México D.F. Martes 16 de marzo de 2004
El músico evocó nostalgias y soledades
en su recital
Pablo Milanés hizo vibrar a más de 2
mil personas en SLP
CARLOS PAUL ENVIADO
San Luis Potosi, 15 de marzo. La poética
inconfundible y sincera de Pablo Milanés hizo vibrar de emoción
a los más de 2 mil asistentes la noche del domingo al recital del
intérprete cubano en el contexto del Festival de San Luis que se
desarrolla en esta ciudad.
El Teatro de la Paz, con capacidad para más de
mil 300 personas, fue insuficiente, por lo que se instalaron dos pantallas
fuera del recinto y así los que no alcanzaron boleto pudieran disfrutar
del concierto.
Acompañado
por la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, bajo la batuta
de José Miramontes Zapata, Milanés evocó nostalgias
y soledades, amores y amistades, su solidaridad con la juventud cubana.
La pasión serena de Pablo fue creciendo durante
el concierto, a Los días de gloria siguieron En saco roto
y Nostalgias.
Otro recuerdo se hizo canción en Exodo,
dedicada, expresaría Pablo, ''a los cubanos que por una u otra razón
no viven en mi país. Es una canción que pretende ser un puente
de amor entre nosotros".
Los rítmicos colores de los sones y rumbas jazzeadas,
interpretados por Carlos M. Núñez (piano), Dagoberto Angel
González (violín y teclados), Eugenio Arango (congas), José
Luis Hernández (bajo) y Osmani Sánchez (batería) prendieron
al público, dentro y fuera del teatro, cuando se escucharon las
primeras armonías de De qué callada manera, tras la
cual el sentimiento de Pablo, como si tuviera a una joven bella frente
a él, canta: ''Mírame bien, tú naciendo a la vida,
y a mí que se me va".
Mejor dar tumbos
Las amorosas evocaciones se diluyen una tras otra y La
soledad, de Milanés, ''es un pájaro que ya no tiene edad
para volar, que remueve los rincones del corazón, para quedarse
solo con su luz".
Desde el desvelo onírico vuelve a cantarle a su
amor, reclama: ''déjame despertar de esta dicha, déjame despertarte
con un beso, déjame volverte a repetir que te quiero".
Del amor, el compositor pasó a solidarizarse con
la juventud cubana, pues aunque ''el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos,
y el amor no lo reflejo como antes", cantó el poeta: ''me sumo a
tu verdad como bandera y como tú prefiero ir dando tumbos, a ser
que me corroa la pereza".
Identidad es el título de esa canción
que abriría el camino a las añejas, pero siempre vigentes
y emotivas piezas de Milanés.
Yolanda y El breve espacio fueron co-readas
a todo pulmón por el público, que con sentimiento amoroso,
tierno y triste cantó junto con Milanés, para concluir el
concierto, aquello que dice: "Muchas veces te dije/ que antes de hacerlo/
había que pensarlo muy bien,/ que a esta unión de nosotros/
le hacía falta carne/ y deseo también./ Ahora a tratar de
conquistar/ con vano afán/ ese tiempo perdido,/ que nos deja vencidos/,
sin poder conocer,/ eso que llaman amor,/ para vivir, para vivir".
|