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México D.F. Lunes 8 de marzo de 2004
LA MUESTRA
Carlos Bonfil
Tiresia
Tercer largometraje de Bonello
Fascinante complejidad y lirismo
POR LAS NOCHES, en el bosque de Boloña,
de París, un poeta llamado Terranova busca entre las prostitutas
la belleza ideal, la "rosa perfecta". Piensa haberla encontrado en Tiresia,
un melancólico transexual brasileño, y decide secuestrarlo
y someterlo con engaño y ternura, con el fin exclusivo de contemplar
su belleza. Privado de las hormonas que requiere para mantener la ilusión
y apariencia de femineidad, Tiresia recobra paulatinamente su aspecto masculino.
Decepcionado, Terranova abrevia con violencia la disciplina del encierro.
Primera versión del mito griego: un día el joven Tiresia,
hijo de la ninfa Clarico, sorprende desnuda a la diosa Atenea, quien, irritada,
lo priva de la vista. Ante los ruegos de la madre, la diosa decide compensar
la pérdida dotándolo del poder de interpretar el lenguaje
profético de los pájaros.
TIRESIA, TERCER LARGOMETRAJE del
francés Bertrand Bonello (El pornógrafo, 2001), es
un relato de complejidad y lirismo fascinantes. El director y también
guionista no sólo decide dividirlo claramente en dos partes, la
segunda complemento y contraste de la primera, sino duplicar la identidad
y propósitos de sus dos personajes centrales y de los actores que
los encarnan. A Tiresia lo interpreta, en la primera parte, una bellísima
actriz (Clara Choveaux), y en la segunda, un joven brasileño (Thiago
Teles). El parecido entre los dos es notable, como también el juego
de ambigüedad sexual en su tránsito de lo carnal a la espiritualidad.
Aspira a la representación mística
DESDE
LA GRANDILOCUENCIA de sus créditos iniciales (una masa volcánica
en plena actividad, con acompañamiento sinfónico de Beethoven),
la cinta de Bonello aspira a la representación mística. Entre
el primer relato y el segundo, el personaje transexual pierde la vista,
como en la mitología griega, de la que se desprende su nombre Una
forma de expiación purificadora. Segunda versión del
mito: un día Tiresia encuentra a dos serpientes entrelazadas, mata
a la hembra y se convierte en mujer. Años después, descubre
a dos reptiles copulando, mata entonces al macho y recupera su virilidad.
Escandalizada por esa conducta, la diosa Hera lo vuelve ciego, y Zeus le
confiere, a modo de consuelo, el don de la predicción.
EN SU TIRESIAS, Bonello
persigue algo interesante: fusionar en la sucesión de sus dos relatos
la referencia mitológica y la tradición cristiana. Un personaje
estupendo, Anna (Celia Catalifo), rescata al joven transexual, convertido
ya en vidente, y con su mutismo bienhechor aparece como la imagen vigorosa
de una piedad cristiana. Un mismo actor, Laurent Lucas, interpreta a dos
personajes distintos, al poeta Terranova en la primera parte, y al sacerdote
François en la segunda, lo que define un esquema de dos actores
para un solo personaje (Tiresia) y dos personajes para un solo actor (Lucas).
Estas precisiones, que brinda el propio cineasta, son importantes para
una comprensión cabal de la naturaleza de la cinta, relato sobre
la corrupción y la pureza al estilo de Bresson (Mouchette), con
un atisbo al misticismo como fuerza liberadora, a la manera de Teorema,
de Pier Paolo Pasolini. Hay en Tiresia visiones premonitorias, milagros
inexplicables, un transexual convertido en objeto de veneración,
y el desconcierto de un cura que ve el propósito de su misión
eclipsado por un misterio próximo a la charlatanería.
SE PUEDE OBJETAR que un relato de sobriedad y delicadeza
semejantes deba recurrir a una escena tan efectista como la del trío
sexual en que participa Tiresia, misma que se repite dos veces, como si
el cineasta tuviera que recalcar la sordidez de la vida pasada de un transexual
lleno de culpas. El sometimiento de Tiresia a Terranova, amante ideal,
casi verdugo, brazo armado de una divinidad justiciera, parece también
poco convincente: un ejercicio masoquista bruscamente interrumpido por
la voluntad errática de un poeta frustrado. Sin embargo, la inteligencia
del relato, en su intensidad y en su estructura, compensa ampliamente estas
limitaciones. Tiresia es una cinta original y provocadora, con actuaciones
formidables, que propone dos o tres lecturas posibles, admitiendo todavía
muchas más.
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