Desde un auto insultó al secretario cuando participaba en una ceremonia en Tlalpan

Escoltas de Ebrard persiguen a un gritón

ANGEL BOLAÑOS Y MIRNA SERVIN

Cuando el secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, tenía la palabra durante la ceremonia de inauguración de la Coordinación Territorial Tlalpan-4, de un vehículo en marcha por Canal Nacional se escuchó un fuerte grito: "šEres un corrupto, cabrón!", y tras un instante de pasmo de los uniformados apostados en la caseta de acceso a las instalaciones, en espera de órdenes, dos escoltas del jefe de la policía se lanzaron en sus motopatrullas a la persecución del autor del agravio.

Tres calles adelante fueron detenidos quienes dijeron llamarse Eduardo Alvarez del Castillo y Viviana Mondragón Lazo, y esta última, sobre todo, inició una acalorada discusión con los policías. Mientras, como si nada hubiera pasado, en el estacionamiento de la Coordinación Tlalpan-4, el acto se desarrollaba con toda normalidad.

En su oportunidad, el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, destacó las obras que se realizan para dotar a la ciudad de infraestructura, tras más de 20 años de que no se construía una universidad, un hospital, un reclusorio, así como nuevas instalaciones para Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia.

A tres calles, sobre avenida Periférico Sur, la discusión continuaba:

-Opino que es un comportamiento despótico, autoritario, que están violando nuestra libertad de expresión y que el señor (el escolta) está diciendo que yo lo ofendí y yo no lo ofendí -decía la mujer.

-Me dijo de majaderías. šPor Dios! Yo tengo derecho de réplica, usted reconozca y tenga el valor civil. Me faltó al respeto con groserías altisonantes, usted misma lo confesó... Usted es una dama y como es una dama, son tan bellas que... Por eso la respeto -replicó el escolta.

-Yo al señor no le dije absolutamente nada. Yo dije: qué poca madre que la autoridad, por órdenes de Ebrard, reaccione de esa manera con los ciudadanos. Eso fue lo que dije, al señor no le he dicho ninguna grosería. Sí utilicé una palabra altisonante para el señor Ebrard y para el señor López Obrador, no así para el policía -se defendía la mujer. Mientras, Alvarez del Castillo, que fue quien gritó desde el vehículo, reconoció que había cometido una falta y estaba dispuesto a pagar por ello.

Al final de la discusión, los uniformados permitieron que la pareja se retirara.

Al terminar el acto, Marcelo Ebrard justificó la detención del conductor para revisar su intención. Explicó la movilización de su cuerpo de seguridad para detener al automovilista porque éste "interrumpió un acto público donde hay otros ciudadanos", por lo que se tiene que verificar por qué lo hace.

Aceptó que en este tipo de situaciones no es necesario practicar violencia contra la persona, "pero sí es nuestra obligación verificar, no vaya a ser que quiera hacer algo más".