México D.F. Lunes 8 de marzo de 2004
Insuficientes, los recursos destinados a programas
de atención a desocupados, señala
Sí hay plazas de trabajo, sólo faltan
"buenos salarios": López Buitrón
El funcionario de la STPS dice que son necesarias las
reformas estructurales para cambiar la situación
FABIOLA MARTINEZ
El Servicio Nacional de Empleo (SNE) cumplió un
cuarto de siglo y desde hace tres años funciona como una especie
de agencia pública de colocaciones, con un presupuesto 35 por ciento
menor al registrado al inicio del sexenio foxista, aun cuando el nivel
de desocupación ha llegado a niveles sin precedentes en la década
reciente.
Jaime
Domingo López Buitrón, subsecretario de Empleo y Política
Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS),
asegura que la escasez de recursos para atender a millones de desempleados
no obedece a "falta de sensibilidad o voluntad política" del actual
gobierno, sino a una limitada recaudación y al "bajo rating"
que tuvo el SNE en el jaloneo legislativo de diciembre pasado.
Los seis programas oficiales básicos para atender
a los desocupados tenían, a finales de 2000, un presupuesto anual
de mil 600 millones de pesos y actualmente ronda los mil 47 millones.
"Faltan balas para enfrentar este problema... Cuando (en
el Ejecutivo) se delineó la propuesta presupuestal, pedí
para el SNE un aumento de 4 mil millones de pesos, porque considero que
la mejor forma de combatir la pobreza es a partir de un empleo decente...pero
se rieron de mí. Todas las dependencias queríamos jalar la
cobija de nuestro lado", expresó.
Presupuesto extra
Cabe recordar que en la mitad de 2003 el Ejecutivo autorizó
un presupuesto adicional de 100 millones para el programa de becas a desempleados,
monto que sería distribuido equitativamente en todo el país.
No obstante, 30 millones sirvieron para apagar el fuego en el conflicto
laboral en Volkswagen, a cuyos trabajadores afectados por la reducción
de jornada y salario el gobierno federal apoyó de esta forma.
El esquema más popular del SNE es Chambatel -y
sus modalidades Chambanet (en Internet) y Chambapar (ofertas para discapacitados)-,
bolsa de trabajo que, en conjunto con tareas alternas, atendió en
2003 a 592 mil 414 personas y colocó a 175 mil 99.
El programa sirve además como referencia para analizar
la calidad y cantidad de ofertas de trabajo en el país, así
como el perfil de los solicitantes, tiempo para hallar una plaza, entre
otros factores.
De ese y otros indicadores oficiales se desprende que
la situación en materia de empleo "es muy delicada", y seguirá
en tanto no haya soluciones de fondo, advierte López Buitrón,
en particular para lograr una mayor inversión a partir de la aprobación
de las llamadas reformas estructurales.
"Nuestro programa contribuye de manera modesta y eficaz.
Sin embargo (ante el nivel de subempleo), cualquier medida no pasará
de ser un simple apoyo, remiendo, sin importar los recursos que se autoricen
para ello, es decir, vamos a dar mejorales (a un sujeto) que le está
dando cáncer", manifestó.
En entrevista con La Jornada, el funcionario recordó
algunos de los datos -difundidos por el Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI) y la Encuesta Nacional de
Empleo- que retratan al mercado laboral de nuestro país y confirman
la expresión del titular de la STPS, Carlos Abascal Carranza, emitida
ante legisladores, en el sentido de que mientras la situación permanezca
igual, los apoyos a desempleados serán "sólo paliativos".
Aproximadamente 84 por ciento de la población económicamente
activa recibe por su trabajo sueldos que no rebasan los cinco salarios
mínimos; de este grupo, 6.7 millones de mexicanos perciben hasta
una vez el minisalario y 11.2 millones hasta dos. Así, ocho de cada
10 personas en México ganan poco menos de siete mil pesos al mes.
Es por ello, agrega López Buitrón, que el
asunto principal no es la carencia de plazas o que Chambatel ofrezca mayoritariamente
empleos de bajo perfil, sino que "cada día egresan de las universidades
jóvenes bien preparados con domino del inglés, maestría,
servicio social concluido, quienes al buscar un empleo se encuentran con
ofertas de 3 mil 500 pesos al mes.
"El joven recién salido de las aulas universitarias
podría no aceptar (la oferta salarial) y, si cuenta con el apoyo
de sus padres, quizá dedique un par de años más para
estudiar otro diplomado o alguna maestría, pero tras ese lapso termina
aceptando justamente esos 3 mil 500 pesos.
"El problema de fondo es que sí hay muchas ocupaciones
(vacantes de bajo perfil con salarios de no más de tres veces el
salario mínimo) para quienes el servicio público de empleo
ha resultado altamente eficaz.
"Por ejemplo, una oferta de mesero, con salario mensual
de 2 mil 400 pesos, más propinas, claro que es aceptada, porque
es una alternativa coherente; además, hay gente con el promedio
de educación nacional (8.4 años de escolaridad) que no concluyó
la secundaria, que puede hacer de todo por conservar la chamba... Eso nos
demuestra que el rezago de empleo en México no es un problema de
oferta calificada, sino de bajos salarios".
A diferencia de los primeros 22 años de operación
del SNE, agrega el funcionario, cuando era utilizado lo mismo para que
un gobernador saliera al paso ante el reclamo de empleo, que como alternativa
para un jornalero agrícola o una mujer que perdía el puesto,
se divorciaba o había concluido la carrera, ahora se pretende reforzarlo
como un sistema de vinculación especializado.
Con un presupuesto descentralizado, distribuido equitativamente
-según la población económicamente activa y el nivel
de ocupación en cada entidad-, la STPS dará también
atención especial a las becas a desempleados, las cuales consisten
en apoyos de hasta tres veces el salario mínimo en un trimestre,
en los que el solicitante recibe capacitación directamente en una
empresa, además de convenios con empleadores para que aseguren la
contratación de por lo menos siete de cada 10 enviados por esta
dependencia.
De acuerdo con cifras de la STPS, el año pasado
se atendieron a 214 mil 931 personas por medio de "becas a desempleados",
de las que fueron colocadas 154 mil 888.
"Tenemos que redoblar el esfuerzo y seguir haciendo más
con menos, porque a partir del 2001 entramos en una dilatada crisis que
fue erosionando el empleo formal, choque externo que nos mostró
la tremenda fragilidad del mercado laboral mexicano", concluyó.
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