TIEMPO DE BLUES

Raúl De la Rosa

ƑWorld music?

Primera llamada

LA PRESENCIA EN la ciudad de México de artistas provenientes de Africa, Europa y la zona sur de Veracruz me convoca (después de escuchar a Chuchumbé) a buscar y encontrar, los maravillosos y sutiles vasos comunicantes de las raíces que se entrelazan en una añeja herencia.

CHUCHUMBE, OUMOU SANGARE y Rachid Kaha. Continentes musicales, culturas añejas y, por lo tanto, en constante cambio, en ebullición, ritmos en los que los antiquísimos tambores retumban en una vital danza por la vida, cantos que se pierden en los tiempos.

CONTRAPUNTEA'O SE LLAMA el más reciente disco de Chuchumbé, que presentó en esta capital en dos conciertos y, aunque estábamos lejos de ese clima de fandango del sur de Veracruz, el grupo calentó el ánimo con sus sones y rítmicos zapateados; el aire cálido de los sones jarochos y del fandango nos envolvieron. La máxima "Llevar la música un poco más allá de donde la encontraste", va muy bien con Chuchumbé, pues sus arreglos y propuestas musicales la confirman. La pieza Quemallama, con la huella de la herencia africana, también confirma que la intuición del grupo funciona, o Ƒserá una memoria colectiva la que les dicta esas propuestas?

CHUCHUMBE FORMA PARTE de ese sorprendente movimiento que ha provocado una suerte de renacimiento en los sones tradicionales de Veracruz. Hace unas décadas sólo quedaban algunos grupos y familias que interpretaban los sones tradicionales, no había gran interés de los jóvenes por esos géneros; sin embargo, agrupaciones como Mono Blanco, Grupo Tacoteno, Son de Madera, Chuchumbé, entre otros, e investigadores como Antonio García de León o la presencia de un Arcadio Hidalgo, sin olvidar a decenas de músicos viejos, conservaban la tradición. El apoyo de algunas instituciones y la recopilación sonora que realiza el Instituto Nacional de Antropología e Historia despiertan el interés de algunos jóvenes por interpretar esos ritmos populares. Para la fiesta de la Candelaria, en Tlacotalpan, este año se inscribieron más de 70 grupos, por lo que "el son jarocho y los fandangos gozan de buena salud".

Segunda llamada

LA PRESENTACION DE Oumou Sangare nos hizo experimentar el rencuentro con esas raíces ancestrales. El Ave canora de Mali regresó a México; una vez más escuchamos a una mujer bellísima, que en el escenario hace más que cantar: Oumou oficia el antiquísimo rito en el que se convoca al espíritu, a la madre tierra. Oumou estuvo nuevamente entre nosotros para mecernos, junto con sus bailarinas y músicos, en un interminable ciclo vital -hoy más que nunca- contra la muerte sin sentido.

OUMOU NACIO EN Bamako, capital de Mali, en 1968, hija de madre cantante. Para su disco Worotan, Andy Morgan escribió: "Oumou Sangare se ha ganado su lugar en el salón de la fama de la música de Africa occidental por algo más que su habilidad para cantar bien. Cantautora, defensora de los derechos humanos, vocera de su generación y de su sexo, es más que una mera intérprete".

Tercera llamada

RACHID TAHA, UNO de los tres soles de la música Raï -los otros son Khaled y Faudel-, que representa Africa del Norte y Francia, finalmente llega a nuestro país. Es otro vaso comunicante ancestral; en él se unen lo árabe, lo andaluz, el fandango, el lamento hecho canción, el ritmo como vértigo.

TAHA SE EMPIEZA a dar a conocer en los años 80, en una buhardilla de la Croix Rousse, en París. En 1986 recibió el legendario premio de rock francés Bus d'Acier, en 1990 grabó un disco como solista y en 2000 realizó su quinto disco, Made in Medina, en el que se funden rock, raï, funk, trance y sonidos electrónicos. Sus presentaciones tendrán lugar en el Teatro de la Ciudad el sábado 20 a las 20:30 horas y en el Zócalo el domingo 21 a las 18.

CON LA PRESENTACION de este músico habré triangulado los sonidos y las notas de un mismo bien común: la música tradicional, popular, ancestral de Africa y México, y no ese puré en que nos ha metido el término world music, pues la música que interpretan Chuchumbé, Oumou Sangare y Rachid Taha tienen nombre y apellido, historia y genealogía.

LA MUSICA TRADICIONAL del mundo es de variedad y riqueza infinitas, no se puede clasificar con una peyorativa y simple etiqueta como "música del mundo". Pero, por hoy, disfrutémonos, ahora que estamos vivos.

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