México D.F. Martes 9 de marzo de 2004
Desde Centroáfrica Aristide llama a la
resistencia civil contra la "ocupación inaceptable"
Imponen toque de queda en Puerto Príncipe ante
nueva ola de saqueos
Boniface Alexandre vuelve a jurar como presidente en
una ceremonia resguardada por efectivos estadunidenses y franceses Un
marine abatió a "un francotirador" en la marcha del domingo
AFP Y DPA
Puerto
Principe, 8 de marzo. La policía haitiana impuso esta noche
el toque de queda en Puerto Príncipe ante una nueva ola de saqueos
en la zona industrial sin que interviniera la Fuerza Multinacional Interina
encabezada por efectivos estadunidenses, quienes reconocieron haber abatido
a una de las seis víctimas de los disturbios del domingo pasado
frente al palacio presidencial. En este contexto Boniface Alexandre volvió
a jurar como presidente interino de Haití, mientras desde su exilio
el depuesto Jean Bertrand Aristide lanzó un llamado a la resistencia
civil, al asegurar que sigue siendo el presidente constitucional de la
nación caribeña.
Al anunciar la imposición del toque de queda en
esta capital, el nuevo jefe de la policía, Leon Charles, reconoció
que sus fuerzas no controlan Cabo Haitaino, segunda ciudad en importancia
del país, donde grupos paramilitares mantienen sus posiciones.
Este lunes, en la zona industrial, ubicada a menos de
un kilómetro del aeropuerto, hubo saqueos sin que se avistara la
presencia de policías haitianos o de efectivos de la Fuerza Multinacional
Interina para dar seguridad en el área.
Los saqueadores, en su mayoría menores de 20 años,
atacaron a los automovilistas, amenazaron con machetes a los periodistas
y saquearon bodegas de industrias asentadas en la zona, según testigos.
El jefe del contingente francés en Haití,
Daniel Lepatois, declaró en conferencia de prensa que su "trabajo
no es impedir los saqueos, estoy aquí para proteger a las personas
que están en peligro. Tengo otras misiones a realizar, no puedo
hacer todo".
En tanto, el coronel Mark Gurganus, comandante de las
fuerzas internacionales en Haití, reconoció que uno de los
seis muertos del pasado domingo fue ultimado por marines estadunidenses.
Gurganus dijo que la víctima era uno de los francotiradores que
abrieron fuego contra una multitud que celebraba la caída de Aristide.
Este lunes, efectivos estadunidenses que patrullaban un
área de la capital fueron atacados por presuntos partidarios de
Aristide. Un convoy de vehículos Humvees que trasladaba a
unos 50 marines que patrullaban el barrio de Bel Air, cerca del
palacio presidencial, recibió unos 10 disparos. Los soldados no
respondieron al fuego porque no pudieron establecer la ubicación
exacta de los francotiradores.
En el palacio presidencial, Alexandre prestó juramento
nuevamente como presidente del país, luego de haberlo hecho el pasado
29 de febrero frente al primer ministro, Yvon Neptune, y a los embajadores
estadunidense, Ja-mes Foley, y francés, Thierry Buckard, tras la
partida de Aristide hacia el exilio.
En la ceremonia de asunción, resguardad por efectivos
estadunidenses y franceses, estuvieron el presidente de la Asamblea Nacional,
Yvon Feuillet, el nuevo jefe de la policía, Leon Charles, así
como representantes de la oposición.
"Denuncio
con todas mis fuerzas los crímenes cometidos el domingo y pido a
la policía que arreste a los responsables y los lleve ante la justicia",
declaró Alexandre -hasta el pasado 29 de febrero presidente de la
Suprema Corte de Justicia-, en referencia a los seis muertos que dejaron
los ataques de partidarios de Aristide contra unos 10 mil manifestantes
que celebraron la caída de Aristide.
Alexandre, quien deberá convocar a elecciones en
un plazo de 45 a 90 días, anunció la creación de una
"comisión de desarme civil" y prometió que buscará
conformar un "gobierno de reconciliación nacional" que celebre elecciones
válidas que "permitirán al país salir de esta crisis
que lo condujo al borde de la guerra civil".
El nuevo mandatario insistió en el desarme de los
seguidores de Aristide. "Renuevo mi llamado a las fuerzas Lavalás
(el partido de Aristide) para que depongan las armas y las entreguen. Tienen
su lugar en el proceso electoral."
Durante la ceremonia, se congregó una multitud
de seguidores de Aristide que denunciaron la "ocupación" del país
y exigieron el retorno del ex mandatario, a quienes marines estadunidenses
y legionarios franceses les impidieron acercarse.
Por la mañana se difundió un llamado de
Aristide a sus seguidores, realizado en República Centro Africana,
para continuar la "resistencia civil" contra lo que llamó "ocupación
inaceptable" de su país. "Fui elegido democráticamente presidente
de la república de Haití, sigo siendo el presidente constitucional.
Por lo tanto, hago todo lo que está a mi alcance para acompañar
al pueblo que me eligió en su resistencia, que es también
la mía", declaró.
En respuesta, Estados Unidos aconsejó este lunes
a Aristide no "remover el pasado".
"Si quiere realmente ayudar a su pueblo debe, en nuestra
opinión, dejar que su país se concentre en su futuro y no
seguir tratando de remover el pasado", declaró el vocero del Departamento
de Estado, Richard Boucher. "El futuro de Haití es una cuestión
sobre la que corresponde decidir al pueblo haitiano", agregó el
funcionario estadunidense.
En Caracas, el presidente de la Comisión Política
Exerior de la Asamblea Nacional de Venezuela, Tarek William, rechazó
que el depuesto gobernante hubiera sido trasladado al país andino.
"Primera noticia que tengo... no, no está planteado nada de eso.
Además Aristide se encuentra en Africa, ¿cómo se lo
van a traer?", dijo al ser interrogado sobre los insistentes rumores en
ese sentido.
Francia reiteró su llamado al "desarme inmediato"
de las milicias en Haití y condenó "con firmeza los actos
criminales perpetrados ayer en Puerto Príncipe, por bandas armadas
todavía no identificadas", declaró el portavoz del ministerio
de Relaciones Exteriores, Herve Ladsous.
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