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México D.F. Domingo 14 de marzo de 2004
Antonio Gershenson
Los conflictos de interés
Antes incluso de otras consideraciones, antes incluso de abordar los detalles en los diferentes ámbitos de la corrupción, y en los diferentes frentes de la lucha contra la misma, hay algunas cuestiones básicas que creo que debemos establecer. Se trata, como un componente importante de los problemas que se han puesto de manifiesto, del conflicto de intereses.
Cuando una persona es, o va a ser, funcionario público, y al mismo tiempo tiene intereses (propiedad directa, acciones o algo similar) en una empresa que contrata o puede contratar con la autoridad o entidad pública de la que se trata, sean obras o sean adquisiciones, debe optar de inmediato. O bien rompe sus nexos con la empresa o empresas en cuestión, o bien renuncia o se niega a asumir el cargo público. Si no lo hace, desde ese mismo momento aparece el conflicto de intereses. Independientemente de que pueda o no tener las mejores intenciones, el conflicto de intereses existe. Creo que esto está claro, por lo menos, en áreas importantes del Gobierno del Distrito Federal (GDF). Sin embargo, parece claro ahora que no en todos los casos ha prevalecido ese criterio.
En el ámbito federal se ha dado el conflicto de intereses, tal vez en forma más aguda. El caso público más notorio es el de senadores del PAN que son al mismo tiempo abogados, y que han sido representantes legales de empresas o personas que, en el plano legal precisamente, están confrontados con el gobierno federal y, en general, con las autoridades de la República en diferentes niveles. Ya con que se tratara de empresas que tienen tratos, o contratos, con el gobierno federal, se presentaría el conflicto de intereses. No digamos si se trata de quienes han demandado a alguna autoridad.
ƑCuál es la importancia de abordar estos problemas, no sólo, pero sí también, desde el ángulo del conflicto de intereses? Podría parecer poco relevante frente a la gravedad de las otras posibles faltas. Pero el conflicto de intereses se ha presentado primero, y al prevalecer éste se han presentado los hechos más graves. Es más, la situación de conflicto de intereses, además de ser un problema serio en sí mismo, es también un caldo de cultivo para la corrupción. Esto quiere decir que, desde el punto de vista preventivo, desde el ángulo de lo que debe hacerse para evitar, o dificultar, el que este tipo de cuestiones se sigan presentando, el atacar el problema desde que se presenta el conflicto de intereses resulta muy importante.
Se ha hablado de reformas legales a este respecto. Aunque en el GDF, como dije, es práctica común en áreas importantes la verificación de que no se presenten casos de conflicto de interés, las experiencias recientes muestran que resulta necesario que los organismos de control puedan actuar con más agilidad, especialmente en este tipo de casos. Así como se puede, con relativa rapidez, terminar o cancelar un contrato irregular, se pueden revisar el marco legal, el normativo y las condiciones de trabajo para que sistemáticamente se trabaje en la detección de posibles casos de conflicto de intereses.
En el ámbito federal, seguro que es necesario modificar el marco legal. Esto ya ha sido planteado desde varios lados, en diferentes momentos, en el ámbito legislativo. Se debe pasar a los hechos y llevar a cabo el proceso para lograr estos cambios en poco tiempo. En particular, dentro de los cambios debe estar la prohibición de desempeñar actividades que generen conflictos de interés. O se sigue litigando, por ejemplo, y se deja el puesto público, o se deja de litigar. Estos conflictos afectan la salud pública, financiera y política de nuestro país. Como se ha señalado en La Jornada, la sensación de impunidad es la única explicación de las afirmaciones de uno de estos senadores. De hecho, la amenaza de la publicación de más videos o similares no es sino un chantaje en público, y sólo lo hace quien se siente totalmente impune.
Estamos en una situación especial, y los órganos de control, en especial la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal, están trabajando en la posible detección de otros casos similares a los que ya son conocidos. Es preciso que cuenten con los medios para continuar esa tarea de manera permanente y sistemática. No sólo nos referimos a las plenas facultades, sino sobre todo a los medios materiales, que incluyen más personal calificado y medios de control con sistemas de cómputo.
Insisto, esto no es en lugar de las medidas que procedan en cada caso de corrupción, de manera más directa o inmediata, sino además de las mismas. Lo que planteamos es que no sólo se tomen medidas correctivas o de sanción, sino también preventivas, detectando y atacando el problema desde sus primeros síntomas y desde sus raíces.
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