México D.F. Sábado 20 de marzo de 2004
Expulsan de los colegios a menores portadores del virus, dicen organizaciones civiles
Surgen también en Edomex denuncias por discriminación a niños con sida
"Las familias no se quejan ante las comisiones de derechos humanos por miedo al estigma"
VICTOR BALLINAS
En las escuelas públicas y privadas "sí se ejerce discriminación, estigmatización y expulsión de sus colegios" contra niñas y niños portadores del virus de inmunodeficiencia humana, e incluso contra menores sanos cuyos padres tengan la enfermedad, aseguraron ayer organizaciones de la sociedad civil, del grupo multisectorial de lucha contra el sida en el estado de México.
Las expulsiones de menores infectados de los planteles escolares en el estado de México "son una realidad. Ocurren, hay registros, los directores y maestros lo saben, lo mismo los padres de los estudiantes".
"ƑQué ha ocurrido? ƑQué está pasando ante esos casos? ƑQuiénes se enteran? ƑQuiénes presionan para que haya expulsiones?", cuestionan los integrantes del grupo multisectorial -organizaciones civiles, del sector salud y educativo; la Comisión Estatal de Derechos Humanos; la universidad; especialistas, e investigadores en el estado de México.
Las propias organizaciones responden: "Hay niñas y niños expulsados de sus escuelas. El problema existe. A veces las autoridades educativas federales no se enteran, tampoco las estatales, pero los directores de los planteles y los inspectores sí. Ellos lo saben.
"ƑQué pasa cuando los padres de familia se enteran que hay en la escuela un niño o niña infectado de sida? Surge el miedo, el temor al contagio de sus hijos. Presionan a los maestros y a los directivos de las escuelas, y lo más fácil es que expulsen al menor, o que decidan 'darle clases en su casa, enviándole un maestro'.
"Aunque hay información sobre el sida en mensajes, anuncios, espots de campañas, lo que no hay es conocimiento por parte de la sociedad. Hay desinformación, de lo contrario no ejercerían presiones para que expulsen a los menores infectados. Entonces hay que revisar si las campañas contra el sida son efectivas y si han cumplido su objetivo", dicen las organizaciones.
Las expulsiones, aseguran, "son una realidad. Cómo las hemos resuelto en el estado de México: algunos casos con intervenciones directas, pero estamos conscientes que esa no es la solución contra el estigma y la discriminación".
-ƑUstedes han enfrentado casos? ƑCuál es su experiencia?
-Primero, que esta situación no debería ocurrir, pero si pasa es porque algo está fallando. No vamos a dar nombres de los menores, no los vamos a ubicar, porque hacerlo nos genera conflicto, son niños que han pasado por experiencias dolorosas, como la expulsión, el estigma, y ahora recordárselos sería injusto. Son casos que nos remueven, porque han lastimado a los infantes, pero que no se diga que no existen. Ahí están los casos. Los hay. Tienen nombre.
"Al principio nos enterábamos que un menor había sido expulsado de la escuela por estar infectado de sida. ƑQué hacíamos?, nos presentábamos en el colegio, hablábamos con los maestros, les explicábamos, hacíamos talleres con los padres de familia, y una vez que tenían el conocimiento de cómo se contagia, de que sus dudas habían sido respondidas, entonces el menor se reincorporaba al grupo.
"Una vez que se concientizó a maestros del problema y de cómo enfrentarlo, entonces ellos se convirtieron en aliados, para que cuando supieran de un nuevo caso lo reportaran. Así fuimos conociendo casos y se atendieron. Primero fueron los maestros, luego los inspectores escolares y también los padres de familia."
-Pero si hay información por medio de talleres, Ƒpor qué ocurren nuevos casos?
-Porque a los inspectores cada año los cambian de zona; entonces, cuando hay un caso nuevo, se debe a que el inspector que ha llegado no tiene los conocimientos que los otros tenían.
-Este ha sido un trabajo multisectorial con el que hemos estado resolviendo casos localmente, pero a escala nacional debería haber toda una estrategia, un enfoque, un plan para enfrentarlo, y no lo hay, por eso se presentan nuevos casos.
-La CNDH no tiene quejas. Las comisiones estatales dicen que tampoco. Pero la realidad es que hay niños expulsados. ƑQué pasa ahí?
-Obviamente no hay quejas, y si las hay son las menos. Se tiene que entender que hay mucho miedo, temor de la familia a que se haga público que tienen sida y un hijo con esa enfermedad. Si se quejan en la escuela se les estigmatiza, se les señala. Lo que hacen es esconder el problema. Cambian de colegio a los menores, y si se arregla en la escuela y el niño o niña es reinstalado en su salón, menos se quejan.
En el grupo multisectorial se cuestionan: "cómo detenemos la enfermedad, cómo la paramos, si a escala nacional las propias autoridades informan que 90 por ciento de los enfermos de sida no saben que están infectados. Cómo hablan de que la enfermedad está estabilizada si 90 por ciento no lo sabe. Parece que ahora hay un gobierno más conservador. Cómo entrarle a programas exitosos de sexualidad y sida.
"Cómo avanzar en las zonas rurales cuando se ha trabajado una semana en el tema del uso correcto del condón y llega un sacerdote a dar una misa y dice que es pecado usarlo".
Todavía hay mucho que hacer, que replantear. "Que se investigue, los casos de menores expulsados de las escuelas ocurren, ahí están. Está pasando, y no creemos que se expulse por política educativa, sino por temor, miedo e ignorancia".
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