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México D.F. Viernes 5 de marzo de 2004
Inundó el Auditorio de romance, flamenco
y rap
Alejandro Sanz satisfizo al público en el inicio
de su gira en el Distrito Federal
MIRANDA ROMERO ESPECIAL
El miércoles pasado se presentó Alejandro
Sanz en concierto en el Auditorio Nacional de la ciudad de México,
como parte de su gira internacional No es lo mismo.
A las 21:26 apareció en el escenario el músico
español, recibiendo un estruenduoso aplauso por parte del público
conformado en su mayoría por el género femenino.
Inició con 12 por 8 y Eso, temas
incluidos en su nuevo álbum, que el público de inmediato
empezó a corear. Luego de asegurar que se sentía muy contento
de regresar a nuestro país después de tanto tiempo, y de
prometer al público que esa noche se iba a entregar por completo,
interpretó dos de sus temas clásicos: Quisiera ser y
Cuando nadie me ve, todo en un escenario iluminado con fuertes e
intensos tonos rojizos, mientras en la pantalla se podían leer frases
y palabras relacionadas con el amor y la pasión, temas principales
en la discografía de Sanz.
El
español hizo por unos minutos a un lado a su orquesta para interpretar,
acompañado sólo por su guitarra, Hoy llueve, hoy duele
y luego uno de sus primeros éxitos: La fuerza del corazón.
De nuevo arropado por sus músicos, Sanz obsequió al público
Regálame la silla donde te esperé, tema incluido en
su más reciente álbum y en el que es acompañado por
la guitarra flamenca del reconocido Paco de Lucía, aunque en esta
ocasión fue José Antonio Rodríguez quien imprimió
ese aire flamenco a la canción.
Continuó con He sido tan feliz contigo y
Try to save your song, tema que hizo que la gente se levantara de
sus asientos y animara a su director musical, Albert Menéndez, a
interpretar una especie de rap, impregnando al concierto de un marcado
sabor latino.
Y si minutos antes había sido la guitarra, ahora
tocó el turno al piano de acompañar a Sanz en un par de canciones
que, según dijo el propio cantautor, ''fueron escritas por un profesor
de filosofía de Cadiz", entre las que estaba Lo ves, una
de las más queridas de sus anteriores producciones.
Continuó con una pieza que habla sobre la ecología
y que compuso para su hija, A la orilla del mundo, interpretada
al alimón con un hombre que utilizó el lenguaje de los sordomudos.
Así continuó el concierto hasta que llegó
uno de los temas más esperados de la noche: Corazón partido,
que logró que el auditorio completo se pusiera de pie y bailara
al ritmo del famoso hit.
Al término de la canción, Sanz se despidió
del público, que permaneció de pie, aplaudiendo, gritando,
exigiendo el regreso del cantante. Al cabo de unos minutos, éste
regresó para interpretar rápidas versiones de ¿Y
si fuera ella? y Amiga, temás de su disco Más,
momento que aprovechó una chica del público para burlar el
fuerte dispositivo de seguridad, subir al escenario y abrazar a su ídolo,
mientras otras, no tan afortunadas, se apretaban en las primeras filas
buscando una mirada o un saludo.
Sanz intentó finalizar su presentación con
El alma al aire y Labana, pero ante los gritos de ¡otra,
otra!, se despidió del público mexicano con el tema que da
nombre al disco que presentó esa noche: No es lo mismo.
Alejandro Sanz se presentará nuevamente en el Auditorio
Nacional los días 6, 7, 10, 11, 13 y 14 de marzo, para luego partir
hacia Guadalajara antes de continuar su gira por Latinoamérica.
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