"Nada que festejar si no se resuelven casos en Juárez"

Jesusa Rodríguez lanza sus dardos en Arquetipas a criticables de ayer y hoy

CESAR GÜEMES

Jesusa Rodríguez tiene el don de la ubicuidad emocional: pasa del humor más ácido a la crítica absolutamente en firme, y consigue que su público la secunde, la aplauda, se solidarice de inmediato con sus causas. Lo mismo puede aludir a hechos de la vida política y provocar una carcajada unánime en los asistentes que llenan el Teatro de la Ciudad, que conseguir su respetuosísimo silencio en cuanto la broma termina.

"Ya ven que ahora todo se olvida en menos de tres videos", dice Jesusa Rodríguez, y el respetable, que ha llenado hasta el segundo piso el recinto a fin de presenciar su espectáculo titulado Arquetipas, la premia con la risa salutífera y con la ovación cerrada.

"No hay nada que celebrar en el Día Internacional de la Mujer mientras no se resuelvan los casos de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez -dice la actriz, y se hace el silencio, un silencio de muerte en el sentido literal-. No podemos festejar si vuelve a haber una asesinada más. No hay absolutamente nada que conmemorar si no apoyamos desde ahora a las familias de las mujeres asesinadas. No queremos celebrar el día de la mujer el año que entra si no se deshace esa red de complicidad en Juárez".

Silencio, luego murmullos y gritos a favor de la propuesta. Después los aplausos que han acompañado al dueto conformado por Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez a lo largo de poco más de dos horas de sátira, música, improvisación y censuras contra los criticables de antes, los de hoy y los de siempre.

Jesusa se lanzará contra la clase empresarial y la nueva camada política, contra ex presidentes y ex funcionarios: "Con López Portillo, Sasha nos hizo justicia, pero poquita'', dice por ejemplo cuando toca el turno de repasar algunos sexenios anteriores.

Multiplicada, desdoblada en seis personalidades diferentes, todas en una misma actriz, Jesusa cantará junto con Liliana e irán apareciendo personajes en efecto arquetípicos: Frida y la Barbie, La Malinche, La serpiente enchilada, La soldadera autógena, La Coatlicue y La Neorranchera.

Jesusa aprovecha las transformaciones para afirmar, mientras encarna a Frida, que, "viéndolo bien, soy la Barbie del tercer mundo..." O para negociar, caracterizada como La Malinche, el gas natural. Y desde luego Liliana y Jesusa, Jesusa y Liliana, cantarán, en ocasiones a dueto, a veces Liliana a solas, piezas del repertorio que entre ellas han compuesto: Salsa de molcajete, Las histéricas, Las soldaderas, A nadie, Como Madame Bovary, šEl maíz y Vivan las mujeres!, entre otras sicalípticas y rumbosas canciones.

Volverá el humor convertido en bomba molotov, en palabras de la Rodríguez: "Vergüenza es robar... y que te graben". Regresarán, incansables, los aplausos, los vítores, los gritos de adhesión.

Y también regresarán las alusiones directas a la otra realidad, como cuando la actriz y cantante decide dedicar una de las canciones a ''todas las mujeres que han sido víctimas de violencia, a las que han sido asesinadas y ya no están aquí, y a las que en este momento, por desgracia, están siendo víctimas de violencia".

Al cierre del espectáculo, Jesusa retoma el tema de la memoria y de la necesidad de poner un poco de orden en la casa: "No queremos esto en manos de la policía corrupta -dice mientras enarbola y muestra al público un juego de esposas-. Marcelo, Ƒme estás oyendo? No queremos esposas para los policías corruptos, no puede ser. Ayúdenos a que esto se evite. No sé qué vamos a hacer con Marcelo... Creo que se las vamos a poner a él".

Y se despide, no sin antes solicitar a las autoridades correspondientes suscribir de inmediato el acuerdo de "crear una casa para las trabajadoras sexuales", luego de que dejara de operar el Centro de Atención Integral a Sexoservidoras (CAIS): "ƑPor qué ahora sí, pues adónde cais?"

Arquetipas y arquetípicas, Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe. Dos tipas de cuidado que celebran mientras proponen, que se oponen a celebrar mientras no haya un verdadero motivo de festejo.