Toledo defiende las semillas criollas

Oaxaca, Oax., 11 de marzo. El atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán fue el escenario en el que el pintor oaxaqueño Francisco Toledo, fundador presidente del Patronato Prodefensa y Conservación del Patrimonio Natural y Cultural de Oaxaca (Pro-Oax), distribuyó entre los transeúntes tortillas elaboradas con maíces nativos de Oaxaca, en protesta por la presencia de transgénicos en esta entidad.

Esta protesta del también promotor de espacios culturales de Oaxaca fue secundada por los asistentes al Foro en defensa de nuestro maíz, organizado por organismos no gubernamentales y comunidades indígenas en forma alterna al Simposio maíz y biodiversidad: los efectos del maíz transgénico, que se efectúa en esta ciudad.

La convocatoria a este simposio internacional, que también se realiza en la ciudad de Oaxaca, fue realizada por la Comisión de Cooperación Ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en la que participan los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá.

Los miembros del Pro-Oax, encabezados por Toledo, así como representantes de Greenpeace-México y demás asistentes al Foro en defensa de nuestro maíz, repartieron tortillas elaboradas con la mayoría de las 30 especies de maíz "criollo" que se cultivan en el estado de Oaxaca, mientras que a escala nacional existen unas 50 especies.

Toledo se concretó a decir que esta acción de protesta la emprendió porque está en desacuerdo con "la entrada de maíces transgénicos a Oaxaca".

Como parte de sus actividades de protección al medio ambiente, Toledo abrió a principios del presente año un mercado de productos orgánicos en el patio del cinema El Pochote, ubicado en la zona norte del centro histórico de la capital oaxaqueña, hasta donde llegan los días viernes y sábado productores agrícolas y pecuarios de diversas regiones de la entidad a comercializar productos libres de agroquímicos.

El representante para América Latina de la Asociación para el Mejoramiento de Cultivos Orgánicos, Homero Blas Bustamante, mencionó que "la agricultura orgánica y la producción de alimentos orgánicos hoy día es de gran importancia mundial, pues registra un crecimiento anual de entre 20 y 30 por ciento".

Explicó que para México estos productos "representan una de las pocas opciones viables para el campo, no sólo por el valor ecológico de nuestra actividad sino por las divisas y empleos generados. Nos pronunciamos en contra de cualquier iniciativa que promueva el uso de productos provenientes de organismos genéticamente modificados, que afecte nuestra libertad como agricultores y ponga en riesgo el sustento de nuestras familias".