México D.F. Martes 9 de marzo de 2004
Democracia y desigualdad, temas pendientes en el país, dice
Contradicciones internas, motor del crecimiento priísta: Madrazo
CIRO PEREZ SILVA
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) debe ser capaz de asumir sus contradicciones internas como la mejor oportunidad para transformarse, sin olvidar que su proyecto de nación reside en las causas de la gente, advirtió el dirigente nacional del tricolor, Roberto Madrazo Pintado. "Sus demandas y no otra cosa, es la fuerza que tenemos para superar nuestros errores, para romper la loza de los intereses creados, enderezar el rumbo y conducir con certidumbre a la nación mexicana", aseveró.
Luego de visitar Puebla, Veracruz y Chihuahua y antes de viajar a Aguascalientes, entidades donde habrán de realizarse elecciones para gobernador y en momentos en los que un amplio grupo de mandatarios estatales del tricolor exigen a su dirigente una definición respecto de sus aspiraciones presidenciales, Madrazo Pintado advirtió que el priísmo no son cúpulas sino bases y convocó a la unidad en torno a proyectos y no en torno a personas.
Mencionó que este elemento, el de las bases, es el que no alcanzan a entender los detractores del PRI, "por eso, una y otra vez hemos derrotado las predicciones de los agoreros de nuestra muerte política, pierden de vista que somos parte fundadora de uno de los bloques históricos de la nación, el bloque progresista".
Madrazo Pintado admitió que prevalece una distancia entre ese partido con sus militantes y simpatizantes, "son millones de mujeres y de hombres que, como todos, tienen militancia, simpatía por las causas de la gente, porque en nosotros confía precisamente la gente para poder abanderar esas causas regresando a su lado, lugar del que nunca debimos habernos separado".
Reconoció que en la agenda interna, como en la agenda del país una asignatura pendiente es alcanzar la democracia plena y combatir la desigualdad social. Recordó que en los primeros años de la década de los 80 el PRI no fue capaz de asegurar la modernización del país en el marco de su ideología tradicional y experimentó la moda de las propuestas neoliberales, "no fue capaz de procesar en la unidad un giro de esa magnitud y sufrió una de sus fracturas más dolorosas, una fractura que ya es momento de remediar en nuevas circunstancias y con un nuevo enfoque".
Destacó que en 2000 el priísmo vivió "los duros momentos de una derrota" como ha vivido "la alegría que nos dejan las victorias", pero que en este proceso han aprendido que "no existen victorias eternas ni derrotas para siempre", e insistió en que los priístas han entendido que su fortaleza deriva de su vigencia como corriente histórica y de su capacidad para transformarse a efecto de garantizar su eficacia a cada momento.
|