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México D.F. Domingo 21 de marzo de 2004
''... y la Virgen me dijo: tienes que curar a tus hijos''
El Tajin, Ver., 20 de marzo. Uno de los atractivos de la Cumbre Tajín 2004 es el llamado Nicho de la Purificación, en donde se ofrecen baños de temascal, sanaciones, masajes y limpias de medicina tradicional totonaca.
La medicina tradicional es la práctica de conocimiento ancestral de origen indígena prehispánico, que se aprende empíricamente por iniciación, herencia, revelaciones de seres sobrenaturales y por sueños.
Mediante los alumbramientos (curaciones) por huevo, los curanderos adivinan qué clase de enfermedad se tiene, como lo hace desde más de 60 años doña Sabina García, anciana totonaca, curandera y partera, que es una de las más solicitadas del lugar.
Originaria de Tenistepec -"rumbo al mar"-, Sabina comenta en charla luego de una sanación: ''Yo alumbro con blanquillo, veo qué enfermedad tienen y luego trueno el huevo en un vaso con agua; se ve como una televisión. Curar es algo que Dios me dio porque no tuve maestro. De nene me mando así, pero en sueño, he dado mucha medicina de plantas a través del sueño. Cuando los doctores ya no les dan nada, van conmigo".
Narra cómo descubrió que debía ser partera: ''Entré de partera cuando tuve a mis dos nenes. Mi abuela tenía más de 100 años. Me dijo: 'nieta, ya no te voy a atender, tienes que aprender'. Me decía cómo cortar el ombligo, como quemarles para que el nene no se desangre, como chupar el trapo para limpiarlos luego. Yo solita me he aliviado y así aprendí a ser partera de las demás".
Dice que la primera vez que curó, fue luego de un sueño que tuvo en momentos moribundos, cuando la aquejaba una rara enfermedad.
"Dios me puso una prueba. En tres meses no comí, me estaba muriendo de tristeza porque mi hijo de cinco años se me había muerto. Nada más tomaba agua; fue entonces que llegó la virgen, toda de blanco, brillante, no hay tela que se le compare; fue cuando me dijo: 'hija, párate, tú te quieres morir, no está bien como piensas, cúrate. Sube a un escalera y encuentra algunas yerbas'. La seguí y agarré un bejuco e iba caminando al tiempo que al bejuco se le juntaban las plantas. 'Ten cuidado de no caer, tienes que curar a tus hijos', me volvió a decir. Esto que recogiste viene de donde está Dios. Palmilla, ortiga fueron las plantas, entre otras, las que recogí, y son las que uso. Ahora va mucha gente a mi casa, consultas, con barrido, con blanquillo".
Sabina, quien dice que el gobierno les pagará por los días en los que estén en la Cumbre, asegura: "cualquier lugar es bueno para alumbrar, pueden ir a mi casa o aquí (en el llamado Parque Temático), Dios está en todos lados". JUAN JOSE OLIVARES, ENVIADO
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