México D.F. Domingo 14 de marzo de 2004
LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO
José Agustín Ortiz Pinchetti
Un Watergate a la mexicana
EL PRD Y EL Gobierno del Distrito Federal están pagando un alto precio por la corrupción de sus miembros. Pero la existencia de un complot organizado por el gobierno federal en contra de un opositor muy importante es una corrupción mucho más grave. Es asimilable al intento de Richard Nixon y su equipo para destruir la candidatura demócrata que se oponía a su relección (incidente del Watergate). De confirmarse la existencia de una conspiración, los daños que causaría al gobierno y a su partido serían un verdadero boomerang, pero los daños se extenderían a toda la clase política que está padeciendo un proceso de shock por las innumerables revelaciones de corrupción y por las divisiones internas.
HASTA HOY SE ha demostrado que el empresario Carlos Ahumada (personaje central de todo el drama), quien había sido acusado por el Gobierno del DF de fraude, presentó una denuncia por extorsión ante la Procuraduría General de la República (PGR), a pesar de que la autoridad responsable era la Procuraduría del DF. El 20 de febrero acudió a un hotel acompañado por el senador panista Diego Fernández de Cevallos, por un delegado del Cisen (agencia de inteligencia del gobierno federal) y por Juan Collado, asesor de la familia Salinas, para comparecer y ratificar ante funcionarios de la PGR su denuncia de extorsión.
LA DIRIGENCIA SE vio con una gran irregularidad, porque a pesar de que se anotó que el acta correspondiente se levantó en las instalaciones de la procuraduría, fue redactada y firmada en un salón privado del hotel, cuya renta fue pagada por el Cisen. El senador Diego Fernández de Cevallos aceptó "haber visto los videos" antes de su presentación y no ha explicado por qué no los denunció ante las autoridades, ni por qué de su presencia en la diligencia. El procurador general confesó que no tenía conocimiento de la investigación, y el secretario de Gobernación, tardíamente, negó que el Cisen estuviera involucrado.
LOS HILOS DEL enredo conducen muy arriba. La presencia del Cisen es inexplicable en una diligencia ministerial y refuerza la idea que esta agencia fue la que logró los videocasetes, ya sea a través de una acción de uno de sus agentes en Las Vegas, ya sea "adquiriéndolos" del señor Ahumada, quien está acusado de lavado de dinero špor el propio gobierno federal!
LO GRAVE ESTA en la utilización de los instrumentos del Estado contra un destacado opositor del país. A pesar de la habilidad verbal del senador, le será muy difícil explicar su presencia y su apoyo en esta diligencia si la investigación va en serio.
EL CISEN NO puede investigar a los políticos sin denunciar a tiempo los hechos ante las autoridades. No puede penetrar la intimidad ni perseguir, amedrentar o denunciar a los enemigos políticos del régimen. Se puede decir que estas actividades encubiertas son más corruptas que aquellas que se intenta investigar y castigar ahora.
DEBEMOS RECORDAR QUE el Cisen fue creado por el antiguo régimen, pero que se ha mantenido vigente y que no se ha permitido hasta ahora examinar si las actividades de espionaje político de antaño han sido descontinuadas o se mantienen con plena impunidad hasta hoy.
Los usos y costumbres del régimen autoritario pueden haber sido heredados como un legado de perversidad por el "nuevo" sistema. De ser así, el cambio en México habrá sido prácticamente insignificante y la transición política estaría lejos de completarse. [email protected]
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