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México D.F. Domingo 14 de marzo de 2004
Pensar, sentir y actuar
Promueve Elsy Contreras plan de educación corporal
MERRY MAC MASTERS
El método analítico para todo público Educación corporal por medio del arte, o Edu-c-art, de la bailarina y coreógrafa Elsy Contreras, se basa en una serie de movimientos corporales sencillos, aunados al ejercicio de la mente y la sensibilidad. Usa tanto concentración como memoria, imaginación y congruencia (pensar, sentir, actuar).
Mi objetivo -dice Contreras- es educar el cuerpo en todos sus aspectos al empezar por lo más simple: saber pararse o caminar o correr o saltar; desarrollar la inteligencia, llevarlo a la acción, a no tener miedo de moverse, porque "la energía es el arma del enemigo"; a no ser pasivos, adquirir habilidades y destrezas, e inspirarse por medio de la naturaleza y el arte. Además, sociabiliza porque "al expulsar tu timidez interior por medio de la expansión de tu cuerpo en el espacio te sientes más relajado y seguro de ti mismo". En el método Contreras siempre hay un principio, un desarrollo y un objetivo: se aprende a terminar un trabajo y a plantearse otro reto.
Estilo muy humanista
Contreras, quien radica en Nueva York desde 1996, presentó el método Edu-c-art a la Coordinación de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes, que se interesó, pero se lo pidieron con dibujos. Ahora, Contreras ha decidido sacar la edición con fotografías, a la vez que busca un agente. Apunta: "Si logramos aplicar este método en todas las primarias y secundarias, se elevaría notablemente el nivel de la educación. Los niños básicamente son energía, pero lo tenemos que encauzar de modo correcto".
Contreras describe su estilo como "muy humanista", porque es una danza que viene del interior al exterior del ser humano. Se fue de México porque en cierto momento se sintió "atada". Ya no tenía "material", es decir, cuerpos humanos para crear "desde el principio" y "no hacer bailarines al vapor como ahora se hacen".
Primero se fue a Holanda, donde buscó a Jiri Kylian, director artístico y coreógrafo del Ballet Neederland; después a Alemania, donde ensayó su coreografía Narciso con el Ballet de Koblenz. Finalmente se quedó en Nueva York, donde hace años había tomado clases con Martha Graham, José Limón y Maggy Black. Claro, vivir allí era otra cosa: "Para entrar hay que estar allí esperando el momento. Aun así llegué y dije: 'no puedo empezar desde abajo. Así que voy a tocar puertas hasta arriba'".
Contreras se fue a la clase abierta de la American Ballet Theater y empezó a hacer más clásico que contemporáneo, porque su cuerpo estaba "sobretrabajado". Se presentó con John Meeham, del Studio Company, quien le pidió que preparara su próxima obra.
Contrario a México, donde luego se trabaja por "amor al arte", en Estados Unidos se necesita rentar un estudio y pagar a los bailarines. Por fortuna, a Contreras le prestaron un estudio y Diane Carter, la maestra oficial de la compañía del American Ballet, le ofreció trabajar con los bailarines de la clase abierta que consistió en ponerles "el estilo de mi danza para que fueran sacando la expresión que necesito, y después montar la coreografía". Ahora, está viendo qué posibilidades hay de que se haga algo. Contreras trabaja en dos escuelas particulares de enseñanza dancística.
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