saber lo que realmente sucedió ese jueves ayuda de manera extraordinaria la posición del propio Murat de solicitar la concurrencia de la procuraduría federal de justicia para investigar los hechos. La procuraduría estatal de justicia parece poco calificada y confiable para esos menesteres, no sólo por las irregularidades cometidas por su personal en el lugar de los hechos de sangre del viernes, sino, además, por la sospecha de que el entorno criminal de la entidad hubiese alcanzado e infiltrado a esa dependencia estratégica. Al colocar su expediente en manos del gobierno federal, Murat lo hace a sabiendas de los agrios humores que en la casa presidencial y en su círculo íntimo han producido diversas actitudes y declaraciones de un gobernador Murat que no se caracteriza por sus buenos modales ni sus artes diplomáticas. La primera tentación en Los Pinos podría ser aprovechar el momento para ajustar cuentas con un adversario particularmente molesto. Ese riesgo sabido por Murat potencia la importancia de que mediante esa vía federal podamos acercarnos a la verdad de lo sucedido en ese jueves oaxaqueño. De allí, de ese desenlace, de saber si de verdad hubo un atentado en forma que pretendió acallar a un político incómodo, o todo fue un malévolo montaje en busca de réditos electorales locales y nacionales, dependerá el resultado de las dos partidas esenciales que en este momento juega José Murat.

ASTILLAS:LA VOZ DE Carlos Ahumada sigue dando órdenes respecto a sus negocios a través del sistema de radio y teléfono de Nextel, lo que hace suponer que sigue en México (y no sólo en el país, sino probablemente en la ciudad o el estado del mismo nombre). A sus subordinados da instrucciones precisas, con información actualizada, para que preserven los intereses de las empresas del corporativo Quart. Su secretaria, Karla Servín, hace los enlaces desde algún lugar desconocido. Algunos de los destinatarios de sus llamadas de los últimos días han sido dos de sus gerentes, Héctor Iturbide y Raúl Rizo. Por esa vía de comunicación organizó, por ejemplo, el traslado de archivos de Quart a El Independiente, oportunamente avisado el empresario antes de que llegara la procuraduría capitalina de justicia a catear las instalaciones de la avenida Revolución en la ciudad de México. Por cierto, en el diario de Ahumada despacha Araceli Garfias, tesorera corporativa de Quart, quien mucho sabe sobre el origen de los dólares entregados a René Bejarano y sobre otros dineros otorgados sin recibo ni factura a personajes perredistas...

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