México D.F. Lunes 8 de marzo de 2004
Confía el país árabe en que podrá juzgar a Hussein
Lanzan proyectiles contra el hotel Rachid, en la zona verde de Bagdad
AFP, DPA Y REUTERS
Bagdad, 7 de marzo. Al menos tres proyectiles de mortero alcanzaron la tarde de este domingo el hotel Rachid de Bagdad, ubicado dentro del perímetro del cuartel general de las fuerzas de ocupación encabezadas por Estados Unidos en la capital iraquí, con saldo de un herido.
El hotel Rachid se encuentra dentro de la llamada zona verde, perímetro donde se halla también el antiguo palacio de Saddam Hussein -convertido en sede de gobierno de la coalición-, y el palacio de congresos donde debe firmarse este lunes la Constitución provisional iraquí.
El general estadunidense Mark Kimmit, subdirector de las operaciones militares en Irak, explicó que un agresor llegó en un vehículo Toyota naranja y blanco y se estacionó 400 metros al noroeste del hotel antes de disparar seis proyectiles. "Tres alcanzaron el edificio, provocaron daños materiales menores e hirieron a un empresario que trabaja para el ejército estadunidense", informó el general.
El agresor huyó luego de que su vehículo ardiera tras el disparo de los proyectiles. Según Kimmit, los artefactos fueron elaborados mediante un sistema artesanal.
La zona verde es a menudo blanco de cohetes y morteros. El 26 de octubre, entre ocho y 10 cohetes alcanzaron el hotel Rachid, donde se encontraba el número dos del Pentágono, Paul Wolfowitz, que realizaba una visita a Irak.
Por otra parte, un soldado estadunidense murió este domingo en Irak "fuera de las operaciones de combate", declaró un vocero militar en Bagdad, sin dar más explicaciones sobre las circunstancias del deceso.
Mientras, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Hoshiyar Zebari, en declaraciones publicadas este domingo por el periódico árabe Asharq al-Awsat, indicó que Irak espera poder juzgar a Hussein, a pesar de su estatus de prisionero de guerra.
Ese estatus significa que a Hussein le corresponden los derechos de la Convención de Ginebra para el trato de prisioneros de guerra y priva a Irak del derecho de juzgarlo.
Por lo pronto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos envió este fin de semana a Irak a un equipo de alto nivel para reunir pruebas de crímenes de guerra contra el ex presidente iraquí y miembros de su régimen. Unos 50 abogados, investigadores y fiscales viajaron al país árabe para empezar a recoger elementos de la acusación. El grupo rendirá cuentas al administrador civil estadunidense, Paul Bremer.
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