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Cómo suprimir óvulos
y espermatozoides
A casi medio siglo del primer anticonceptivo, la ciencia
médica ha desarrollado más y mejores métodos de planificación
familiar cuyo uso ya no sólo atañe a las mujeres, sino también
a los hombres. En el siguiente reportaje se da cuenta de esos novedosos
métodos, que tienen una efectividad de prácticamente cien
por ciento.
Rocío Sánchez
En 1959 nació la píldora, el primer
anticonceptivo hormonal que sigue siendo uno de los métodos más
confiables, con 99 por ciento de efectividad teórica. Sin embargo,
tiene un inconveniente. Según una encuesta hecha en Europa, 22 por
ciento de las usuarias tiene algún olvido cada mes, lo que disminuye
considerablemente su eficacia.
Según el Consejo Nacional de Población (Conapo),
mientras en 1970 sólo 30 por ciento de las mujeres controlaba su
fertilidad, hoy lo hace más de 70 por ciento. La píldora
es uno de los métodos más populares, pero se han encontrado
otros vehículos para suministrar las hormonas que actúan
en tres niveles: influyen en los ovarios para evitar la ovulación,
hacen más viscoso el moco cervical para impedir el paso de los espermatozoides
y adelgazan el endometrio para dificultar la implantación del óvulo.
Así, los dos más novedosos métodos, el implante subdérmico
y el parche, ya están disponibles en México. El primero se
vende en dos marcas, Implanon y Norplant, y además está disponible
en el Sector Salud. El segundo sólo se vende en farmacias. En ambos
productos la efectividad es mayor a 99 por ciento.
El implante anticonceptivo se inserta bajo la piel en
la cara interna del brazo. Debe colocarse durante los primeros cinco días
del periodo menstrual, o bien seis semanas después del parto. Actúa
de tres a cinco años, según la marca. Insertarlo y extraerlo
requiere de una incisión, por lo que se necesita intervención
médica. Su efectividad comienza a las 24 horas. Norplant es el más
antiguo y consta de seis cápsulas de 44 mm en forma de abanico que
liberan una hormona llamada progestágeno. Sus efectos secundarios
son similares a los de la píldora: alteraciones menstruales, dolor
de cabeza, nerviosismo, náuseas, acné, aumento de peso o
pérdida de cabello. Es efectivo hasta por cinco años y después
de retirarlo la fertilidad se restaura al siguiente mes.
Y de paso un masaje
Una versión más moderna es Implanon, que
entró a México en 2001. Es una sola varilla del tamaño
de un cerillo que libera la hormona etonogestrel y su efectividad dura
hasta tres años. Actualmente cuenta con 12 mil usuarias en el país,
según explicó a Letra S Aline Huante, gerente médico
del laboratorio Organon. "Su efectividad es de 99.9 por ciento, es decir,
ocurriría un embarazo en cada 10 mil mujeres". Como efecto secundario
puede alterar el ciclo menstrual, pero en menor frecuencia que con la píldora,
además de que no produce cambios en el peso ni acné. La fertilidad
se puede recuperar 100 horas después de retirarlo. Está disponible
en farmacias, en algunos servicios de salud pública y en clínicas
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Otra opción hormonal es Evra, el parche anticonceptivo
que Jansen-Cilag trajo a México en 2003. Mide menos de 5 cm por
lado y libera una combinación de dos hormonas cada 24 horas. Debe
aplicarse en zonas del cuerpo con poca fricción, como la cara externa
del brazo, el vientre, la parte superior del glúteo o la espalda.
Cuando se usa por primera vez debe aplicarse el primer día de la
menstruación. En un ciclo se utilizan tres parches, uno cada siete
días y la cuarta semana se suspende.
"Como son mucho menos frecuentes los olvidos su eficacia
real es muy cercana a la teórica: más de 99 por ciento",
explicó en entrevista Mónica Aguilar, gerente de grupo de
Jansen-Cilag. El uso de Evra no produce aumento de peso, acné ni
incremento del vello facial, pero sí puede alterar la menstruación.
Una contraindicación es la hipersensibilidad al adhesivo, ya que
se puede presentar irritación local, lo que no permitiría
la absorción adecuada de hormonas. El parche es eficaz desde el
día de su colocación, y cuando se deja de utilizar la fertilidad
se recupera a partir del segundo ciclo menstrual. Cabe recordar que cualquier
anticonceptivo hormonal está contraindicado para mujeres con enfermedades
graves como tromboflebitis, cáncer de mama o alteraciones del hígado.
También para hombres
Las dificultades para el uso de estos métodos,
además de la creciente solidaridad de algunas parejas en materia
de planificación familiar, ha promovido la investigación
sobre anticonceptivos temporales para los hombres. Además del condón
masculino y la vasectomía, los científicos buscan un método
hormonal masculino que sea reversible. La fórmula más exitosa
que han encontrado es combinar la testosterona con la hormona femenina
progestina. Altos niveles de testosterona detienen la producción
de espermatozoides, pero el exceso de esta hormona puede traer efectos
negativos como la disminución del colesterol "bueno" en la sangre.
La progestina bloquea ese efecto. Esta fórmula se está probando
en tres vehículos distintos. El primero es un inyectable que hasta
ahora ha dado buenos resultados a investigadores australianos.
El segundo es un implante que funciona de manera similar
al femenino. Según Christina Wang, del Harbor-UCLA Research and
Education Institute de California, la testosterona y la progestina se encuentra
en implantes separados, pues "no se pueden mezclar hasta asegurarse de
que no se van a contrarrestar entre sí". Los resultados obtenidos
hasta ahora son alentadores. El método tarda doce semanas en hacer
efecto y al ser retirados pasan doce semanas para que la cantidad de espermatozoides
se regularice.
El tercero es la "píldora masculina" que los laboratorios
Schering y Organon esperan tener en el mercado dentro de cinco o siete
años Un problema a solucionar es cómo reducir la fertilidad
sin disminuir la potencia sexual del hombre, además de la dificultad
que implica que, mientras los anticonceptivos femeninos actúan sobre
un óvulo a la vez, los masculinos deben suprimir millones de espermatozoides.
Cualquiera que sea el método anticonceptivo que
se elija, es necesario consultar al médico para evaluar sus beneficios
y las desventajas, pero se debe recordar que ninguno de ellos, excepto
el condón, protege contra infecciones de transmisión sexual
como el VIH/sida. |