México D.F. Martes 9 de marzo de 2004
Vencen 3 mil 150 mdd con el organismo; ''son
horas de dignidad'', dice el ministro De Vido
Contrapropuesta argentina ante nuevas exigencias del
FMI
El gobierno continúa preparando planes ante consecuencias
del posible cese de pagos
Se ''sobrecumplieron'' compromisos, pero Krueger tiene
una posición extremadamente dura
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 8 de marzo. A sólo horas del
vencimiento de 3 mil 150 millones de dólares con el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el presidente argentino Néstor Kirchner dijo
que ''ya está todo dicho, todo está muy claro'' sobre el
tema, lo que fue interpretado como una ratificación de la posición
tomada por su gobierno de que si no hay señales del organismo internacional,
Argentina no pagará. Pero al parecer la señal llegó.
Esta
tarde se conoció que el FMI envió una nueva carta de revisión
del acuerdo stand by firmado entre ese organismo y el gobierno el
año pasado, lo que llevó a convocar a reuniones urgentes
del más alto nivel para analizar el documento. En estos encuentros
se lograron ''avances'' y el gobierno envió esta noche una contrapropuesta,
según trascendió.
Poco antes se informó que hubo algunos puntos que
no dejaron satisfecho al mandatario, como que el FMI exigía que
durante todo el proceso de renegociación de la deuda el gobierno
argentino debería mantener contratado al club o Comité de
Bancos para que presentara las propuestas a los acreedores. Kirchner solicitó
que se incluyera que si el gobierno lo considerara necesario, por alguna
situación particular, podría rescindir el contrato con los
bancos.
Otro desacuerdo es que la carta de revisión contenía
un punto donde se indicaba que el comité del FMI ''tendrá
un alto umbral de participación mínima en la negociación'',
y Kirchner, muy celoso de tales imposiciones, solicitaba que fuera excluida
la palabra ''alto umbral''.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, sostuvo
hoy numerosas comunicaciones con Washington y reuniones con representantes
del FMI aquí, para tratar de destrabar el estancamiento de las negociaciones.
Calmado pero firme, Kirchner evitó un nuevo escenario
de confrontación verbal, mientras se desarrollaban reuniones en
Buenos Aires y en otras capitales mundiales tendientes a destrabar el conflicto
con el FMI, en momentos en que Argentina podría entrar en cese de
pagos.
''Son horas de dignidad y no de tensión'', declaró
a su vez el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, mientras
se conocía que el gobierno continuaba preparando planes alternativos
ante las consecuencias que podría desatar la cesación de
pagos.
Desde hace tiempo el presidente mantiene una campaña
para advertir que no se puede pagar este vencimiento, si antes no se aprueba
la segunda revisión del acuerdo firmado hace seis meses, donde se
aceptó reprogramar los vencimientos argentinos durante los próximos
tres años.
El gobierno ha demostrado que ''sobrecumplió''
sus compromisos, lo que en su momento fue reconocido por el FMI, el cual
luego se retractó y la semana anterior sostuvo que todavía
no hay fecha para considerar la revisión, al tiempo que envió
nuevas exigencias por medio de la actual directora gerente temporal, Anne
Krueger, quien mantiene una posición extremadamente dura hacia Argentina.
El presidente Kirchner consideró ''totalmente inaceptables''
esas condiciones. El nuevo gobierno tomó el país aún
en crisis, la más severa de la historia, con cesación de
pagos con sus acreedores privados desde finales de 2001, aunque el año
pasado ofreció cubrirles 25 por ciento de sus créditos.
El FMI y el Grupo de los 7 presionan fuertemente para
mejorar esa propuesta.
El gobierno ha tratado de calmar a la población,
para lo cual ya se menciona a niveles oficiales el plan alternativo. Medios
locales mencionaron hoy que el presidente del Banco Central, Alfonso Prat
Gay, decidió bloquear la cuenta que tiene Argentina en el FMI, con
lo cual comienzan acciones ante una posible cesación de pagos. La
medida había sido solicitada por el presidente hace una semana.
En tanto, encuestas locales determinaron que Kirchner
logra entre 70 y 79 por ciento de imagen positiva, y ya se conoce que un
porcentaje similar, y a veces mayor, aprueba sus posiciones ante el FMI.
Por su parte, el canciller de Brasil Celso Amorín
informó que su país apoyará a Argentina frente al
FMI, en un gesto de ''solidaridad en la diversidad'', con lo que alude
a las diferencias que existen en las relaciones de ambos gobiernos con
ese organismo.
También recordó que la semana pasada, durante
una comunicación con el presidente estadunidense George W. Bush,
el presidente Luiz Inacio Lula da Silva defendió la necesidad de
ayudar al gobierno de Kirchner.
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