MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

ƑPara qué la descomunal contratación de deuda?

Pidiregas, más costosos cada día que pasa

ALGUN FALLO DEBE REGISTRAR el cálculo gubernamental sobre los "logros" alcanzados cuando sólo en el primer mes del año el saldo neto de la deuda pública externa se incrementó 4 mil 437.4 millones de dólares, monto equivalente a 122.34 por ciento de los 3 mil 627.2 millones de billetes verdes que en el transcurso del primer trimestre de 2004 deberá pagar por concepto de amortización de capital del mismo débito.

MAL COMIENZA EL AÑO, pues, porque el acuerdo del Congreso de la Unión en materia de débito es que el gobierno federal se "desendeude" 500 millones de dólares, en términos netos, es decir, que el saldo reportado en diciembre de 2003 sea menor en esa proporción al concluir 2004.

COMO EN TANTAS OTRAS cosas parece que la administración foxista camina en sentido contrario, aunque la Secretaría de Hacienda asegure que dicho endeudamiento externo "es de carácter transitorio" y que "disminuirá gradualmente en la medida en que dichos recursos sean utilizados para cubrir los vencimientos de deuda en los próximos meses, de acuerdo con el programa de financiamiento establecido y de forma consistente con el techo de desendeudamiento externo neto de 500 millones de dólares aprobado por el H. Congreso de la Unión para el año".

PARA QUE QUERRIA EL gobierno foxista endeudarse con casi 4 mil 500 millones de dólares adicionales en el primer mes del año (lo que se traduce en alrededor de 144.3 millones de billetes verdes diarios durante enero, sábados y domingos incluidos), si la propia Secretaría de Hacienda sostiene que en dicho periodo el balance público registró un superávit de 25 mil 800 millones de pesos (casi 2 mil 600 millones de dólares) y que los ingresos presupuestarios del sector público resultaron 9.8 por ciento mayores, en términos reales, que un año atrás, aumento que se traduce en casi mil 650 millones de dólares.

CON EL AVANCE MOSTRADO en esos dos renglones -de acuerdo con la Secretaría de Hacienda-, el gobierno foxista obtuvo algo así como 4 mil 250 millones de dólares más que en enero de 2003, y de forma paralela el gasto neto presupuestario del sector público durante el primer mes de 2004 prácticamente no reportó variación con respecto a igual lapso del año pasado.

EXPLICA LA SECRETARIA de Hacienda que en enero de este año los ingresos tributarios no petroleros ascendieron a 77 mil 100 millones de pesos, 3.5 por ciento más, en términos reales, al registrado en el mismo mes del año anterior, destacando el aumento real de 5 por ciento en el impuesto sobre la renta. Los ingresos petroleros, que comprenden los propios de Petróleos Mexicanos (Pemex), los derechos y aprovechamientos sobre hidrocarburos y el IEPS de gasolinas y diesel, acumularon un total de 50.2 mil millones, monto superior en 21.2 por ciento real al del mismo mes de 2003.

ADEMAS, LOS INGRESOS tributarios no petroleros se ubicaron en 20 mil millones de pesos, 44.2 por ciento más en términos reales a lo registrado en igual periodo del año anterior. Los ingresos de las entidades distintas de Pemex sumaron 20 mil 100 millones, una disminución de 11.2 por ciento real respecto al mismo mes del año anterior.

TODO BIEN, SEGUN ESTO, pero el saldo de la deuda pública externa neta llegó en enero de 2004 a 81 mil 800 millones de dólares, contra cerca de 77 mil 300 millones el 31 de diciembre de 2003, a pesar del incremento en la captación de recursos públicos, siempre según Hacienda. Entonces, si el balance resulta aparentemente positivo, Ƒqué justifica la descomunal contratación de deuda, aunque se quiere justificar como "de carácter transitorio"? ƑSerá para poder amortizar a las sedientas trasnacionales que participan en los Proyectos de infraestructura productiva de impacto diferido en el registro del gasto público, mejor conocidos como Pidiregas?

SI ESTA ULTIMA ES LA respuesta acertada -porque con el gobierno del "cambio" hay que jugar a las adivinanzas- habrá que prepararse, porque si de Pidiregas se trata, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se pintan solos.

LA CFE, POR EJEMPLO, tiene en lista de espera cuando menos 38 licitaciones para la construcción -obvio es que por medio de Pidiregas- de todo tipo de instalaciones eléctricas.

DESDE MAYO DE 2003, la Comisión Federal de Electricidad lanzó la convocatoria para la construcción de la central eléctrica Tamanzuchale, en San Luis Potosí, pero será hasta el 4 de junio cuando dé a conocer públicamente su decisión, es decir, a qué empresa le asigna esta obra, para la que ya están anotadas Iberdrola ''de México'', Administradora Energía Azteca (que no es otra cosa que una subsidiaria de Intergen), Siemens, ICA-Fluor Daniel, Mitsubishi Corporation, Toshiba "de México", Sempra Energy "de México", EDF Internacional y GE Internacional "de México".

LA CONSTRUCCION DE esta central debe empezar el 15 de enero de 2005 y su duración no deberá extenderse más allá del primero de febrero de 2007. Lo más atractivo de este negocio es que el contenido mexicano -es decir, la participación de empresas nacionales en este proyecto- no rebasará 25 por ciento del total invertido.

HAY OTROS PROYECTOS atractivos para las trasnacionales como la planta carboeléctrica en Lázaro Cárdenas, Michoacán, para la que ya se anotaron, además de los consorcios referidos, Techint (que ya cuenta con un asiento en la cuenca de Burgos), Alstom Power "de México", Skanska "de México", Mitsui Corporation, Dragados, Hitachi, Crédit Agricole Indosuez y Skoda Export.

TAMBIEN ESTAN INTERESADAS en la planta Mexicali II (con las ya citadas más Unión Fenosa, Totalfina Oil and Gas y Obice Power Systems) y 35 proyectos adicionales, en el que el pastel se reparte entre los mismos comensales, siempre bajo la inmejorable fórmula de los Pidiregas, que cada día que pasa cuestan más.

Las rebanadas del pastel:

POR ESTOS DIAS COMENZARA a circular un libro del ex presidente Miguel de la Madrid, editado por el Fondo de Cultura Económica, del que fue director general, en el que socializa sus "memorias"... En los adelantos publicados en algunos medios de comunicación, la constante es "yo no fui, fueron los demás que no supieron entender"... Los libros como herramienta exculpatoria.

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