México D.F. Domingo 21 de marzo de 2004
La multitud recordó a las víctimas
del 11-M y pidió el regreso de las tropas españolas
"Aznar, canalla, nos vemos en La Haya", gritaron miles
de españoles en Madrid
En Barcelona marcharon 200 mil personas para demandar
el fin de la intervención en Irak
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 20 de marzo. Centenares de miles de personas
volvieron a salir este sábado a las calles de las principales capitales
del país para exigir nuevamente el fin de la ocupación militar
de Irak y para recordar a las víctimas y familiares del atentado
del 11 de marzo, conocido aquí como 11-M.
A
un año del comienzo de la guerra contra Irak, la multitud exigió
el regreso de las tropas españolas desplegadas en el país
árabe por decisión unilateral del presidente en funciones,
el conservador José María Aznar.
En Madrid, donde hay miles de veladoras en los rincones
trágicos, donde estallaron los "trenes de la muerte", la movilización
reunió a más de 50 mil personas, que se desplegaron desde
la Puerta del Sol hasta la glorieta de La Cibeles.
Con una manta con el lema "Madrid. Construyendo la paz.
Retirada de las tropas. Fin de la Ocupación", los manifestantes
re-corrieron las calles del centro de la ciudad encabezados por representantes
de partidos políticos, organizaciones sociales, artistas y miembros
de la sociedad civil.
Antes de llegar a la Puerta del Sol, donde se leyeron
los comunicados de la protesta, los manifestantes gritaron consignas contra
Aznar, George W. Bush y Tony Blair, entre ellas "Aznar, canalla, nos vemos
en La Haya" o "No se han ido, les hemos echao" en referencia al
triunfo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las elecciones
de la semana anterior y la salida del gobierno del Partido Popular.
Tras un minuto de silencio por los 202 muertos en los
atentados, la primera en tomar la palabra fue Bárbara Couso, hermana
del periodista José Couso, asesinado el año pasado en Irak
por un tanque de Estados Unidos, quien exigió el fin de "esta ló-gica
demente de guerra", y recordó que el asesinato de su hermano fue
"un crimen de guerra", como el de los periodistas árabes abatidos
el viernes anterior por soldados de Estados Unidos.
Posteriormente, la brigadista española Ro-sa Peñarolla,
quien estuvo en Irak antes y durante los bombardeos de la ocupación,
calificó la intervención militar como "una guerra de pillaje".
El manifiesto de las más de 50 organizaciones convocantes
a la marcha, entre ellas Red de Apoyo Zapatista, Cultura contra la Guerra,
Comisiones Obreras, Unión General de Trabajadores, fue leído
por los actores Juan Diego y María Barranco.
El texto denunció "la tergiversación y ocultación
de información sobre la autoría de los atentados por parte
del gobierno de Aznar, a fin de que el electorado no asociara su trágico
balance de dolor y muerte con la implicación del Estado español
en la invasión y ocupación de Irak".
Movilización catalana
Unas 200 mil personas volvieron a marchar en esta ciudad
para demandar el fin de la intervención en Irak, pero, sobre todo,
para recordarle al presidente electo español, José Luis Rodríguez
Zapatero, que "no hay ex-cusas" para que las tropas españolas permanezcan
en el país árabe.
Decenas
de contingentes, encabezados por los partidos Esquerra Unida, Esquerra
Republicana y Socialista Catalán; grupos ecologistas, integrantes
de distintas redes altermundistas, como ATTAC, militantes del Partido Obrero
Socialista Internacionalista y también representantes de las comunidades
islámicas en Europa, partieron de la Plaza Cataluña y continuaron
por toda la arteria central de esta ciudad.
A las afueras de uno de los balcones, una enorme manta,
aplaudida por los manifestantes, destacaba: "PSOE, recuerda el 13-M, las
cacerolas están alerta", en clara alusión al día que
miles de ciudadanos se apostaron ante las sedes del Partido Popular para
demandar la verdad sobre los acontecimientos de dos días antes y
criticar la manipulación informativa. En otro se leía: "¡Fuera
tropas de Irak, ahora! Rodríguez Zapatero sin excusas".
Desde el jueves anterior en la noche se comenzaron a congregar
en la plaza Cristina estudiantes universitarios, integrantes de comunidades
teatrales, participantes en grupos como Plataforma Alto a la Guerra, para
prepararse en vísperas de esta manifestación que revivió
el espíritu antibelicista barcelonés, justo al cumplirse
un año del inicio de la invasión angloestadunidense en Irak.
La ausencia más notable, la del Partido Popular,
confirmó que en esta ciudad el otrora instituto gobernante se ha
mantenido al margen de las movilizaciones más im-portantes en contra
de la guerra.
También había una enorme manta que era una
réplica del Gernika, el mundialmente famoso cuadro de Pablo
Picasso, que la llevada el Colectivo de Solidaridad con la Rebelión
Zapatista.
Por primera vez se vio a muchos migrantes en la manifestación,
en especial musulmanes y árabes. El manifiesto que se leyó
en catalán destacaba la retirada de las tropas con o sin apoyo de
Naciones Unidas, y la retirada de las empresas españolas en Irak,
en especial La Caixa.
También hubo movilizaciones en Bilbao, San Sebastián,
Girona, Sevilla, Valencia, Córdoba, Logroño, Granada, Pamplona
y muchas ciudades más.
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